Hoy es 25 de abril, fiesta de la Liberación. Hoy se debería recordar que la República italiana se funda en la resistencia, en la lucha y el sacrificio de los partisanos. Desde hace tiempo soplan, sin embargo, vientos de revisionismo contra la Resistencia. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, en un discurso en el […]
Hoy es 25 de abril, fiesta de la Liberación. Hoy se debería recordar que la República italiana se funda en la resistencia, en la lucha y el sacrificio de los partisanos. Desde hace tiempo soplan, sin embargo, vientos de revisionismo contra la Resistencia. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, en un discurso en el osario del horno de Coazze donde están enterrados 100 de los 300 partisanos que murieron en Val Sangone, hizo una afirmación de verdadero resistente: «La Constitución republicana no es una especie de residuo bélico como algunos quisieran dar a entender…».
Berlusconi nunca había celebrado el 25 de abril. Este año, sí. Se lo exigió el líder de la oposición, y Berlusconi aprovechó la ocasión al vuelo: «No se la dejo [la celebración del 25 de abril] a la izquierda». Berlusconi no celebrará el aniversario de la Liberación en Roma ni en ningún otro lugar cargado de simbolismo resistente: lo hará en Onna, pueblo arrasado por el terremoto. Nadie le podrá decir que no ha celebrado la fiesta; nadie podrá quitarle otra magnífica platea, toda para él.
Sigue implacable la avanzada revisionista. Ya no es sólo la equivalencia entre los partisanos y los soldados de la República de Saló que hiciera el año pasado el ministro de Defensa. Hoy en via Tasso, sede del museo de la Liberación, se ven carteles fascistas que dicen: «Fuera del fascismo, nada». Hace dos días Angelo Idi, sacristán del Vigevano (en foto), el día en que se recordaba a las víctimas del Holocausto acogía esvástica en brazo a los fieles delante de su iglesia.
Copiamos a continuación tres comentarios sacados de la prensa resistente que reflejan bien la atmósfera poco festiva que se vive hoy.
1. Gennaro Carotenuto: «Es un 25 de abril que tiene al gobierno en la oposición. Un 25 de abril en el que no hay un solo ministro que haya crecido en la cultura de la Resistencia o un partido que haga referencia a la guerra de Liberación o a los valores de la Constitución. Nos gobiernan los ex-secesionistas de la Lega Padana, los ex-fascistas de Alianza Nacional, y los de Forza Italia, para quienes el 25 de abril no ha sido jamás una fiesta sino el triunfo de la ‘venganza y del odio de los vencedores contra los vencidos’. Es un 25 de abril que anuncia tormenta.»
2. Marco Revelli: «Hoy no hay nada que festejar. Ni que compartir. Sería hipócrita no decirlo. Admitámoslo. Con angustia, pero también con esa brizna de respeto que merece aún la verdad: el 25 de abril hoy se ha convertido en ‘tierra de nadie’. Un vacío en nuestra conciencia colectiva, si quienquiera puede invitar a quien le parece, incluidos los peores enemigos de nuestra democracia y los más abyectos displicentes de nuestra resistencia.».
3. El actor Moni Ovadia: «Si Berlusconi festeja el día del antifascismo, en el que recordamos la fundación de la democracia italiana en su plenitud, legitimamos su posición anómala y patológica. Hasta que no se vaya de la política no podremos restablecer la legalidad democrática en el país. El verdadero problema es esta izquierda reformista que no hace oposición y permite al presidente Zelig representar también el papel de antifascista».
El único modo de no deprimirse en un día así es ir a ver desfilar a los partisanos de verdad. En sus caras no hay lugar para la desazón, la tristeza o el desamparo. ¡Ahora y siempre, Resistencia!.