
Este año votaremos para poner nombres a los escaños de las instituciones representativas. Después, sus nuevos titulares elegirán a los gobiernos. Por tanto, es buen momento para fijarse en pequeños detalles del proceso electoral y lanzar propuestas para mejorar una norma que tanto les cuesta reformar. Que no sea por nosotros, pues los inmovilistas son ellos.