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Perú: Justicia y Derechos Humanos

¿Sociedad zombie?

Fuentes: Rebelión

El cerebro paleomamífero está más relacionado con la supervivencia animal que con las potencialidades específicamente humanas…

Dr. John Medina. “Los 12 principios del cerebro humano”

Contundentes los informes de instituciones de prestigio internacional: Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Clément Nyaletsossi Voule, relator especial de las Naciones Unidas (ONU) para el derecho a la libertad de expresión y de asociación, sobre la violación de derechos humanos durante las protestas ciudadanas frente a este gobierno mediocre, caótico, autoritario, frívolo y con graves indicios de corrupción,

La investigación de los hechos es más clara que el agua: las fuerzas armadas y policiales salieron a matar; la señora presidenta, su primer ministro y banquete ministerial, se lavan las manos y trasladan toda la responsabilidad a las fuerzas armadas y policiales; la revista semanal “Hildebrandt en sus trece” acaba de publicar un amplio informe al respecto sobre la respuesta del gobierno a la CIDH. Es decir, el cinismo y analfabetismo funcional extremo en la alta burocracia estatal. ¿acaso no conocen algo que se llama DERECHO INTERNACIONAL?, esta gente piensa erróneamente: “la historia comienza conmigo”; piensan que el Perú es una isla internacional llena de frívolos burócratas al servicio del poder de turno y sus “fake news”. ¿No se dan cuenta que, una vez caído este régimen, terminarán presos la presidenta, su premier y aliados de la barbarie? ¿No me creen? Ok, conversen con Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, el duo diabólico que lideró la gran mafia gobernante de 1990 al 2000, hoy ambos están presos; sería bueno que les comenten que pensaron en el poder y cómo se sienten hoy en sus celdas.

Un “asesor” medianamente inteligente, debería recomendar a la señora presidenta, primer ministro y aliados, aprenderse algunas canciones y ver con tiempo una selección de libros y revistas para evitar aburrirse en su prolongada prisión futura por delitos de lesa humanidad.

Confieso mi sorpresa e indignación al leer y ver declaraciones de ciudadanos, prensa incondicional al gobierno y el poder económico de turno, un Congrezoo dominado por sectores de ultraderecha liderados por el fujimorismo, avalando el asesinato de 49 compatriotas de origen humilde, en el centro y sur del país, muchos de ellos se desplazaban por su localidad sin participar en las marchas.

Un “empresaurio agroexportador” declaró: “Estamos en guerra. Son ellos o nosotros”, es decir matas o te matan, así de simple, la jungla, la barbarie. ¿Estas reacciones patológicas son indicadores de un sector de la sociedad zombie, con la gran ayuda de la prensa mentirosa, irresponsable que busca el descerebramiento colectivo? ¿Qué extraño virus o bacteria recorre la corteza cerebral y sinapsis neuronal de esta gente que disparó y de quienes los defienden?

En un Estado civilizado, republicano, se supone que existe una labor de inteligencia preventiva, alto profesionalismo en sus fuerzas armadas y policiales para la disuasión y no el asesinato como alternativa. Si se detectan infiltrados, vándalos que buscan desprestigiar la lucha social, se los detiene, se los entrega a las autoridades judiciales, de manera que tengan un proceso justo, y si son culpables, a la cárcel, así de simple; pero como en el Perú todo está al revés, salieron a matar y ahora el gobierno mira silbando el cielo raso y culpa a militares y policías.

El policía José Soncco Quispe fue asesinado en Juliaca (Puno), sufrió un traumatismo encéfalo craneano por objeto contundente ocasionado por la golpiza de una turba, horas después, el agente policial fue hallado calcinado en el interior de su patrulla. El expolicía Jhonatan Apaza ha sido detenido, acusado de ser uno de los culpables de este asesinato.

Michael Ramos, un adolescente de 15 años, trabajaba en el cementerio de Ayacucho, arreglaba las flores, subía a los nichos para limpiar las lápidas o lavaba los floreros. Era el mayor de cuatro hermanos, ayudaba a su señora madre con los gastos familiares; el 15 de diciembre del 2022, cuando regresaba a su casa a las 6.34pm, recibió un balazo mortal en el tórax.

Las familias de ciudadanos asesinados, exigen justicia, la tendrán, claro que sí, porque la verdad y justicia tardan, pero llegan; la presidenta de la república, su primer ministro y aliados, no entienden esta lógica elemental y con antecedentes históricos en la lumpenesca historia política del Perú, ocasionada por personalidades psicopáticas.

Iván Salas Rodríguez. Sociólogo, columnista periodístico.

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