Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El régimen militar brasileño empleó un «sistema sofisticado y estudiado de coacción psicofísica» para «intimidar y aterrorizar» a presuntos militantes izquierdistas a principios de los años setenta, según un informe del Departamento de Estado de fecha abril de 1973 publicado la semana pasada. Entre las técnicas de tortura utilizadas durante la era militar, el informe detalló salas de «efectos especiales» en los centros de detención militar brasileños en las cuales los sospechosos eran «colocados desnudos» sobre un piso de metal ·a través del cual se pulsaba corriente eléctrica». Algunos sospechosos eran «eliminados» pero a la prensa se le decía que murieron en «tiroteos» mientras trataban de escapar a la custodia policial. «La técnica de los tiroteos está siendo utilizada crecientemente», señaló el cable enviado por el Cónsul General en Rio de Janeiro, «a fin de encarar el aspecto de relaciones públicas de la eliminación de subversivos», y para «obviar acusaciones de ‘muerte por tortura’ en la prensa internacional».
Peter Kornbluh que dirige el Proyecto de Documentación Brasil del Archivo Nacional de Seguridad calificó el documento de «uno de los más detallados informes sobre técnicas de tortura desclasificados por el gobierno de EE.UU.»
Titulado «Arrestos generalizados e interrogación psicofísica de presuntos subversivos», el documento estaba entre 43 cables e informes del Departamento de Estado que el vicepresidente Joseph Biden entregó el 17 de junio a la presidenta Dilma Rousseff durante su viaje a Brasil para la competencia de la Copa Mundial para su uso por la Comisión Brasileña de la Verdad. La comisión se encuentra en la fase final de una investigación de dos años de duración de atrocidades contra los derechos humanos durante la dictadura militar que duró de 1964 hasta 1985. El 2 de julio, la comisión colocó todos los 43 documentos en su sitio en la web, acompañados por la siguiente declaración: «La CNV aprecia considerablemente la iniciativa del gobierno de EE.UU. de colocar estos documentos a disposición de la sociedad brasileña y espera que esta colaboración seguirá progresando».
Los documentos están fechados de 1967 a 1977. Informan sobre una amplia gama de temas relacionados con los derechos humanos, entre ellos: tortura en centros secretos de detención en Sao Paulo, las operaciones antisubversivas de los militares, actitudes de la Iglesia sobre violaciones de los derechos humanos, y la reacción hostil en 1977 del régimen ante el primer informe sobre abusos de derechos humanos del Departamento de Estado. Algunos de los documentos habían sido previamente desclasificados según procedimientos rutinarios de publicación; otros, incluyendo el informe de abril de 1973 sobre tortura psicofísica, fueron considerados para desclasificación recién el 5 de junio de 2014, en preparación para el viaje de Biden.
Durante su reunión con la presidente Rousseff, Biden anunció que el gobierno de Obama emprenderá un estudio más amplio de informes aún altamente clasificados de EE.UU. sobre Brasil, entre ellos documentos de la CIA y del Departamento de Defensa, para ayudar a la comisión en la finalización de su informe. «Espero que al tomar pasos para encarar nuestro pasado podamos encontrar un camino para enfocar la inmensa promesa del futuro», señaló.
Desde la iniciación de la Comisión de la Verdad en mayo de 2012, el Archivo Nacional de Seguridad ha estado ayudando a sus miembros en la obtención de documentos estadounidenses para su investigación, y presionando al gobierno de Obama para que cumpla su compromiso con un nuevo estándar de transparencia global y del derecho a saber, realizando un proyecto de desclasificación sobre Brasil en la era militar. «El progreso de la verdad, la justicia, y la apertura es precisamente cómo deben ser usados estos documentos históricos clasificados de EE.UU.», según Kornbluh. «La diplomacia desclasificada de Biden no solo ayudará a la Comisión de la Verdad a esclarecer el oscuro pasado de la era militar de Brasil, sino también a crear un fundamento para un futuro mejor y más transparente en las relaciones entre EE.UU. y Brasil».
Para llamar la atención a los documentos y al trabajo de la Comisión de la Verdad, el Archivo destaca cinco documentos clave de la oportuna entrega de Biden.
Los documentos
Documento l: Departamento de Estado: «Arrestos generalizados e interrogatorios psicofísicos de presuntos subversivos», Confidencial, 18 de abril de 1973
Este cable de inteligencia, enviado por el Cónsul General de EE.UU. en Rio de Janeiro, suministra información detallada sobre un método de tortura «psicofísico sofisticado y estudiado» empleado por los militares brasileños contra presuntos militantes. Como respuesta a la creciente condena internacional de violaciones de los derechos humanos, el cable sugiere que los torturadores brasileños han adoptado métodos de interrogatorio más modernos que dejan menos evidencia visible de abusos. En casos en los que los detenidos son «eliminados», los militares también están engañando a la prensa al afirmar que fueron muertos en un «tiroteo» mientras trataban de escapar.
El cable fue desclasificado el 5 de junio de 2014, solo once días antes del viaje de Biden a Brasil a fin de entregarlo a la presidenta Rousseff como gesto diplomático. Pero secciones clave del documento han sido modificadas, presumiblemente a pedido de la CIA, que identifican a las unidades militares responsables por esas atrocidades – información que sería de uso crítico para la Comisión Brasileña de la Verdad en sus intentos de responsabilizar a los militares por las atrocidades del pasado.
Documento 2: Departamento de Estado, «Arrestos políticos y tortura en Sao Paulo», Confidencial, 8 de mayo de 1973
El Cónsul General en Sao Paulo, Frederic Chapin, informa sobre una fuente descrita como «un informante e interrogador profesional que trabaja para el centro de inteligencia militar en Osasco», un suburbio industrial de Sao Paulo. La fuente ha suministrado detalles gráficos de métodos de abuso, incluyendo una forma brasileña de «waterboarding» que involucraba colocar a los prisioneros en cubas de agua que los obligaba a pararse sobre la punta de los pies durante prolongados periodos para poder respirar. El informante también suministra una descripción de métodos de ejecución de prisioneros para que sus cuerpos no pudieran ser identificados. Los prisioneros eran ametrallados de pies a cabeza – un método al que se referían como «coser» al sospechoso.
Este documento fue desclasificado en 2005, e inicialmente suministrado a la Comisión de la Verdad por el director del proyecto Archivo Nacional de Seguridad Brasil, Peter Kornbluh. Jugó un papel crucial en posibilitar que los investigadores identificaran el cable del 18 de abril de 1973 sobre abusos psicofísicos, que es citado como telegrama de referencia. Un memorándum de conversación con el informante/torturador, sin embargo, es también citado en este documento y sería de excepcional valor para la Comisión de la Verdad en la obtención de información adicional sobre el centro de tortura en Osasco.
Documento 3: Departamento de Estado: «Alegatos sobre tortura en Brasil», Secreto, 1 de julio de 1972
El embajador de EE.UU. William Rountree aconseja al Departamento de Estado que la protesta pública sobre «excesos» de derechos humanos por el gobierno militar brasileño será contraproducente y «dañará nuestras relaciones generales». El embajador Rountree insta al Departamento de Estado a que se oponga a un documento de legislación de derechos humanos conocido como la «Enmienda Tunney», que vincularía la ayuda de EE.UU. a Brasil a una certificación del gobierno de EE.UU. de que el régimen brasileño no está involucrado en violaciones de derechos humanos.
Documento 4: Departamento de Estado, «El Esquadrão da Morte (Escuadrón de la Muerte),» Uso Oficial Limitado, 8 de junio de 1971
El embajador Rountree presenta un informe de 11 páginas sobre la actividad de escuadrones de la muerte en Brasil. Informa que ha habido un «aumento» en la cantidad de víctimas de operaciones extraoficiales en los últimos meses, considerados como obra de policías fuera de servicio. En Sao Paulo, se informa que los escuadrones de la muerte son dirigidos por Sergio Fleury, quien ha sido acusado de por lo menos un asesinato. Algunas de las víctimas son prisioneros comunes, otras personalidades políticas y militantes opositores al régimen. Gran parte de la información en el documento ha sido tomada de artículos en la prensa; el informe no parece contener información de inteligencia.
Documento 5: Departamento de Estado: «Condiciones en la Prisión DEOPS según información de ciudadano estadounidense detenido», Confidencial, 7 de octubre de 1970
Este memorándum de conversación contiene un informe de un empresario estadounidense,
Robert Horth, quien fue detenido por la policía militar en un caso aparente de identificación equivocada. Horth relata cómo recibió información de otros prisioneros brasileños sobre tortura en la prisión en la cual estaba detenido en el centro de Sao Paulo. Las técnicas de tortura incluyen la Percha de la Arara -conocida en portugués como «pau de arara» – y choques eléctricos en todas partes del cuerpo, así como la «técnica del teléfono» en la cual un interrogador está de pié detrás del prisionero sentado y golpea repetidamente ambos lados de su cabeza, casi destruyendo sus tímpanos.
The National Security Archive 8 de julio de 2014