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Nicaragua

¿Hacia dónde vamos?

Fuentes: Rebelión

A 37 años de la Revolución Popular Sandinista, el presente nicaragüense es sombrío y melancólico. Las cosas no han evolucionado como se pensó y la situación actual hace creer que gran parte de esta lucha fue en vano. Y no es para menos. Para un país que padeció 43 años de dictadura familiar antes de […]

A 37 años de la Revolución Popular Sandinista, el presente nicaragüense es sombrío y melancólico. Las cosas no han evolucionado como se pensó y la situación actual hace creer que gran parte de esta lucha fue en vano.

Y no es para menos. Para un país que padeció 43 años de dictadura familiar antes de 1979, postular al cónyuge presidencial (y actual vocera presidencial) a un cargo tan importante como es la Vicepresidencia de la República y nombrar a hijos e hijas como asesores presidenciales con rango de ministros, desentierran recuerdos pocos agradables.

El futuro nicaragüense orbita en un universo de incertidumbre. Volvemos a entrar en un »estado de coma», en ese estado crítico donde la credibilidad de los funcionarios es nula, las instituciones estatales vuelven a ser marionetas y muñecos del partido de Gobierno y la perpetuidad de las cúpulas estatales sigue reinando.

A menos de un mes de los comicios presidenciales, la ausencia de pluralismo político y de observación electoral nacional e internacional son manifestaciones dramáticas de la fragilidad democrática que vive el país.

El regreso al poder

Después de su derrota electoral en 1990, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) pasó a ser el movimiento de oposición más importante durante 16 años. Pero, ¿qué hizo este movimiento para librarse de la perpetua posición de primer perdedor?

Sus cambios ideológicos se dieron al mismo estilo que el partido socialdemócrata (SPD) alemán con su icónico «Programa Bad Godesberg». Afín de llegar a una masa de votantes transversal, el »Bad Godesberg» sandinista significó alianzas electorales con contrarrevolucionarios y conservadores, negociaciones de cuotas de poder con corruptos gobiernos liberales, pactos con la Iglesia Católica, acercamientos con dirigentes evangélicos y cambios de posturas morales como ocurrió con el aborto terapéutico. Esto y la polarización del liberalismo pactaron positivamente en su regreso al poder. Su estrategia electoralista fue tan exitosa que el FSLN que vuelve al poder en el 2006 por la vía electoral mantiene muy pocos puntos en común con el que tres décadas atrás, lideró una insurrección popular bajo la premisa de un cambio revolucionario.

Hoy, un sandinismo transfigurado gobierna con una política de doble standard propiciando un discurso anti-imperialista y anti-capitalista apegado a las políticas neoliberales del FMI. Se confronta a Estados Unidos y al mismo tiempo es el principal socio comercial del país. El poder se dice ser «ciudadano» pero lo centraliza una familia. Se cultiva la amistad con las dos Chinas y de ambas se esperan inversiones.

Se condena la actitud de aquellos Estados europeos que cierran sus fronteras frente a las olas migratorias y el gobierno nicaragüense genera una crisis humanitaria en la frontera sur con Costa Rica al obstaculizar el paso a migrantes de origen haitiano y africano en búsqueda de nuevas y mejores oportunidades hacia Norteamérica.

Mas allá de todas estas contradicciones y ambigüedades, ¿hacia donde vamos? ¿Vamos por buen camino?

Entre pobreza y espiritualismo

Nicaragua en 2016 sigue siendo un país extremadamente vulnerable y económicamente dependiente con el cuarto IDH (0,614) más bajo del continente y el 42 % de los 6 millones de habitantes viviendo en zonas rurales (PNUD, 2015) [1] .

Según el Banco Central de Nicaragua, 30% de la población vive con 1.25US $ /día y la formalidad laboral -esa que genera estabilidad, salarios fijos y pensión social- solo abarca 25% de la población activa. Las remesas familiares crecen año con año convirtiéndose en el principal sustento de la pobreza y las chocantes desigualdades parecen no tener limites: En el 2014, la fortuna de las 210 personas más adineradas del país (0.03% de la población) representaba 76 veces lo que se destina para el gasto publico en educación. Es decir, 2.7 veces el PIB de Nicaragua, según el informe »Privilegios que niegan derechos» realizado por Oxfam [2].

Asimismo, el estancamiento de los salarios mantiene en jaque a la población que busca salidas desesperadas para salir adelante. El ultimo estudio Quinto Informe de la Región [3] refleja que el costo de la Canasta Básica Alimenticia (CBA) es 3,27 veces el salario mínimo agrícola.

Pero a pesar de este compleja y difícil cotidianeidad que engloba gran parte de la población nicaragüense, la pareja presidencial goza de altos niveles de apoyo popular. ¿Qué podría explicar esta paradoja?

El discurso político cargado de misticismo y religiosidad llena la falta de visión y pensamiento del FSLN actual.

Decir que todos esos -inexistentes- mega-proyectos como la represa hidroeléctrica de Tumarin, satélites de comunicaciones, complejos portuarios, la Refinería »Simón Bolívar» y más recientemente, el canal inter-oceánico son «obras» y «milagros» de «Dios y de la Virgen y de todos los Santos» [4] es una forma de adormecer los sectores más empobrecidos (y mayoritarios) del país y acobijarlos en un mundo de ilusión, fantasía y esperanzas.

Y en una nación fuertemente providencialista con altos déficits educativos, como lo es Nicaragua, este tipo de manipulaciones oportunistas a la cultura religiosa nicaragüense, actúan de manera contundente. Sólo el gasto público anual en educación ronda US $ 70 por persona, casi un 10% de lo que invierte su vecino, Costa Rica.

Represión política

Nada ni nadie tiene escapatoria. Desde su llegada al poder, Ortega depuró la burocracia al estilo spoils system, excluyendo cualquier criterio meritocratico e igualitario para acceder a un cargo público.

La situación actual es tan critica y evidente que diversos gobiernos latinoamericanos -como el mexicano- han emitido alertas de viaje a sus ciudadanos »desaconsejando involucrarse en actividades de carácter político» en este país. La persecución no cesa de aumentar tanto en el campo con la detención de campesinos y campesinas en contra de la expropiación de sus tierras y mineros en contra de las concesiones mineras en diversas comunidades rurales, como en la ciudad con la expulsión de representantes de ONGs, académicos, periodistas, caricaturistas, politólogos, misioneros, ambientalistas, cineastas, representantes residentes de Naciones Unidas hasta funcionarios públicos como sucedió recientemente con la arbitraria destitución de 28 diputados opositores al gobierno de Daniel Ortega en la Asamblea Nacional, dejando como partido único al Frente Sandinista en dicho órgano estatal.

En búsqueda de su tercera reelección presidencial consecutiva, Daniel Ortega se ha convertido en lo que antropología social se denomina el »Gran Hombre», esa figura que está presente en todos los elementos del poder y consigue mantener su posición gracias a su capacidad de persuasión y sabiduría.

Ortega y su esposa hacen y deshacen, sin rendir cuentas o explicaciones a nadie. Desde dar asilo político a un ex presidente salvadoreño acusado de corrupción y enriquecimiento ilícito en su país hasta nombrar a un difunto como presidente del Parlamento.

Después de tantos acontecimientos, guerras y revoluciones, Nicaragua vuelve a sembrar una autocracia familiar.

Somos una nación históricamente gobernada por demonios políticos donde los engaños y traiciones imperan y a la realidad se le es sustituida por la retorica.


El autor es estudiante de ciencia política y economía en la Universidad Lyon II.

Bibliografía

[1] Según el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2015. Guatemala se encuentra en el puesto 128, Honduras en el 131 y Haití en 163. http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_2015_report_sp.pdf 

[2] Privilegios que niegan. Desigualdad extrema y secuestro de la democracia en América Latina y el Caribe. 30 septiembre 2015

https://www.oxfam.org/es/informes/privilegios-que-niegan-derechos

[3] Programa Estado de la Nación. 2016. Quinto Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible. San José, Programa Estado de la Nación. http://www.estadonacion.or.cr/erca2016/

[4] «Compañera Rosario: Gran Canal Interoceánico es una llave que abre puertas de progreso» en El 19 digital, 22/12/2014. http://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:24743-companera-rosario-gran-canal-interoceanico-es-una-llave-que-abre-puertas-de-progreso-y-ensancha-luces-de-porvenir

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.