Seis universidades públicas de Uruguay y la Argentina conformaron la nueva cátedra con el propósito de contribuir a la creación de políticas de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen una alimentación apropiada para toda la población. «Soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias de producción, […]
Seis universidades públicas de Uruguay y la Argentina conformaron la nueva cátedra con el propósito de contribuir a la creación de políticas de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen una alimentación apropiada para toda la población.
«Soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias de producción, distribución y consumo de alimentos, que garantice una alimentación apropiada y suficiente para toda la población.» Bajo ese concepto, que implica un modelo distinto al sistema agropecuario dominante, acaba de conformarse la Cátedra Latinoamericana de Soberanía Alimentaria, que reúne espacios académicos de Uruguay y la Argentina (seis universidades públicas) y pronto sumará a otras facultades del Mercosur. «Es el inicio de un camino de articulación, con gran vinculación a los movimientos sociales, y dando la lucha en la academia por otro modelo posible y necesario», explicó Fernando Glenza, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
En 2003, en la UNLP, se inauguró la primera Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria. Junto a pequeños productores, campesinos, movimientos sociales y cooperativas comenzaron a abordar temas poco tratados en las facultades: semillas criollas, derecho al agua, agricultura urbana, revalorización de la identidad de los jóvenes rurales, forma de producción y comercialización de alimentos, concentración de la tierra y luchas territoriales.
En 2008 nació en la Facultad de Derecho de la UBA el Seminario Interdisciplinario sobre el Hambre y el Derecho Humano a la Alimentación. «El suministro de alimentos está filtrado por procesos económicos que niegan una ingesta adecuada a muchos al mismo tiempo que ofrecen una gran sobredosis a unos pocos afortunados. El problema no es la disponibilidad de alimentos, sino el acceso desigual a los mismos», afirma en sus fundamentos. Le siguieron la Cátedra de Soberanía Alimentaria en la Facultad de Agronomía de la UBA (2011), Universidad Nacional del Comahue (Uncoma, 2011). Y este año se sumaron Mar del Plata, Medicina de la UBA, Mar del Plata y Luján.
En 2009, en el Congreso Iberoamericano de Extensión, confluyeron espacios universitarios que trabajaban la soberanía alimentaria, donde surgió el proyecto de la Cátedra Latinoamericana. Ahora, en La Plata, las facultades de la Argentina y la Universidad de la República (Uruguay) rubricaron el acta fundacional. Entre los objetivos sobresalen propiciar convenios entre las universidades públicas y colectivos organizacionales, promover la articulación de saberes y prácticas, generar nuevas formas de conocimientos a partir de experiencias con los movimientos sociales, contribuir a la introducción de la soberanía alimentaria en la agenda pública regional y promover la formación en carreras de grado y cursos de posgrado. En noviembre, en el Congreso de Extensión Universitario del Grupo Montevideo (facultades del Mercosur) se sumarán nuevos integrantes.
«Es un gran paso consolidar la soberanía alimentaria en las universidades públicas, desde donde articularemos acciones en conjunto. Y también es un gran paso para fortalecer el trabajo entre la academia y los movimientos sociales respecto de la concentración de la tierra, el saqueo de bienes naturales y el derecho de todos a la tierra, al agua y a la vida», explicó Mercedes López, de la Universidad Nacional del Comahue.
El Servicio Central de Extensión de la Universidad de la República (Uruguay) trabaja junto a trabajadores rurales, cooperativas de viviendas y organizaciones sociales. Walter Oreggioni, agrónomo y docente, aborda la soberanía alimentaria en clave regional. «En Uruguay pasa lo mismo que en los demás países de Latinoamérica, donde hay un proceso de pérdida de derechos a decidir sobre su alimentación. Tiene directa relación con la concentración de la tierra y la producción y el avance del agronegocio. En Uruguay es muy notorio el avance de la soja y la forestación.» Matilde Nauar, también agrónoma, remarcó la necesidad de «voluntad política» de los gobiernos para apuntalar la soberanía alimentaria y la agricultura familiar. Y señaló como referencia al gobierno de Brasil, donde el Estado provee a las escuelas públicas con la producción orgánica de campesinos.
La Cátedra Abierta de Soberanía Alimentaria de la Universidad de Mar del Plata comenzó en agosto pasado (de la mano de la organización Amaranto Corriente Universitaria), donde confluyen trabajadores del puerto, poblaciones fumigadas con agrotóxicos, estudiantes y docentes. «El rol de la universidad hegemónica hoy es en beneficio del sector empresario, como legitimadora del discurso extractivista de las corporaciones», cuestionó Ana Berardi, geógrafa de Mar del Plata, y señaló otro camino: «Somos muchos los que impulsamos otra universidad, para y con el pueblo. Y en ese marco, la Cátedra Latinoamericana es un paso necesario para construir alternativas en clave regional en beneficio de los latinoamericanos y no para las transnacionales».
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-230152-2013-09-30.html