La gobernante Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado) eligió la fórmula presidencial de Santiago Peña y Pedro Alliana para las elecciones del 30 de abril del año próximo, mientras que la opositora Concertación por un Nuevo Paraguay escogió a Pedro Efraín Alegre y Soledad Núñez como sus candidatos, en las elecciones internas simultáneas de los partidos y las agrupaciones políticas realizadas el domingo 18 en todo Paraguay.
El expresidente Horacio Cartes le ganó la pulseada al actual jefe de Estado Mario Abdo Benítez por la presidencia de la Asociación Nacional Republicana (ANR), con el 50,60% de los sufragios frente al 37,84% del mandatario. Las bases de la ANR (partido Colorado) están divididas por los movimientos Fuerza Republicana y Honor Colorado, encabezados por el presidente Mario Abdo y su antecesor Horacio Cartes, respectivamente.
En la interna del Partido Colorado, la fórmula conformada por Santiago Peña y Pedro Alliana, será la candidata a la, tras conseguir el 51,70% de los votos. Detrás quedó la dupla Arnoldo Wiens y Juan Manuel Brunetti, con el 43,79%. Peña había perdido en las elecciones internas anteriores frente a Abdo Benítez.
La candidatura de Peña se podría ver lastrada por la inclusión de Cartes en la lista Engel de Estados Unidos, de personas «significativamente corruptas”. Wiens se había convertido en la última apuesta de Abdo tras la precipitada renuncia del exvicepresidente Hugo Velásquez, señalado por la embajada de Estados Unidos como “significativamente corrupto”.
Cartes y Abdo se disputaban la presidencia del partido que gobernó Paraguay en los últimos 70 años -excepto durante el mandato inconcluso del progresista Fernando Lugo (2008-2012)-, en medio de fuertes críticas y acusaciones cruzadas.
En lo que respecta a las gobernaciones, el movimiento Fuerza Republicana se quedó con una mayoría, incluyendo la del Departamento Central, que es la que más caudal de votos registra.
En cuanto a la lista de diputados, se registró una división bastante pareja, ya que Honor Colorado ganó con su lista en ocho departamentos, entre ellos Alto Paraná, Canindeyú, Paraguarí, además de Capital, mientras que Fuerza Republicana venció en nueve departamentos, incluyendo el Departamento Central, Concepción, San Pedro y Cordillera, entre otros.
En lo que hace a la lista del Senado, Honor Colorado sacó una ventaja de más de 17.000 votos sobre la de Fuerza Republicana.
Por el lado de la segunda mayor fuerza política del país, la Concertación Nacional, la alianza opositora que reúne 23 partidos y dos movimientos, el candidato liberal Pedro Efraín Alegre -con María Soledad Núñez como aspirante a vice- alcanzó una contundente diferencia, con el 59,30% de los votos. Más atrás quedó la fórmula de Hugo Alberto Fleitas y Bruno Gerardo Balmelli, con apenas el 16,96% de los sufragios.
Las elecciones internas simultáneas de los partidos y las agrupaciones políticas operan como una suerte de seudo primera vuelta, adelantando la disputa entre el oficialista Partido Colorado y la Concertación por un Nuevo Paraguay, una plataforma electoral que intenta nuclear a la totalidad de los partidos opositores. Conforme a la legislación electoral paraguaya se celebrará una única vuelta electoral en la que el ganador será el candidato que obtenga el mayor número de votos.
El marco electoral está rodeado de un complejo escenario de reformas sustanciales al sistema electoral, la reciente elección de dos nuevos ministros del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) y el aumento de la influencia del crimen organizado en el financiamiento de la política.
Todos son conscientes de que, el oficialista Partido Colorado se mantiene como actor protagónico. La afiliación partidaria está concentrada (más de 70% del padrón electoral) en los dos partidos tradicionales, el Colorado y el Liberal Radical Auténtico, y por ello los índices de competitividad y movilización electoral en las internas de estos grupos son elevados.
El pulso político está signado por el surgimiento de la Concertación por un Nuevo Paraguay, una plataforma electoral fruto del acuerdo multipartidario entre 23 partidos y dos movimientos opositores al Partido Colorado, que ha gobernado Paraguay durante los últimos 70 años con la excepción del breve paréntesis del gobierno del progresista Fernando Lugo.
El Partido Colorado, amo y señor de la política paraguaya durante los últimos 70 años, sufrió más de los que esperaba en las elecciones de abril de 2018: Mario Abdo Benítez, esperó durante horas el final del recuento de votos, que terminó con la victoria más ajustada de los colorados desde el regreso a la democracia en 1989: venció con un 46,46% de los votos, frente al 42,73% obtenido por su contrincante, el liberal-progresista Efraín Alegre.
Martín Burt, ex alcalde de Asunción (1996–2001), señaló que de continuar el Partido Colorado en el gobierno, Paraguay “se va a volver en el centro regional del narcotráfico. Ellos hacen contrabando de cigarrillos al Brasil y eso se usa como moneda de cambio para el narcotráfico”. El Partido Colorado llega muy golpeado, dadas las últimas declaraciones de Estados Unidos de que sus dirigentes máximos sean significativamente corruptos es algo que a ningún paraguayo le tomó por sorpresa.
Desde el sector de Horacio Cartes se jactan de hacer contrabando, se jactan de controlar monopolios enteros en todas las industrias, la industria del cemento, el ganadero más grande del Paraguay, tienen cadenas de farmacias, de estaciones de servicio, es como un pulpo que lo va atrapando todo con ilimitada cantidad de dinero, añadió Burt.
Antecedentes
En junio pasado, el Senado de la nación eligió como nuevos ministros del TSJE a los doctores Jorge Bogarín González y César Rossel; el primero, independiente; el segundo, perteneciente a los registros del Partido Liberal Radical Auténtico. Estos acompañan a Jaime Bestard, del Partido Colorado, en la conducción del órgano comicial. Y es en medio de este proceso de reorganización institucional que se harán las internas.
La Concertación Nacional Para un nuevo Paraguay está conformada por 23 partidos y dos movimientos políticos de oposición. La presidencia de la agrupación política está a cargo de Esperanza Martínez, del Frente Guasú, quien fuera ministra de Salud en el gobierno de Fernando Lugo y actualmente es senadora nacional. Su tendencia ideológica es heterogénea y abarca la mayor parte del espectro del eje izquierda-derecha.
Concertándose
La Concertaciónoficializó en agosto la precandidatura de Efraín Alegre (Partido Liberal), de cara a las elecciones presidenciales que se desarrollarán en abril del próximo año. En la fórmula lo acompañará Soledad Núñez. El anuncio se dio un día después de que la senadora Esperanza Martínez declinara su candidatura.
La Concertación ya acordó 12 ejes programáticos comunes en áreas como salud, educación, desarrollo social, la gestión administrativa de las represas de Itaipú y Yacyretá y la seguridad alimentaria.
Entre los espacios que componen la concertación destacan el histórico Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el Frente Guasu-Ñemongeta -que tiene como referente al expresidente Lugo-, el Partido Encuentro Nacional (de la popular diputada Kattya González), Patria Querida (conservador) y el Movimiento Despertar, que agrupa a candidatos independientes que se suman a la Concertación.
La fuerza más importante del espacio de la Concertación es el PLRA, una organización política donde conviven sectores internos de centro izquierda (Efraín Alegre) y centro derecha (Blas Llano). Efraín Alegre, actual presidente del PLRA y candidato presidencial en 2013 y 2018, es su candidato
Marcando la cancha
El contexto político se vio convulsionado entre julio y agosto por el señalamiento por parte del gobierno de Estados Unidos al expresidente Cartes como “significativamente corrupto”, debido a presunto lavado de activos y conexión con organizaciones criminales. Luego fue señalado el actual vicepresidente, Hugo Velázquez, por presunto soborno para obstruir una investigación sobre lavado de activos.
El impacto inmediato fue la renuncia de Velázquez a la precandidatura presidencial que llevaba adelante hasta ese momento y contaba con el apoyo del oficialismo, lo que desestructuró el proyecto político y obligó al entorno del presidente colorado Mario Abdo a reemplazar la candidatura en medio del ya avanzado proceso comicial.
En setiembre .un incendio en uno de los depósitos del local del TSJE destruyó nada menos que unas 7.500 máquinas de votación y equipos tecnológicos del sistema de transmisión de resultados electorales preliminares, 45 días antes de las elecciones internas partidarias.
La destrucción de máquinas de votación que son irreemplazables obliga a una reestructuración de locales y mesas de votación, al igual que recarga el número de electores por mesas y amplía el horario de votación.
Celso Guanipa Castro. Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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