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Puerto Rico

Sueños de una madrugada de verano

Fuentes: Rebelión

1. El próximo viernes 2 de agosto de 2019 cesa en sus funciones, a las 5 de la tarde, el último gobernador español de Puerto Rico, Dr. Ricardo A. «Ricky» Rosselló Nevares. Le tomó tan sólo tres días a otro compatriota suyo, Enrique «Ricky» Martín Morales, atizar el primer Golpe de Estado blando que se […]

1. El próximo viernes 2 de agosto de 2019 cesa en sus funciones, a las 5 de la tarde, el último gobernador español de Puerto Rico, Dr. Ricardo A. «Ricky» Rosselló Nevares. Le tomó tan sólo tres días a otro compatriota suyo, Enrique «Ricky» Martín Morales, atizar el primer Golpe de Estado blando que se da en la historia de la humanidad en defensa del derecho a la dignidad humana de la comunidad LGTBIQ, de la mujer, de tantos como agravios hubo para todos. El agravio contra Ricky Martín en el chat de los hermanos del Gobernador español de Puerto Rico fue el témpano que unió a todo un pueblo y que no se reparó de otra forma que no fuera con su renuncia. Ricky Rosselló no pudo con el empuje de todo un pueblo, pueblo; no pudo, así de simple.

2. Dios no quita ni pone reyes, es el soberano. Este o los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, a no ser que en el ejercicio de sus derechos reservados de libertad de reunión y asociación, les hagan renunciar como parte de su derecho fundamental a ser reparados por sus agravios contra el soberano, el pueblo. El pueblo de Puerto Rico entendió su reserva de poder y la ejerció de una vez y para todas, en lo que se come un buche pero sin hacerlo:

«El Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico tendrá forma republicana y sus Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, según se establecen por esta Constitución, estarán igualmente subordinados a la soberanía del pueblo de Puerto Rico.» Sección 2, del Artículo 1, Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (25 de julio de 1952).

3. Todo tiene su final, nada dura para siempre: Por años, sobre todo desde enero de 1989, RHC y sus amigos «estadistas e independentistas» se la paseaban de estudio de radio a estudio de televisión con el cuento de que la soberanía residía bien lejos, en un Congreso que se reunía en Washington, a nombre de un pueblo del que «Ricky» Rosselló quiere que su «isla», nuestro país, sea Estado parte. Con ese cuento, todo les iba bien, hasta que por cosas de la vida, surgió la magia del Internet, y con él las redes. Fue en las redes que la gente se volvió a encontrar, y volvió a ser gente, multitud, como aquella misma gente que en el 1952 se reservó para sí su soberanía, la del pueblo de Puerto Rico. Cuando en la Milla de Oro se dieron cuenta que el jueves 25 de julio -después de aquel lunes masivo y combativo- la multitud se reuniría en la zona bancaria de Hato Rey, exigieron también la renuncia del vecino de La Fortaleza del viejo San Juan, Puerto Rico. En fin, no pudieron con el empuje de un pueblo que se volvió a encontrar con su origen, la soberanía del pueblo por el pueblo, pueblo, y para el pueblo, pueblo. Ya para entonces RHC estaba muerto, y sus amigos e ideas de soberanía con residencia en Washington, también.

4. Ese pueblo, pueblo es Puerto Rico. No somos ni hemos sido una isla, somos un país constituido -dentro de un archipiélago de islas, entre las que está una, a la que llamamos, Puerto Rico- en el ejercicio de su soberanía desde 1952. Las habitamos gente -aquí vive gente- que detesta la hipocresía de la gente hipócrita. Es lo que los hermanos del Gobernador español de Puerto Rico no captaron o, si lo captaron, no tuvieron en cuenta vía chat: Si te vas a comer una alcapurria, luego no te pongas a escupir a escondidas de quien la hizo y te dio la oportunidad de comer de su fruto, hecho con -como diría el poeta nacional, don Juan Antonio Corretjer- sus manos negras porque trabajan, sus manos blancas porque trabajan, sus manos taínas porque trabajan. A esas manos, sólo se da: ¡Gloria!

5. La hipocresía es un mal de mucha gente, pero no de todo un pueblo, pueblo: Si no se tiene presente el 2 de agosto de 2019, a las 5 P.M., entonces sobrarán las razones para que la multitud que se iba a reunir el jueves 25 de julio en la zona bancaria, se vuelva a convocar, en el ejercicio de su soberanía, y auto-determine su presente de camino a su futuro, como descendencia de aquel pueblo, pueblo que lo hizo en el 1952: Sin miedo.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

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