
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha advertido que no aceptará injerencia de Estados Unidos en el proceso contra el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha advertido que no aceptará injerencia de Estados Unidos en el proceso contra el ultraderechista Jair Bolsonaro.
En los últimos años, se ha instalado con fuerza en medios de comunicación, instituciones y discursos diplomáticos una fórmula engañosa para referirse al Sáhara Occidental: “territorio en disputa”. Esta expresión, aparentemente neutral, distorsiona la realidad que el derecho internacional y la jurisprudencia europea han dejado meridianamente clara: el Sáhara Occidental no es un territorio en disputa, es un territorio ocupado y pendiente de descolonización, sometido a una dominación colonial por parte del Reino de Marruecos.
Desde que en 2011 se logró expulsar al grupo al-Shabab de Mogadiscio mil y una veces se anunció su derrota definitiva. Y a pesar de eso, una y otra vez, volvió a repetirse como la condena de Sísifo.
Brasil ya no es aquel que inauguró en 1964 una serie de golpes militares encadenados, el país donde nació el Plan Cóndor con apoyo de Estados Unidos. Hoy lo gobierna Lula, un presidente democrático y elegido tres veces por su pueblo que irá por un cuarto mandato en 2026. Lo que no se modificó es la política injerencista de EE.UU. Sigue inalterable como en el caso de las sanciones contra su juez más prestigioso, Alexandre de Moraes.
La maravillosa Greta Thunberg tiene cien veces razón cuando califica estas reuniones anuales de la COP de auténticos circos.
La investigación ha ido cambiando, los hechos han variado, han surgido tramas ahora desdeñadas en una instrucción que ha rebasado todos los límites. La presunción de inocencia se ha dado la vuelta en este caso que obliga al fiscal general a demostrar que él no difundió el correo frente a sospechas y coincidencias.
Mondariz-Balneario se volcó en atender en 2024 a dos centenares de personas procedentes del África Subsahariana, dándoles techo y formación. La relación con quienes fueron sus vecinos se mantiene hoy.