Pacific Rim, la misma empresa minera que mantiene una millonaria demanda contra El Salvador ante el Banco Mundial, por no permitirle explotar oro y plata en el país, perdió una demanda que hizo contra siete campesinos y activistas del Comité Ambiental de Cabañas en un tribunal salvadoreño. Los delitos que Pacific Rim les imputaba a […]
Pacific Rim, la misma empresa minera que mantiene una millonaria demanda contra El Salvador ante el Banco Mundial, por no permitirle explotar oro y plata en el país, perdió una demanda que hizo contra siete campesinos y activistas del Comité Ambiental de Cabañas en un tribunal salvadoreño.
Los delitos que Pacific Rim les imputaba a los campesinos son robo agravado, privación de libertad y daños y perjuicios a la propiedad privada. La parte demandante asegura que los hechos ocurrieron hace cuatro años, el 14 de noviembre de 2006. En el caso del robo agravado, se les acusa por tomar unos desarmadores y tenazas.
Antes de la audiencia realizada en el Juzgado de Paz de Sensuntepeque el pasado 25 de noviembre, Francisco Pineda, uno de los siete acusados y presidente del Comité Ambiental de Cabañas en defensa del Agua y la Cultura (CAC) dijo:
«Para nosotros la demanda es una presión, un seguimiento que nos ha estado dando la empresa, una persecución, con el objetivo de disminuir las protesta que nosotros mantenemos en contra de estos proyectos de explotación minera».
Después de la audiencia, este tribunal salvadoreño resolvió a favor de los siete campesinos, determinando que no encontraron ningún indicio o elemento probatorio para que se configuraran los delitos, por lo que los dejó «absueltos de toda culpa».
«Hay una cosa que es clara: la empresa Pacific Rim no ha recibido permiso para explorar, por la presión de las comunidades y del comité ambiental de Cabañas. Entonces, lo que quiere la empresa es atemorizar a las comunidades». Aseguró Ricardo Navarro, director del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA-Amigos de la Tierra).
Hasta la fecha, la resistencia pacífica de las comunidades contra la explotación minera en El Salvador ha dejado a tres personas asesinadas en 2009, precisamente por oponerse a las actividades mineras de Pacific Rim en el departamento de Cabañas, al norte de El Salvador. Estos crímenes aún no han sido completamente investigados y juzgados por la justicia salvadoreña.
Los ambientalistas advierten que las acusaciones y el «espectáculo público» que está causando la minera canadiense, sólo es una excusa para desviar la atención pública y perpetrar atentados contra activistas del movimiento contra la minería.