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El Salvador

Reflexiones y aclaraciones sobre «Pensamiento o catecismo económico»

Fuentes: Contrapunto

El debate interuniversitario «Por qué no crece la economía» organizado en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas ha generado diversas reacciones. Al respecto, el pasado 5 de agosto, el Dr. Roberto Rubio, comentarista invitado al evento, publicó una columna de opinión en el periódico La Prensa Gráfica titulada «Pensamiento o catecismo económico». En dicho artículo […]

El debate interuniversitario «Por qué no crece la economía» organizado en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas ha generado diversas reacciones. Al respecto, el pasado 5 de agosto, el Dr. Roberto Rubio, comentarista invitado al evento, publicó una columna de opinión en el periódico La Prensa Gráfica titulada «Pensamiento o catecismo económico». En dicho artículo realiza una serie de aseveraciones tendientes a descalificar las posturas críticas que algunos estudiantes de economía de la UCA tenemos frente a las propuestas de más neoliberalismo para solucionar los graves problemas económicos nacionales.

De acuerdo a sus palabras, algunos de los estudiantes que expresamos nuestras ideas en este debate, seríamos portadores de «viejas frases e ideas» que provienen de un «catecismo» inculcado por las autoridades o profesores de la UCA. El analista sin embargo, se guarda muy bien de emitir crítica alguna a las propuestas formuladas por estudiantes de otra universidad referidas a «promover una mayor apertura externa» y «otorgar mayores incentivos a las inversiones privadas», a lo mejor porque en su opinión, estas propuestas sí pueden ser consideradas «frescas e innovadoras».

Ahora bien, en el artículo en mención se evade cualquier referencia a la temática central del debate, para dedicarse a tergiversar el contenido del mismo y poder así concluir que los estudiantes de la UCA somos simples títeres en manos de nuestros profesores. En honor a la verdad, es necesario colocar en perspectiva el tema del debate y señalar los errores y omisiones en que incurre este analista en su desesperado intento de descalificación académica de los estudiantes de la UCA contra los que dirige su ataque.

En primer lugar, el conversatorio buscaba que cada uno de los participantes diera una respuesta a por qué no crece la economía. Se buscaba explicar, desde la óptica de los jóvenes, el comportamiento de la producción en El Salvador.

Una de las aseveraciones vertidas, que desencadenó controversia en cuanto a la vinculación entre las políticas económicas de corte neoliberal y el crecimiento económico fue la siguiente:

«El crecimiento económico de El Salvador se encuentra limitado por la reproducción de problemas estructurales en cuanto a la organización productiva interna y a su inserción en el comercio internacional, los cuales se han profundizado en el contexto de implementación y desarrollo del neoliberalismo en el país.»

Puede verse que no se señaló al neoliberalismo como «el culpable de todo, es la explicación de todo, es la raíz de todo mal», como Rubio asegura que se dijo. Más bien, se expuso que a lo largo de los distintos modelos económicos implementados en el país, el crecimiento económico ha mantenido un comportamiento, en general, bajo; y que particularmente en el modelo económico neoliberal el bajo crecimiento económico se ha agudizado.

A inicio de los años 90, el Estado, en coordinación con las instituciones financieras internacionales, implementó una serie de políticas de corte neoliberal que buscaban dar solución a diversas problemáticas, entre ellas, el bajo crecimiento económico. El contexto internacional y los sectores de élite plantearon la necesidad de trasladar las medidas de corte neoliberal al país. Desde su postura, estas generarían transformaciones positivas en la economía salvadoreña.

Así, se tomaron medidas concretas de instauración del modelo económico neoliberal, cuyos ejes fundamentales son: apertura externa comercial y financiera, liberalización y desregulación de mercados y reorientación del rol del Estado como ente vigilante del funcionamiento del libre mercado.

En este marco, se implementaron medidas y políticas económicas tales como: eliminación de controles de precios, desgravación arancelaria, flexibilización laboral, incentivo a la entrada de inversión extranjera directa, privatizaciones, reestructuración de la estructura impositiva, entre otras.

Los ejes y medidas anteriores indican que el modelo económico implementado en la década de los 90 fue de corte neoliberal. Si los resultados no fueron los que los defensores del mismo proclamaban y existieron situaciones particulares que se salieron del esquema neoliberal, no significa que no se instauró dicho modelo económico. Referente a ello, Rubio señaló que las políticas de corte neoliberal no fueron las predominantes; más bien afirmó que existió una especie de híbrido, el cual no define ni caracteriza, solamente señala la importancia de abordarlo. Clara imprecisión de su parte.

La instauración del modelo neoliberal no logró el crecimiento económico que se esperaba. La tasa promedio de crecimiento del PIB real en el período 1961-1979 fue de 5.16%, mientras que, para el período de 1990-2011 fue de 3.4%. Es decir, ha sido mayor la tasa promedio de crecimiento anterior a la registrada en este modelo.

En definitiva, no se señaló que el bajo crecimiento económico experimentado en El Salvador posea como raíz o causa el modelo económico neoliberal. Sin embargo, es en el marco neoliberal que ocurre un declive del crecimiento económico.

Finalmente, me parece que más que discutir sobre la capacidad del modelo de elevar los niveles de producción, se debe abordar la incapacidad de éste para promover el desarrollo económico del país. Como bien afirma Carlos Taibo: «un bosque convertido en papel aumenta el PIB, mientras que ese bosque indemne, decisivo para garantizar la vida, no computa como riqueza.»

Espero que esta vez el Dr. Rubio no desestime estos argumentos con la pensada «fácil y cómoda» que, según él, únicamente rezamos ideas que se nos han inculcado como dogmas de fe. La lección más grande que me han transmitido mis maestros y maestras es que siempre debo pensar por mí misma, cuestionar la realidad y proponer alternativas cuya base sea el conocimiento. Así que aunque usted no lo crea, los jóvenes pensamos. Quizás no lo mismo que usted, ni lo que usted quisiera que pensáramos, pero pensamos.

Terrible camino para los jóvenes y el país si nos arrodillamos a la moda expositiva de discursos vacíos que pretenden, bajo el eslogan de «ver hacia el futuro», dejar atrás la historia y no cuestionar las raíces estructurales de los problemas actuales.

Fuente original: http://www.contrapunto.com.sv/tribuna/reflexiones-y-aclaraciones-sobre-pensamiento-o-catecismo-economico