En Puerto Rico, la renuncia del gobernador Ricardo Roselló a raíz del escándalo desatado por las filtraciones telefónicas y las protestas encabezadas por artistas han abierto un nuevo escenario.
El Gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló (Partido Nuevo Progresista), renunciará hoy, 2 de agosto. Sin embargo, se trató de una renuncia anunciada: no tenía demasiadas posibilidades de continuar en el cargo después de que se conociese la divulgación de chats sexistas, misóginos, homofóbicos y de burla a diversos dirigentes políticos y víctimas del huracán María. Suscitó un conflicto nunca visto en las últimas décadas. Conformó y articuló diversas oposiciones sociales, políticas e incluso musicales. No siempre la erosión a la clase política es gratis, ni causa adhesión inmediata; y mucho menos parece redituable la impugnación a la diversidad sexual y a los derechos individuales en un continente donde los movimientos feministas y LGTBI han avanzado con una agenda con grandes porciones de legitimidad.
Los artistas Ricky Martin, Bad Bunny, Residente o Ednia Nazario -o pop, trap, rap y más pop- han saltado del escenario a la protesta. Esto indica dos cuestiones importantes. Una, que en la música boricua -con tanto impacto en la escena musical latinoamericana- existe una perspectiva que defiende las diversidades y derechos individuales; dos, que lo «social» tiene resonancias en sus biografías artísticas. A su vez, la música se convirtió un territorio más de interpelación juvenil frente a una clase política que ha dado poca respuesta a los problemas sociales y económicos, muchos de ellos potenciados con el huracán Maria (2017), por el que fallecieron más de 4.500 personas y quedaron como secuela destrozos millonarios.
La oposición política a Roselló y a su partido (vinculado al Partido Demócrata estadounidense) también estuvo en la calle de la mano de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz (Partido Popular). Esta dirigente escribió el libro «El poder está en la calle» (2011) y es defensora de los derechos de las diversidades sexuales y de los reclamos feministas. La publicación revela la transformación política de la legisladora y hace un llamado a formar alianzas multiideológicas para avanzar en soluciones a los problemas del país
El poder de la música y el poder de la calle fueron artífices principales de la protesta y del cambio de escenario en un Puerto Rico organizado durante décadas por las élites políticas locales y sus vínculos con los grandes partidos de los Estados Unidos. La foto de Ricky Martin, uno de los agraviados en los chats, y otros artistas reclamando la renuncia de Roselló mostró una cara novedosa de las movilizaciones en un Estado que nunca se había sacado de encima, en la era moderna, a un gobernador. Los chats divulgados demostraron un oficialismo vinculado a casos de corrupción y una significativa desidia por los efectos de los desastres naturales que padeció Puerto Rico. Existen sensibilidades que se transforman en límites para la política.
Las manifestaciones ciudadanas no son nuevas, como así tampoco la crítica al gobernador Roselló, y ello se debe ubicar en los destrozos que dejó el paso del huracán María por la isla sumados a una ayuda de Washington que jamás llegó (o lo hizo a cuentagotas). Sin embargo, las formas de protesta constituyeron una experiencia única de entretenimiento y reacción callejera, que llegó incluso a un «perreo» masivo -en alusión al baile y género nacido en la isla que fue utilizado como símbolo de identidad del Estado Libre Asociado- en las puertas de La Fortaleza.
En estos días, Donald Trump calificó de «terrible» al Gobierno de Roselló, con quien ya se había cruzado en 2017 por los fondos enviados por la Administración de los Estados Unidos para reconstruir la isla luego de la devastación que provocó el tornado. En 2018, el presidente norteamericano se enfrentó al Gobernador Roselló por el número de muertos: el aliado del Partido Demócrata indicó que había menos de 100 personas, cuando la cifra real era de casi 3.000 fallecidos.
El huracán político empezó hace aproximadamente dos años, y el vendaval climático con nombre de mujer tuvo efectos en toda la clase política. Roselló se quedó solo. No obtuvo el apoyo de Trump, menos aun de sus aliados Demócratas. Perdió la calle frente a artistas muy referenciados con los y las jóvenes, y con la oposición política. Por ahora, el sistema político esta desestabilizado y a la deriva.
Tras el vendaval nadie quiere asumir al cargo. El orden sucesorio previsto por la Constitución fue alterado, ya que es el secretario de Estado quien debería sustituir al gobernador; sin embargo, Luis G. Rivera Marín, quien ocupaba ese cargo hasta hace un par de semanas, también renunció por su participación en los chats. Mientras, la tercera persona en línea sucesoria para el cargo era la encargada de la Secretaria de Justicia, la abogada Wanda Vásquez Garced, quien en un inicio se mostró predispuesta, pero desistió el domingo ante las numerosas críticas y acusaciones en su contra. El cuarto no tenía edad suficiente. De este modo, Roselló designó como su sucesor al excongresista Pedro Perluisi para que complete su mandato (y es muy posible que si no se resuelven algunas expectativas ciudadanas, no se presente a las elecciones a gobernador en 2020).
El partido gobernante entra, como nunca antes, en una zona de descrédito significativo y pueden fortalecerse los opositores, como la alcaldesa de San Juan, rechazada por el propio Donald Trump, o toda la clase política puede iniciar un lento proceso de reconfiguración a partir de ese cambio que el poder de la música y la calle introdujeron en la escena boricua. En este momento, Puerto Rico posee un déficit de alrededor de setenta mil millones de dólares y suspendió pagos de deuda en 2017, año en que llegó Roselló. El efecto aleccionador de Trump de «no financiar a malos administradores» le permite seguir hablándole a su base electoral y retener los fondos de Puerto Rico. Al igual que el último corte de Bad Bunny y Residente, todos se encuentran «afilando cuchillos». Mientras tanto, el gobernador ha caído y otro escenario se monta en la isla.
Fuente: http://www.celag.org/puerto-rico-afilando-cuchillos/