Irene Ruano Blanco | 

Mientras se vacía el puerto de Arguineguín, el gobierno crea plazas en distintas instalaciones del archipiélago canario, todas a priori temporales. Al mismo tiempo se pule el mecanismo de deportación y se reactivan las rutas inversas a Marruecos, Senegal, Mauritania o Argelia. Además, se bloquea el envío de migrantes a la Península.

Eduardo Robaina | 

Jairo Vargas | 

Pese a las presiones internas, Marlaska mantiene su negativa a derivar migrantes a la península. Mientras, Migraciones prepara campamentos en terrenos cedidos para reubicar a las miles de personas que están acogidas en hoteles de las islas. Ayer, Interior hizo lo propio para aliviar el muelle de Arguineguín. La prioridad del Gobierno ahora es frenar las salidas desde costas africanas e impulsar las deportaciones para evitar que lleguen al continente europeo.

Sarah Babiker | 

La gestión del gobierno de la crisis migratoria en las islas obedece a una política coherente con unas directrices europeas que apuntan a evitar la entrada de migrantes y privilegiar los mecanismos de expulsión. Activistas reflexionan sobre cómo responder a ese marco.

Javier Bauluz | 

¿Recuerdan la foto? Una pareja de bañistas frente al cadáver de una persona migrante subsahariana tras naufragar su patera. «Ahora ya no es solo indiferencia, ahora también es odio», resume el autor, el fotoperiodista Javier Bauluz.

El Gobierno canario hace gala de su incapacidad de coordinar una respuesta a la situación, mientras el Gobierno de España se preocupa más por tapar el problema con soluciones chapuceras y poco humanitarias, que por aportar soluciones contundentes a largo plazo.

Incendios en Lesbos

Edgar Córdova Morales | 

Raquel González | 

El nuevo Pacto sobre Migración y Asilo de la UE era una oportunidad para garantizar protección adecuada a quienes buscan seguridad en el continente. Sin embargo, ha puesto en marcha más muros físicos y burocráticos.

Jairo Vargas | 

Más de 8.000 migrantes han llegado a las islas en lo que va de año, casi un 700% más que el anterior. Mientras los números se parecen cada vez a los de la crisis de 2006, Interior bloquea los traslados a la península y Migraciones sigue sin desplegar una red estable de acogida. Los hoteles, vacíos por la pandemia, sirven de albergue temporal mientras la tensión social y política aumenta cada día.

Pablo 'Pampa' Sainz | 

En la isla de Lesbos, Grecia, la vida es una pausa para las miles de personas que llegan en busca de un futuro mejor y siguen presas de las políticas migratorias de la Unión Europea. Perimene –espera— es la palabra más repetida entre las solicitantes de protección internacional que sobreviven al campo de refugiados más grande de Europa.