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Uruguay, perspectiva mundo

Fuentes: Rebelión

Cuando uno ve en la América del Caribe a una Nación tan históricamente sufrida y devastada como Haití. Cuando sabe que lo mismo se debe a la actuación de viejos imperios europeos y de nuevos imperialismos militares y económicos, dentro del propio país la presencia ancestral de grupos de clase oligárquicos, gansteriles, dictatoriales; y cuando […]

Cuando uno ve en la América del Caribe a una Nación tan históricamente sufrida y devastada como Haití. Cuando sabe que lo mismo se debe a la actuación de viejos imperios europeos y de nuevos imperialismos militares y económicos, dentro del propio país la presencia ancestral de grupos de clase oligárquicos, gansteriles, dictatoriales; y cuando escucha la diversidad de razones y causas que se esgrimen para que esto sea así, no tiene más alternativa que por lo menos quedar anonadado.

Dictaduras de décadas como las de Haití, fueron también proyectadas y amparadas por décadas también en la Cuba de Batista, Nicaragua de los Somoza, los Trujillo de República Dominicana, y tantas más en estas tierras de pueblos ensangrentados y arrasados en sus Derechos Humanos por dictadores militares, policíacos y civiles y la ingerencia activa de los «cuerpos de inteligencia, embajadas y el propio ejército norteamericano». He aquí una de las razones y causas principales de la gran devastación social, económica y democrática, que han padecido endémicamente estas naciones.

Primero fue el Verbo Político Militar Económico, luego vinieron los desastres naturales que encontraron a la gente en situación de miseria para defenderse frente a los mismos, y que hoy la hace vivir entre escombros, en carpas, y tener solo un 3 % de tierras en estado de fertilidad para alimentar a millones en estado de epidemias, vale decir de postración.

Cuando uno observa que el «Sistema Mundo» a través de su departamento administrativo, de su burocracia técnica y militar de la Organización de Naciones Unidas, toma decisiones para resolver críticas situaciones que se le presentan a sus naciones «asociadas», podemos analizar históricamente en cada una y en todas en el decurso y en el devenir de los tiempos, fracasos para los pueblos y «jugosas ganancias para los empresarios, financistas, complejo militar – industrial europeo/norteamericano», que en última instancia son los mismos grupos que dirigen y controlan los diversos organismos multilaterales que «están al mando» de lo que ocure en cada rincón del planeta Tierra.

El ejército norteamericano, conjuntamente con otros ejércitos latinoamericanos, disfrazados de «misiones humanitarias de la ONU» en Haití, harán algo distinto a los que han hecho los «cascos azules europeos» en África durante décadas?. Es decir, robar y venderle a la población civil los alimentos que vienen de la solidaridad internacional, usar sus armamentos de garantía de paz matando civiles desarmados y hambrientos, violar niñas o mujeres a cambio de comida. ¿Quién puede reeducar, reconvertir a seres que ha convertido en máquinas de torturar, violar, matar, y que siguen considerando a los pueblos del llamado tercer mundo como de razas inferiores y salvajes, en castos y pacíficos humanistas?

La solución que encontraron las naciones europeas mediante la OTAN, para las problemáticas de carácter nacional, étnico, religioso, que se transformaron en guerras civiles en la ex – Yugoeslavia, fue intervenir a «bombazo limpio», tal cual lo reeditan hoy en Libia, frente a lo cual nuestro presidente uruguayo, José Mujica, expresa:

«No se puede llevar la paz a los pueblos, bombardeándolos y matando población civil».

Cuando sabemos que el «Sistema Mundo» administrado por ONU, que festeja la caída del muro de Berlín, permite a la misma vez la construcción de los racistas muros, norteamericano contra la población mejicana e israelita contra la población palestina, de la misma manera que hacen naufragar, prohíben y apresan a los africanos que pretenden llegar en frágiles barcazas, a las costas europeas. Rechazan la población humana, pero siguen saqueando las riquezas de África, inclusive hoy hasta comprándoles sus tierras para establecer sus producciones de alimentos, en el continente que vive la peor crisis alimentaria de su existencia. También aquí incentivan las «guerras tribales» para sus famosas intervenciones pacificadoras, y por supuesto para comercializar sus armamentos, ya sea por vía legal en comercio con gobiernos o por vía del armatráfico, al final de cuentas, la caja adonde van las ganancias, es de los mismos dueños.

Ejércitos «tercerizados y mercenarizados por empresas y academias privadas», se dedican a resolver problemas nacionales, haciendo tabla rasa de la «soberanía territorial» que la ONU tendría que defender.

Da como la impresión que el «Sistema Mundo» apuesta y le sirve el «caos generalizado», crisis financiera, alimentaria, energética, ambiental, en un mundo que posee los mejores medios tecnológicos y científicos para equilibrar y aumentar la «calidad de vida de sus pueblos», en el actual momento histórico.

Me llamó poderosamente la atención una noticia de estos días que dice que los científicos rusos alertaron hace 14 años atrás, de que el terremoto actual del Japón se iba a dar. La pregunta que me hago es si no pudieron hacer nada, o si hubo dirigentes del Japón y del Mundo que decidieron no «hacer nada». Apuesta al sistema «Mundo Caos», Plan Marshal de ganancias para empresas reconstructoras del Japón…?

A modo de imposible conclusión

Desde el pequeño Uruguay, donde convivimos como el resto del mundo, con pobreza, indigencia de muchos menos pero indigencia al fin, gente con mala calidad de vida, viejas estructuras que no nos permiten avanzar, una sociedad de clases que genera inequidades, en fin somos parecidos a varios pueblos del mundo. De todas maneras convivimos y tratamos de avanzar desde hace 6 años, con la apuesta a un «nuevo tipo» de gobierno, que viene dando resultados en positivo para el desarrollo social y económico del pueblo.

Quizás por esto mismo, cuando desde aquí pretendemos mirar el mundo, nos dan ganas de gritar con Mafalda ¡! Parenlo, que me quiero bajar…o tal vez también recurrir al genial Quino preguntándonos por qué cuando tenemos mejores respuestas tecnológicas y científicas para que la gente viva en paz y mejor, nos cambiamos las preguntas acerca de cómo hacerlo.

¿Será por aquello de que la condición intrínseca de la Utopía, es que cuando nos acercamos a ella, la misma se aleja?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.