Dos pruebas irrefutables de esa apuesta decidida. El vicepresidente de la Comisión Europea, encargado del euro y de diálogo social, Valdis Dombrovskis [VD], un político institucional letón, de la derecha conservadora nacionalista (fue ministro de Economía y primer ministro de su país), un físico formado en Alemania (nada que ver con Alan Sokal por ejemplo […]
Dos pruebas irrefutables de esa apuesta decidida.
El vicepresidente de la Comisión Europea, encargado del euro y de diálogo social, Valdis Dombrovskis [VD], un político institucional letón, de la derecha conservadora nacionalista (fue ministro de Economía y primer ministro de su país), un físico formado en Alemania (nada que ver con Alan Sokal por ejemplo y mucho menos con Einstein), en entrevista con Xavier Vidal-Folch [1], ha asegurado que la Comisión no interferirá en la libre decisión de los ciudadanos griegos del próximo 25 de enero.
No intervendrá, libre decisión, ciudadanía, Grecia.
¿No intervendrá? No lo hará, ha remarcado. De hecho, no ha pasado nada, no hay que alarmarse. Se han suspendido las negociaciones sobre la evolución del rescate con el gobierno saliente y se espera que haya un nuevo gobierno para remplazarlas. Eso sí, sin transgredir aparentemente el principio de no contradicción (o haciéndolo, ¡a quién le importa esa nimiedad!), Herr VD ha insistido que, en Europa, los compromisos que se adquieren se tienen que cumplir; que Grecia, gracias a la política de «austeridad» que ha llevado a la ciudadanía más vulnerable al infierno y dos pasos más allá, ha vuelto al crecimiento; que el paro se ha reducido levemente (¡poco pero por algo se empieza!); que se está restaurando la estabilidad financiera del país y que, como es de toda evidencia, discutir la importancia de esto último es de tontos. Lo que conviene ahora es seguir como hasta ahora, que mantenga la evolución, que permanezca la estabilidad. ¿Quién puede apostar por lo contrario?, ¿quién se atreve?, ¿quién puede ser tan estúpido?
¿Está claro? Está claro: no hay intervención de la UE. El vicepresidente del diálogo social de la UE lo ha dejado claro..
La directora del Fondo Monetario Internacional [2] también ha intervenido en el cuadrilátero [2]. ¿Cómo? Advirtiendo a la ciudadanía griega que habría consecuencias de «producirse una reestructuración de la deuda pública tras unas elecciones para las que un partido opuesto al rescate internacional encabeza los sondeos». Syriza, como se recuerda, se ha limitado a afirmar que acabará con la austeridad impuesta por el rescate y que pedirá a sus interlocutores internacionales renegociar las deudas de Grecia. No ha hablado de salir del euro, de dejar de pagar la deuda, de no pagar los intereses.
Tsipras ha sugerido una conferencia inspirada en la reunión celebrada en Londres en 1953. Las potencias occidentales acordaron entonces recortar a la mitad la deuda de Alemania Occidental después de la II Guerra Mundial. Tsipras ha pedido un «momento de solidaridad» parecido con Grecia. ¿Es irracional su petición, un absurdo económico? Las declaraciones de Christine Lagarde, al Irish Times, al ser preguntada por esta idea de celebración de una conferencia sobre la deuda fueron las siguientes: «En principio, los esfuerzos colectivos son bienvenidos, pero al mismo tiempo una deuda es una deuda y es un contrato. No pagar, reestructurar, cambiar las condiciones tiene consecuencias en la firma y en la confianza en la firma». ¿Está claro? Está claro.
Definitivamente, tanto la UE como el FMI esperan la reacción que van a desencadenar con toda seguridad. Que les enviemos a tomar viento y que el próximo domingo irrumpa en Grecia un gobierno que ubique los derechos de la ciudadanía trabajadora en el puesto de mando de sus preocupaciones más urgentes. O humanismo esencial o barbarie capitalista.
Addenda: ¿No habría que tomar ejemplo de un pueblo que sigue teniendo a Demócrito, Epicuro, Zenón y Aristóteles entre sus filósofos más destacados?
Notas:
[1] El País, 19 de enero de 2015, p. 22.
[2] https://es.finance.yahoo.com/noticias/lagarde-advierte-grecia-del-impacto-081930049.html
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