
En estos tiempos convulsos donde todo se disfraza de feminismo y hasta se dice que la discapacidad es un privilegio, hablar con Ana C. Pollán es escuchar y ver la lucidez. Ella sabe que si bien «las mujeres tenemos difícil acceder a todos los derechos y gozar de plenas libertades es porque un sistema de dominación sobre nuestro sexo nos lo impide, no por una particular incapacidad», en su caso tiene que luchar también «contra los prejuicios por su discapacidad física».