El alcalde de un pueblo del interior de Portugal no ha tenido mejor idea que impulsar la creación de un museo en honor a Antonio Oliveira Salazar, el dictador que instauró un régimen opresor que duró desde 1928 hasta la Revolución de los Claveles de 1974. El proyecto del Ayuntamiento de Santa Comba Dao de […]
El alcalde de un pueblo del interior de Portugal no ha tenido mejor idea que impulsar la creación de un museo en honor a Antonio Oliveira Salazar, el dictador que instauró un régimen opresor que duró desde 1928 hasta la Revolución de los Claveles de 1974.
El proyecto del Ayuntamiento de Santa Comba Dao de construir un monumento al dictador fascista Antonio Oliveira Salazar, que gobernó Portugal desde 1928 hasta 1970, ha provocado las iras de la izquierda del país ibérico, encabezada por la Unión de Resistentes Antifascistas Portugueses (URAP), que el pasado fin de semana organizó una manifestación en esta localidad del distrito de Viseu, situado al norte del país.
El alcalde de Santa Comba Dao, Joao Lourenço (derecha), justifica la construcción del Museo Salazar en su localidad natal destacando que «servirá como polo de atracción a los turistas, lo que mejorará las condiciones de vida» de esta población rural.
Este argumento es frontalmente contestado por la petición que la URAP ha dirigido a la Asamblea de la República portuguesa, en la que se destaca que «Santa Comba Dao no debe nada a Salazar excepto opresión y retraso económico y social, al igual que el resto del país».
Junto a ello, la URAP, que está llevando a cabo una recogida de firmas a nivel nacional, destaca que un museo en honor a Salazar y al Estado Novo, el régimen que estuvo vigente en Portugal durante 46 años «no sería un organismo meramente científico, sino, objetivamente una organización centrada en la propaganda de un sistema corporativo-fascista y de un dictador».
En la manifestación del pasado día 3 se denunció que un museo en honor de Salazar en Portugal «sería como si en Alemania construyeron un monumento en honor de Adolf Hitler».
En este sentido, denuncia que el proyecto del Ayuntamiento de Santa Comba Dao supone «materializar un polo de nostalgia fascista y de recuerdo de un régimen ilegal y opresor, que fue derrocado el 25 de abril de 1974».
En esa fecha, tuvo lugar la Revolución de los Claveles, en la que elementos progresistas del Ejército portugués derribaron el régimen impuesto por Salazar en 1928, dando lugar al actual sistema político.
Anticonstitucional
En este sentido, la URAP recuerda que el preámbulo de la Constitución portuguesa proclama que «el 25 de abril de 1974, el Movimiento de las Fuerzas Armadas, coronando la larga resistencia del pueblo portugués e interpretando sus sentimientos profundos, derribó el régimen fascista. Liberar a Portugal de la dictadura, de la opresión y del colonialismo representó una transformación revolucionaria y el inicio de un cambio histórico en la sociedad portuguesa».
La URAP recuerda en este mismo documento que el artículo 46 de la Constitución portuguesa prohíbe «las organizaciones que defiendan la ideología fascista» y que la legislación vigente incluye entre estos grupos a aquellos que «pretendan difundir los valores, principios, instituciones y métodos de los regímenes fascistas, así como la exaltación de las personalidades más representativas de aquellos regímenes».
Por todo ello, los resistentes antifascistas consideran que el proyecto de Museo Salazar es completamente ilegal y que,
Los opositores al Museo Salazar también denuncian que el Ayuntamiento de Santa Comba Dao va a invertir cinco millones de euros en el proyecto, cuando el propio consistorio reconoce que tienen problemas financieros. «¿De dónde vendrá el dinero?», se preguntan antes de destacar que el municipio tiene necesidades más urgentes.
Tras recordar que todos los documentos de Salazar están recopilados en los archivos nacionales de la Torre do Tombo y son accesibles a todos los investigadores que lo deseen, quienes rechazan el Museo se preguntan qué se va exponer en el mismo. «¿Su cama? ¿Su brocha de afeitar? ¿Media docena de manuscritos?», cuestionan.
«Santa Comba Dao merece más, mucho más, que aparecer en el mapa turísticos de los nostálgicos de una ideologíaademás, «supondría una afrenta para todos los portugueses que se identifican con la democracia y con su acto fundador del 25 de Abril», por lo que pierde a la Asamblea de la República que paralice el proyecto. repudiada y condenada por la historia», añaden.