Recomiendo:
0

Puerto Rico

Hacia nuestro propio 26

Fuentes: Rebelión

El 25 de julio en Puerto Rico se conmemoraron tres acontecimientos de dolorosa significación histórica que no admiten celebraciones. El 25 de julio de 1898 ocurrió la invasión de las tropas estadounidenses a Puerto Rico, lo que nos convirtió en su colonia. Fuimos el botín de guerra para EEUU; su bastión de militar contra puertorriqueños […]

El 25 de julio en Puerto Rico se conmemoraron tres acontecimientos de dolorosa significación histórica que no admiten celebraciones.

El 25 de julio de 1898 ocurrió la invasión de las tropas estadounidenses a Puerto Rico, lo que nos convirtió en su colonia. Fuimos el botín de guerra para EEUU; su bastión de militar contra puertorriqueños y latinoamericanos.

El 25 de julio de 1952 se creó el Estado Libre Asociado, un embeleco del gobierno invasor para hacerle ver al mundo (léase Naciones Unidas) que tenemos un gobierno propio, lo que es falso, seguimos siendo su colonia. Ni somos Estado, ni somos libres y para más, su Constitución prevalece sobre la nuestra. Nuestra constitución -en letra menuda- le fue entregada al Congreso estadounidense para «su corrección y visto bueno» antes de ser aprobada por el pueblo puertorriqueño.

El gobierno colonial celebra este día en un ritual donde el discurso del gobernador de turno pondera la supuesta libertad adquirida, dando loas a una democracia inexistente y cerrando los ojos a la verdad: seguimos siendo colonia de Estados Unidos.

El 25 de julio de 1978 fueron masacrados dos jóvenes independentistas universitarios. Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví fueron emboscados por la policía y el agente que los dirigió hasta el cerro Maravilla a donde supuestamente irían a hacer un acto de reivindicación patriota en unas torres de comunicación. La policía los esperó; a la orden de que salieran del automóvil que los transportaba (de hecho, fue un transporte público, no fueron en vehículo propio) fueron abaleados sin miramientos mientras el agente que los llevó engañados gritaba «No disparen, soy agente.» No llevaban bombas; solo su inocencia y el amor a su Patria. El agente sobrevivió. La verdad de lo ocurrido en Maravilla la dio a conocer el conductor del vehículo público que agobiado por lo que vio aquel día, narró los hechos a los periodistas. La historia verdadera conmocionó al país.

Para los puertorriqueños, el 25 de julio no es significado de fiesta, sino, de ignominia. Es una fecha que nos niega como pueblo y enlutece nuestra historia. Eso sí, estamos seguros que algún día tendremos y celebraremos como la hermana Cuba, nuestro propio 26. A eso vamos.

 Vilma Soto Bermúdez  es Miembro de la Secretaría de Asuntos Internacionales del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico

 

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.