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Entrevista al economista-político Julio Gambina sobre la situación tarifaria en Argentina y los cambios institucionales en Cuba

«Hay política económica para dos sectores, uno que recibe los beneficios, que es minoritario, y otro mayoritario que queda afuera»

Fuentes: Rebelión

M.H.: ¿Podemos hablar de una rebelión contra las tarifas? J.G.: Y bien podés recuperar la rebelión que hubo al inicio del gobierno de Macri, a comienzos de 2016, una de las primeras crisis políticas del gobierno fue por las tarifas de servicios públicos. La gran movilización y el accionar de la justicia hicieron que se […]

M.H.: ¿Podemos hablar de una rebelión contra las tarifas?

J.G.: Y bien podés recuperar la rebelión que hubo al inicio del gobierno de Macri, a comienzos de 2016, una de las primeras crisis políticas del gobierno fue por las tarifas de servicios públicos. La gran movilización y el accionar de la justicia hicieron que se morigeraran y postergaran las actualizaciones de tarifas. A partir de ahí empezó toda una estrategia institucional por parte del gobierno para poder aplicarlas y es lo que venía haciendo este año, que incluso se lanzó un cronograma de actualización de las tarifas que llega hasta junio.

La movilización popular otra vez se hizo presente e impactó en el sistema político, hubo un intento de sesión en el Parlamento que estuvo a punto de lograrse para discutir el tema y eso motivó el primer mensaje en cadena que fue más un spot publicitario que otra cosa, del Presidente Macri aludiendo al tema de las tarifas y de alguna manera asociando a gobernadores e intendentes del país para que bajen tasas, impuestos y recular sin hacerlo del todo, no dando el brazo a torcer con la cuestión de fondo que es la actualización de las tarifas, pero intentando transferir a municipios y provincias una parte del ajuste que hasta ahora pretendía trasladarse a usuarios domiciliarios, usuarios empresarios, con un impacto muy fuerte en sectores de menos ingresos, con familias que no pueden pagar o de emprendimientos económicos o sociales que se ven ante la discusión si pagar las tarifas de servicios públicos o atender a su objetivo principal.

Es un tema que ha generado un debate político muy interesante que por ahora, y para mi criterio, lamentablemente solo está contenido en la tarifa. Creo que sería bueno abrir un debate sobre la cuestión energética si se quiere, o sobre si los servicios públicos, en este caso la energía, es una mercancía o es un derecho de la sociedad.

Macri en su mensaje plantea que la energía no es gratis, y claro, nada lo es, cualquier bien o servicio generado por el trabajo humano tiene un costo, el problema es quién se hace cargo de pagar ese costo y cómo se distribuye en el conjunto de la sociedad. Porque si la energía, por ejemplo, es una mercancía más, la paga el que tiene ingresos y el que no tiene ¿qué va a hacer? Entonces se buscan soluciones como el de la tarifa social, o mecanismos similares que no alcanzan a cubrir las necesidades del conjunto de la población.

Lo que pasa con la energía sucede con la salud, con la educación, pasa en todo nivel y lo que se está gestando no es desde ahora sino desde hace muchos años, es una Argentina en dos velocidades, una parte importante de la sociedad que está bajo la línea de indigencia, bajo la línea de la pobreza, con dificultades de ingresos, con informalización explícita en las relaciones laborales, que no tiene acceso a un conjunto de bienes y servicios para satisfacer necesidades, y otra parte que recibe los beneficios de la desigualdad, de la fuerte concentración de ingresos y riqueza que hay en el país.

Por lo tanto, hay política económica claramente para dos sectores, una parte que puede recibir los beneficios de la política económica, que es minoritaria, y otra mayoritaria que queda afuera.

M.H.: Has visitado en muchas oportunidades y reflexionado sobre Cuba, donde se produjo un cambio histórico. De alguna manera se corre del escenario Raúl Castro, sucesor de su hermano Fidel, para darle lugar a un Presidente cubano que no participó de los hechos de la revolución del 59. ¿Cómo ves este cambio y el futuro de Cuba?

Nadie sabe todavía cómo funciona una sociedad socialista

J.G.: Me parece que es interesante señalar, en primer lugar, que Cuba es un proyecto político que trata de dar previsibilidad. Recién decías y se usa mucho la expresión «Raúl Castro se corrió» y no es así, sino que se establecieron en su momento normas de funcionamiento político donde ningún dirigente podía estar más de dos períodos en función de gobierno. Eso es lo que ocurrió ahora, se terminaron los dos períodos y, por lo tanto, lo que correspondía era que la Asamblea Nacional del Poder Popular, la institución de gobierno en Cuba, designara el nuevo Consejo de Ministros.

Ahí hay un proceso de renovación muy importante, no solo en el Presidente, que es Miguel Díaz Canel, hombre que nació el año de la revolución, acaba de cumplir 59 años, nació el mismo año del triunfo de la revolución cubana. Pero además una Asamblea Nacional que tiene paridad de género en su composición y que en el Consejo de Ministros ha instalado también la paridad de género y hay un crecimiento de la población negra en la Asamblea y en el Consejo. Temas que son muy poco conocidos en el análisis político de qué es lo que está aconteciendo en Cuba. Y con un desafío muy grande, sobre todo por tu pregunta a futuro, de continuar el cambio de modelo económico que empezaron en 2011.

En ese año la dirección de la revolución cubana con Fidel a la cabeza, señalaron que el modelo económico cubano no estaba funcionando, que había que modificar una cantidad de cosas. Empezaron un proceso, lo primero que hicieron fue debatir, durante un año lo hicieron, se contabilizan cerca de 9 millones de personas que protagonizaron ese debate. Para los que no lo saben, Cuba tiene 11 millones de habitantes. El cambio de modelo económico fue discutido a diestra y siniestra a lo largo y a lo ancho del país, en todos los ámbitos de trabajo, etc. Y uno de los temas principales fue que habilitaron la salida de trabajadores del Estado para la actividad privada, no de ámbitos estratégicos, como podría ser la minería del níquel, sino de aquéllos que se dedican, por ejemplo, a la gastronomía, en restaurantes, cafeterías y demás, a la generación de cooperativas urbanas, hoy más del 40% de la población trabajadora ya no revista en el Estado.

Muchos leen eso como una futura tendencia a la privatización de la economía. Yo corrijo el tema y digo que hay una tendencia a la privatización de sectores no estratégicos de la economía. Porque cualquiera que lee o escucha desavisado, enseguida asocia privatización a la de la Argentina en los ´90 y cuando hablábamos del tema energético decíamos que lo que primero habría que discutir es que para la sociedad argentina las privatizaciones de sectores estratégicos fue un fracaso, entre ellos la continuidad de YPF de gestión estatal, que sigue siendo privada y no en vano Macri mandó su mensaje con Vaca Muerta de paisaje de fondo, señalando que la Argentina ha vuelto a crecer en la producción de gas, cosa que es cierta, pero tiene que ver con la utilización del fracking y mecanismos altamente contaminantes.

Menciono esto porque no es lo mismo la privatización de la economía argentina que la reorientación de trabajadores del Estado en Cuba hacia el sector privado. Hay matices muy importantes. Otro matiz importante y que tiene que ver con el futuro es que Cuba ha decidido normalizar su situación de la deuda pública y la está pagando.

Alguien podría decir que en Argentina también se paga la deuda, el problema es que la deuda que está pagando Cuba la hace con procesos de renegociación, por ejemplo, la deuda que reclamaba Rusia se negoció con una condonación del 90%. Y el 10% restante se paga con convenios de inversión rusa en Cuba para proyectos de desarrollo productivo, que son consensuados entre los dos países. Algo muy distinto a la hipoteca que supuso el pago de la Argentina a los fondos buitres ni bien asumió el gobierno de Macri, que fue un acuerdo parlamentario de oficialismo y oposición, obtuvo votos del PJ y de otros partidos que facilitaron ese acuerdo.

Yo creo que hay un tema muy interesante para discutir, primero la autocrítica de Cuba que plantea la necesidad de modernización, readecuación del modelo económico insistiendo hasta el cansancio, sin abandonar el proyecto socialista. Lo que Cuba discute como una experiencia que intenta el tránsito del capitalismo al socialismo, es plantearle a la sociedad mundial que en las condiciones actuales de 2018 Cuba se sigue animando a plantear un proyecto socialista.

Como dijo Fidel en su momento, nadie sabe todavía cómo funciona una sociedad socialista, es una experiencia en construcción y Cuba es una de las experiencias más interesantes para analizar ese tránsito. Creo que ha dado pasos muy importantes en el plano político, vos lo señalabas bien, este va a ser el primer Jefe de gobierno que no protagonizó aquel acontecimiento originario de la llegada a La Habana el 1º de enero de 1959. Es un hijo de la revolución, acaba de cumplir años. Es un ingeniero que ha hecho una carrera, un desarrollo de actividad más que interesante. Además de ser Vicepresidente primero del Consejo de Ministros acompañando a Raúl Castro en la última etapa, antes fue Ministro de la Educación Superior y anteriormente, entre muchas otras actividades, fue Secretario del Partido Comunista de Cuba en Olguín que es la provincia minera del níquel. Bajo su gestión al mando del Partido estimuló la presencia de la primera gobernadora de un Estado provincial. Hoy las mujeres han ido creciendo en los puestos de las provincias cubanas, en los municipios. La tendencia es a la igualdad de género en los procesos de toma de decisión del sistema político en Cuba.

Entre las características importantes de Díaz Canel y que tiene que ver con la renovación, en Olguín impulsó un importante desarrollo de la cultura, en acuerdo con muralistas, músicos, pintores de muy diversas características, impulsando como cosa curiosa bares temáticos, un bar dedicado a Los Beatles con una mesa en la que está el cuarteto compartiendo y que cualquier persona que va puede acercarse a esas estatuas. O un bar temático asociado al Jazz, entre muchos otros. Un despliegue de la cultura popular, social, un fuerte vínculo con los sectores juveniles que es uno de los desafíos que plantea la revolución cubana, en el sentido que las nuevas generaciones están muy lejos de aquel apetito revolucionario que había en los 50 que motivó que jóvenes como Fidel, Raúl, Camilo Cienfuegos y el Che se encaminaran en ese proceso revolucionario que terminó en el triunfo de 1959, por lo tanto, recrear los vínculos con la juventud cubana actual es un tema muy importante en la perspectiva de desafío.

Todo esto en el marco de una fuertísima ofensiva de las clases dominantes ante cualquier proyecto de cambio en la región. Estos últimos días el tema ha estado muy caliente en Nicaragua. El propio gobierno nicaragüense, del Frente Sandinista de Liberación haciendo caso a una sugerencia del FMI intentó aplicar una reforma regresiva en el sistema de pensiones y se motorizó una rebelión que fue estimulada e impulsada por sectores opositores y el gobierno retiró la reforma y en el medio quedaron una treintena de muertos, tanto de la policía como de manifestantes.

Esto de Nicaragua es parte del retiro de Argentina y sus socios en la región de Unasur. Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, Colombia, Perú, que plantean que se retiran porque creen que Venezuela y Bolivia son obstáculos. Pensar la subsistencia de Cuba en las condiciones de ofensiva de las clases dominantes a escala mundial y regional es para pensar seriamente. Muchos pensaron que Cuba se iba a caer en los ´90 cuando cayó la URSS. 

M.H.: Durante el período especial.

J.G.: Quien conoce un poquito de Cuba sabe que lo curioso es cómo en ese período especial de grandes restricciones económicas Cuba no bajó su presupuesto social, de educación y salud, siguió estimulando el desarrollo educativo y de la salud, que es uno de los sectores que se destaca por la innovación tecnológica en materia de vacunas y biotecnología. Si hay un país que le ha dado aliento a la ciencia y a la técnica es Cuba. Con premios y destaques internacionales.

Menciono todo esto no porque el modelo cubano sea perfecto, sino para señalar que es una experiencia muy interesante para estudiar y lamentablemente los medios hegemónicos la maltratan e incluso califican risueñamente el acontecimiento político que estamos comentando como una nueva etapa de la dictadura en Cuba, de una designación a dedo, sin comprender la lógica democrática que supone la elección que es totalmente distinta a cómo se procesa en la mayoría de los países, vía partidos políticos que compiten entre sí y que ahora está claramente demostrado que lo hacen ayudados por la corrupción de las grandes empresas que financian las campañas políticas de todos los partidos.

Eso vale para Brasil, el Lava Jato y la discusión que hay sobre las coimas de las empresas, pero también vale para la Argentina, para EE UU con empresas que financian a todos los partidos, que ponen huevos en todas las canastas para asegurar la devolución de favores luego con esos gobernantes.

Ahora se ventila la corrupción kirchnerista porque la justicia en la Argentina esconde la corrupción macrista. Pero sectores ultra liberales señalan que Macri es hijo de una familia que fue beneficiada por los negocios estatales desde la dictadura militar en adelante. Por lo tanto, la cuestión de la corrupción tal como existe en Argentina, Brasil y en el capitalismo mundial es un tema muy alejado de lo que acontece en países como Cuba, por las limitaciones que supone el bloqueo estadounidense que no permite que haya inversiones estadounidenses en la isla.

Pero las condiciones en que funciona la economía y la política en Cuba son para ser estudiadas seriamente y no ser maltratadas como lo plantea la prensa hegemónica y es un tema para pensar todos nosotros, no para ser copiada, sí para ser emulada.

Para volver al tema original de la energía, es para pensar si en nuestro país, por ejemplo, no se trata solo de volver a la empresa estatal antes de las privatizaciones sino que a lo mejor la solución del problema energético en la Argentina es la socialización en la gestión de la energía, o sea, que los usuarios, los sectores económicos, cooperativas, pequeños empresarios, productores del campo, de la ciudad, se hagan cargo de la gestión empresaria desde la producción del insumo estratégico que es el petróleo hasta la distribución y transporte de la energía.

La Argentina está pagando el precio internacional del petróleo casi U$S 70 el barril cuando el costo de producción en Argentina está cerca de los U$S 10. Así que hay un margen de ganancia que lo acumulan las grandes petroleras y eso es lo que explica que en la Argentina en los últimos años lo que ha crecido es la remesa de utilidades al exterior, junto con otros mecanismos de fuga de capitales.

Cuba a contramano de lo que acontece en la mayoría de los países de América Latina, sobre todo los más desarrollados como México, Brasil, Argentina o Colombia, intenta un proyecto a contramano de la lógica de la ganancia y de la mercantilización. En ese camino va ensayando, yendo para adelante, volviendo para atrás y creo que lo que se ha abierto ahora es un desafío muy importante que ojalá sea más estudiado y analizado con seriedad en las Universidades en la Argentina. Yo hago un ensayo con alumnos de posgrado en varias universidades públicas en la Argentina donde enseñamos el modelo económico implícito en la Constitución boliviana, en la ecuatoriana, en la venezolana y los lineamientos del cambio económico en Cuba.

Es sorprendente cómo profesionales de las más distintas profesiones de la Argentina que cursan esos posgrados, no tienen ni idea del régimen político, económico y social de países que han intentado en los últimos años, novedades como que el Estado boliviano es un Estado plurinacional o que la economía comunitaria tiene carácter constitucional o en Ecuador donde la naturaleza es un sujeto de derecho, cuando en todo el mundo solo las personas físicas lo son.

Yo creo que hay una inmensa ignorancia de parte de las personas que supuestamente debieran haber cultivado el intelecto por haber cursado estudios universitarios y que están cursando cursos de posgrado y, sin embargo, son novedades generadas en América Latina y no las conocen. Por eso me parece que es muy útil profundizar la experiencia cubana, incluso la experiencia venezolana muy maltratada por la prensa y por este destrato que han tomado esos seis gobiernos de la región que se retiran de la Unasur agrediendo gratuitamente a Venezuela.

Aunque no sería gratuitamente, porque hay un interés malicioso planteando que había que convocar a elecciones, se convocó a elecciones, después hicieron que las postergaran, se postergaron, y ahora señalan que no van a reconocer el resultado electoral, porque saben que pierden. Porque hay un apoyo social muy importante, masivo, para ese proyecto de cambio que cuesta instalar porque hay una ofensiva de sectores hegemónicos a nivel global que atacan a Venezuela, desde EE UU y lamentablemente con el triunfo electoral del gobierno argentino se ha convertido en un liderazgo en la región que está muy por encima de aquéllos surgidos de golpes de Estado «blandos» como se les llama ahora, como es el caso de Brasil.

Entonces creo que hay que estudiar y mirar seriamente lo que acontece en Cuba, la complejidad de la realidad venezolana e incluso la boliviana que es destacada como la que tiene mejores resultados económicos en la coyuntura. Pero todos son procesos muy complejos que pueden ayudarnos en nuestro caso para ver cómo superar esta etapa y cómo generar una discusión en la sociedad para que el debate no se quede, por ejemplo, en el tema de las tarifas, sino que salgamos a discutir el modelo económico. No se trata solo de desmercantilizar, tampoco se trata de volver a la economía estatal sino a mecanismos de socialización de la toma de decisiones para el modelo productivo y de desarrollo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.