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El ejercicio de lo que llaman “política”, requiere, cuando menos en México, aunque también es una constante de los políticos latinoamericanos, de buenas dosis de cinismo e hipocresía.
En las semanas recientes han ocurrido en México sucesos políticos muy interesantes. Primero la visita del Presidente del Estado cubano, Diaz-Canel, que con motivo de la reunión del CELAC en la capital del país, fue utilizado por el gobierno mexicano actual para revestirse de una mano antiimperialista, “revolucionaria”, y no sé qué tantas cosas más.
Recientemente, a través de las redes sociales circuló una información que indicaba que la aún llamada “izquierda” mexicana está intentando reconstruirse, buscando caminos para hacerlo.
A dos años de la llegada al poder político de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y comenzar lo que califica como el gobierno de la “cuarta transformación”, se perfilan algunos rasgos de lo que intenta construir y hacía adónde quiere llevar a México.
Andrés Manuel López Obrador ha rendido su segundo informe de gobierno a la nación, bueno uno más de tantos. Los discursos, los dichos, los “avances”, los resultados, la “transformación” del país, la lucha contra la corrupción, contra los conservadores, el colocar primero a los pobres, todos han sido los temas que el presidente ha tratado todos los días en sus conferencias por las mañanas.
En los últimos días se difundió un audio en el que supuestamente un funcionario de alto nivel del gobierno federal actual señalaba contradicciones, errores y desvíos del gobierno y concluía que la famosa 4T no existía.
Nuestro país tiene una ancestral y vasta cultura. Aún en los momentos de la dominación colonial española, conceptos e ideas destacadas de la cultura nacional se expresaron fuertemente, a pesar de la censura y el enclaustramiento.
Según las estadísticas que elaboran los principales centros económicos del imperialismo mundial, es decir, quienes elaboran la política económica vigente, los signos más agudos de la crisis económica producida por la pandemia del covid-19 y que afecta gravemente el nivel de vida de los asalariados de los países del centro de Europa, parecen apaciguarse.
El pensamiento, las ideas, el método, incluso la figura y la vida personal de Carlos Marx ha estado en cuestión desde hace muchos años.