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La necesidad de la integración económica y regional en Latinoamérica (I)

Fuentes: Barómetro Internacional

La lucha contra la pobreza es parte de la búsqueda de un desarrollo sostenido El gran desafío en América Latina (AL) y el Caribe, es crear mecanismos de integración económica, la capacidad de las naciones que componen la región, tanto en materia energética, petróleo, metales, agua, agricultura, ganadería, permiten conformar una unidad económica, una suerte […]

La lucha contra la pobreza es parte de la búsqueda de un desarrollo sostenido

El gran desafío en América Latina (AL) y el Caribe, es crear mecanismos de integración económica, la capacidad de las naciones que componen la región, tanto en materia energética, petróleo, metales, agua, agricultura, ganadería, permiten conformar una unidad económica, una suerte de Mercado Común, donde las formas de intercambio, se establezcan de manera equilibrada, es decir que los niveles de intercambio, se basen en tasas de créditos accesibles, como los aranceles, como los plazos de pagos. Tampoco la idea es obviar los cambios del mercado, porque a nivel global, las reglas de juego, están marcadas por los grandes monopolios, los efectos de la crisis en Europa, determinaron graves desajustes en las exportaciones de países de América Latina.

De la misma manera, las políticas proteccionistas de EEUU, como sus crisis interna económica, crean desajustes macroeconómicos, en países como México, Centroamérica, El Caribe, porque son naciones que tienen Tratados de Libre Comercio (TLC), que son afectados por los vaivenes de la economía neoliberal capitalista.

La diversidad es un factor a tomar en cuenta en la integración de América Latina, lo cual no podemos obviar en nuestro artículo, pero el avance en materia de la unidad regional, ha sido demostrado en los distintos mecanismos de integración, luego de experiencias nefastas, de la Alianza para el Progreso, entre otras experiencias importadas de EEUU. En un nuevo intento surgía la propuesta presentada por George Bush, en una Cumbre en el año 2005 en Mar del Plata, donde el ALCA (TLC) entró en crisis, a tal punto que muchos ya lo consideran como un proyecto muerto.

Pero no fue mera casualidad esta derrota de EEUU, fueron los presidentes Luis Ignacio Da Silva (LULA), el desaparecido presidente Néstor Kirchner, como el presidente Tabaré Vázquez, se oponían a la veracidad de un verdadero libre comercio, pero fueron el desaparecido presidente Hugo Chávez y Fidel Castro, los que enfrentaron el efecto devastador, en las economías regionales, creando una mayor dependencia, a los centros de poder monopólicos de EEUU.

Para analizar con mayor profundidad buscamos referencias en el SELA

El Sistema Económico Latinoamericano, elaboro un informe, sobre las «Perspectivas para América Latina 2014», el mismo fue realizado en conjunto por la CEPAL, y el OCDE (Banco de desarrollo de América Latina), marcando algunos conceptos importantes, para definir las expectativas a nivel regional. Obviamente muchos de las sugerencias de estas instituciones, tiene un marcado acento en los modelos de desarrollo neoliberales, siguen viendo a EEUU, como el principal socio de A.L., por la cercanías en el área, para evitar pago de mayores traslados, como aranceles, pero en el fondo busca la interdependencia a la economía estadounidense.

El informe enfatiza sobre los logros de la primera década del Siglo XXI, al señalar que «En la década pasada, América Latina registró una expansión económica que fue acompañada por importantes avances en materia de reducción de la pobreza. Entre 2003 y 2012 la región experimentó un crecimiento promedio anual del 4.0%, a pesar de la contracción registrada como consecuencia de la crisis financiera internacional (2008-09). Dicho crecimiento se debió principalmente a un escenario internacional favorable, marcado por un rápido crecimiento del comercio mundial y un incremento en los precios de las materias primas, que resultó en términos de intercambio por demás positivos para la región». 1.

Posteriormente nos muestra otra tendencia al considerar que «Actualmente, el escenario internacional se presenta menos favorable como resultado de la desaceleración en la demanda externa, la moderación en los precios de las principales materias primas exportadas por los países latinoamericanos, y la incertidumbre generada por un eventual endurecimiento en las condiciones financieras y monetarias globales». 2.

Pero al mostrarnos el nuevo escenario, los avances en materias sociales, insiste en los ajustes macroeconómicos, como una variable, al afirmar que «Si bien el deterioro en los términos de intercambio en los últimos años continua siendo inferior al promedio de la década anterior, actualmente existe menos espacio para estimular la demanda interna, se registran nuevas demandas sociales, y persisten limitantes estructurales que le restan dinamismo a la región. Las perspectivas de un menor crecimiento en el mediano plazo pone en riesgo la consolidación de los avances realizados en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y hace urgente la adopción de reformas que promuevan la profundización del mercado regional y permitan a los países latinoamericanos capturar un mayor desarrollo.» 3.

En el marco de este estudio se hacen algunas reflexiones menos drásticas

Al sostener algunas posibilidades, de mantener una relativa perspectiva, en esta década, refiriendo a América del Sur, al señalar que «En el caso de América Latina, la situación luce relativamente manejable. Por un lado, las necesidades de financiamiento externo de la mayor parte de los países son moderadas, por lo que no se precisarían ajustes drásticos de la demanda doméstica para mejorar la cuenta corriente. Sin embargo, los países de Centroamérica y el Caribe con déficits elevados son en general más vulnerables. Asimismo, aquellas economías con acceso limitado a los mercados de capitales globales, podrían verse también en dificultades para obtener financiamiento adicional». 4

Para concluir en esta parte, al sustentar que «En resumen, el escenario externo que se dibuja para la región sigue siendo favorable, pero menos benigno que en años anteriores, debido al menor impulso para las exportaciones de la región que supondrá un crecimiento global menos pronunciado que en la década anterior, a los precios de las materias primas en niveles elevados pero sin perspectivas de mayores ganancias y a condiciones de financiamiento menos holgadas. Los principales riesgos de este escenario serían un recrudecimiento de la crisis en Europa, una reducción brusca del crecimiento en China o un ajuste monetario más rápido de lo esperado por parte de la Reserva Federal». 5

En esta primera parte nos parece importante establecer, que pese a los efectos externos, como son la crisis en una nueva fase, porque no podemos calificar como cíclica, como la de 1929, es una crisis que ha llevado a Europa, a establecer los ajustes más drásticos en el viejo continente, desde la 2da guerra mundial, es una fase del modelo neoliberal, que ha creado burbujas financieras, sustentada en grandes monopolios, que dominan la industria, la banca y el sistema financiero, además vinculado al gran complejo de la Industria Militar, principal mercado de ingresos para EEUU y Europa.

Tampoco podemos cerrar los ojos, ante la dependencia con el sistema económico mundial, es imposible soslayar la dependencia de los centros de poder, pero existen posibilidades, de crear una integración latinoamericana, no en los discursos, en las conferencias, se debe avanzar en una unidad real, Mercosur, Alba, son referentes de intercambio. Pero aún subsisten las asimetrías, entre las naciones más fuertes, del Cono Sur, como entre México y los países centroamericanos, ni pensar en El Caribe, que mantienen una doble relación con América Latina y países europeos, como miembros asociados. Ante esta realidad la CELAC, puede jugar un papel importante, para construir un desarrollo conjunto de la Región.

Nota:

Lo señalado del 1 al 5 son citas o frases del informe del SELA

Fuente: http://barometrointernacional.bligoo.com.ve/por-diego-olivera-la-necesidad-de-la-integracion-economica-y-regional-en-latinoamerica-parte-1