
Almagrar: herir o lastimar de suerte que corra sangre. Infamar: ofender a una persona en su honor o dignidad. Señalar con alguna marca, infamar.
Almagrar: herir o lastimar de suerte que corra sangre. Infamar: ofender a una persona en su honor o dignidad. Señalar con alguna marca, infamar.
Por razones que desconozco, pero seguramente vinculadas a creencias religiosas, los seres humanos tendemos a venerar más la muerte que la vida. Por supuesto, eso varía en cada civilización e incluso en cada pueblo.
Roba, pero hace. Esta frase, que se atribuye a algún eslogan de campaña en América Latina, muchas veces no está tan alejada de la realidad política de nuestros países, en los que una y otra vez nos cuestionamos cómo algunos candidatos de probada reputación delictiva logran acceder a puestos de poder a través del voto popular.
En Perú hubo un golpe de Estado el pasado día siete.
El uniforme militar cubría la esbeltez de sus 36 años y también simbolizaba su arrojo, su firmeza, su condición de rebelde y su irrenunciable apego a las mejores causas. Se escuchaba el aplauso mientras caminaba hacia el podio.
Las celebraciones de septiembre omiten el verdadero concepto de Independencia.
Hacer una Revolución –lograr la liberación humana, podría decirse- es extremadamente difícil. Semeja al ascenso de una montaña jamás antes explorada.
Una de las preguntas más frecuentes que se encuentran a la hora de hacer campañas electorales –al menos en mi caso personal– es cómo heredar determinados votos por filiación parental, afinidad ideológica o por ser señalado por un líder carismático.