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Mujeres, las más afectadas por la contracción económica y la crisis social

Fuentes: SEMlac

Los gobiernos están tomando medidas para dar respuesta a la crisis del cuidado profundizada por la pandemia, pero los desafíos aún persisten.

La economía del cuidado es clave para una recuperación económica sostenible en América Latina, ya que la pandemia de covid-19 dejó la peor contracción económica y crisis social en los últimos años, lo que impactó fuertemente a las mujeres con desempleo, pérdida de ingresos y mayor carga de cuidados, aseguró la doctora Ana Güezmes García, directora de la división de asuntos de género en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Precisó que las mujeres en la Región trabajan más y ganan menos, dedican tres veces más tiempo que los hombres al trabajo de cuidados y «la mala noticia» es que no cambió la dinámica, ya que siguió a cargo de las mujeres a pesar de que el confinamiento lo compartieron con los hombres, por esta cultura del privilegio patriarcal, machista, que impacta muchísimo en cómo se distribuyen los recursos, el tiempo, el poder y el trabajo.

La doctora Güezmes García impartió la conferencia magistral vía remota «La Sociedad del cuidado como horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género», organizada por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el marco de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.

Los gobiernos, dijo, están tomando medidas para dar respuesta a la crisis del cuidado profundizada por la pandemia, pero los desafíos aún persisten.

Alertó que estamos ante «una paradoja de la recuperación» como se le ha llamado en la CEPAL, ya que para 2022 se prevé que los hombres recuperen la participación laboral que tenían previo a la pandemia, mientras que las mujeres apenas alcanzarían la participación laboral que tenían en 2008, es decir, de hace 13 años. «Si no hacemos algo nos vamos a quedar atrás y afuera», advirtió.

Seis de cada 10 mujeres de la región se concentran en sectores de alto riesgo afectados por la pandemia como la manufactura, el comercio, el trabajo doméstico remunerado y el turismo.

La propuesta de la economía del cuidado implica inversión, creación de empleos y oportunidades de participación en la economía de las mujeres
Estamos también, dijo, ante los desafíos de desfeminizar los cuidados, cambiar la idea de que es responsabilidad de las mujeres, democratizar que haya corresponsabilidad de la familia, el Estado y las empresas, y desmercantlizar; es decir, que todas las personas deben acceder a cuidados asequibles y accesibles.

Los países, dijeron, deben tomar medidas como aumento en el salario mínimo o las transferencias contributivas que ayudan a que las mujeres tengan ingresos y no se avance a la feminización de la pobreza.

También se requiere un nuevo pacto fiscal, que amplíe la recaudación de forma progresiva y oriente estratégicamente el gasto y la inversión hacia una recuperación transformadora con igualdad entre hombres y mujeres.

Aseveró que la CEPAL tiene una agenda Regional de Género en la cual los países en América Latina y el Caribe están comprometidos a impulsar estrategias de mitigación y recuperación transformadora desde un enfoque de género a nivel regional.

Consideran importante romper el silencio estadístico, visibilizar la situación que enfrentan las mujeres y fortalecer los sistemas de información de/con perspectiva de género para ofrecer una imagen clara de las áreas que deben priorizarse y para monitorear los avances y retrocesos en la igualdad de género.

La sociedad del cuidado debe ser el horizonte para una recuperación transformadora, sostenible y con igualdad de género. Necesitamos un viraje urgente en el estilo de desarrollo para avanzar hacia una sociedad del cuidado en la que se reconozca la interdependencia entre las personas; entre los procesos productivos y la reproducción social; y que ponga la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro», explicó.

Se busca, dijo, que se ponga fin a la cultura del privilegio patriarcal, y que garantice los derechos de las personas que requieren cuidados a lo largo del ciclo de vida y de las personas que cuidan.

Que elimine la precarización de los empleos del sector de los cuidados y avanza en su formalización y profesionalización. Dignificar el empleo, proponga el cuidado como categoría analítica de las políticas públicas y tenga al estado como garante de los derechos humanos y de las políticas de cuidado como regulador también.

Por su parte, la presidenta del INMUJERES, Nadine Gasman Zylbermann, señaló que México impulsa el Sistema Nacional de Cuidados que sea universal, sostenible, que garantice servicios de cuidado bajo los principios de accesibilidad, calidad y suficiencia, así como reconocer los derechos laborales de las personas que cuidan.