Marcial Cabrera, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación de Nicaragua (Futatscon), habló con La Rel para expresar su profunda preocupación ante la grave situación que están viviendo decenas de trabajadores y trabajadoras de la planta de producción de Compañía Centroamericana de Productos Lácteos SA (PROLACSA), propiedad de la transnacional Nestlé. […]
Marcial Cabrera, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación de Nicaragua (Futatscon), habló con La Rel para expresar su profunda preocupación ante la grave situación que están viviendo decenas de trabajadores y trabajadoras de la planta de producción de Compañía Centroamericana de Productos Lácteos SA (PROLACSA), propiedad de la transnacional Nestlé.
-¿Qué está pasando en la planta de Nestlé en Matagalpa, Nicaragua?
-Durante los últimos meses, la empresa ha estado presionando al Sindicato de Trabajadores de Productos Lácteos SA (SINPROLAC) para que acepte negociar la salida de 41 trabajadores que están enfermos.
Aducen que la empresa está en crisis y que para poder seguir operando en Nicaragua necesitan cesar a estas personas que, por sus enfermedades, representan una carga para la empresa misma.
No pueden trabajar en turnos nocturnos, tienen bajo rendimiento, se enferman frecuentemente. Según Nestlé, esta situación afecta el proceso de producción y su capacidad para competir en el mercado.
Además, Nestlé está exigiendo que la cancelación de las prestaciones sociales sea en base a la legislación laboral vigente, y no en base a lo que quedó estipulado en el Convenio Colectivo.
De aceptar esta imposición de la empresa, los trabajadores y trabajadoras cesados se quedarían sin trabajo, enfermos y totalmente desprotegidos en cuanto al derecho de recibir lo que la negociación colectiva ha establecido.
-Una situación muy complicada.
-Y no es sólo eso, porque la empresa hasta pone en duda de que haya tanta gente enferma, asegurando que sólo en la planta de Nicaragua se presenta esta problemática y eso no es así.
Según la Rel-UITA y los informes de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Nestlé (Felatran), hay problemas en toda la región y muy similares debido a la carga excesiva de trabajo. No olvidemos el libro sobre Brasil de Carlos Amorín, «La Masacre Silenciosa de Nestlé«, donde se entrevista a varias compañeras que perdieron su salud.
-¿De qué enfermedades estamos hablando?
-En su mayoría son enfermedades osteomusculares que están relacionadas, como mencioné, con el ritmo y la intensidad del trabajo que generan lesiones vinculadas al esfuerzo repetitivo, las denominadas LER.
Creo que lo más importante, si se llegase a la cesación de estos compañeros y compañeras, es exigir a Nestlé que se comprometa a corregir las condiciones laborales y las prácticas que han generado estas enfermedades.
Ni un trabajador más debe enfermarse por las malas condiciones de trabajo.
-¿Qué hacer ante esta situación que se ha originado en Nicaragua?
-Hay que seguir denunciando y presionando para que esta situación nunca más vuelva a ocurrir.
Fuente: http://informes.rel-uita.org/