Los países de América Latina acuden esta semana a una reunión mundial a New York sobre drogas en la ONU con la esperanza de fijar el fin de una estéril lucha contra el narcotráfico, de la que son el escenario internacional más cruento. Por primera vez en casi dos décadas, la Asamblea General de las […]
Los países de América Latina acuden esta semana a una reunión mundial a New York sobre drogas en la ONU con la esperanza de fijar el fin de una estéril lucha contra el narcotráfico, de la que son el escenario internacional más cruento.
Por primera vez en casi dos décadas, la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicará a partir de hoy, martes 19 de abril de 2016, una sesión especial para debatir sobre las políticas de drogas y el narcotráfico UNGASS 2016. Será un momento crucial para revisar y reformar el paradigma represivo, que viene demostrado su fracaso rotundo, con consecuencias graves sobre la salud y la vida de tantísimas personas y comunidades alrededor del mundo, y particularmente en América latina.
El diario argentino «Pagina 12» presenta una panorámica global sobre UNGASS.
«América latina tiene un rol clave en la discusión que comenzará el martes en la sede de la ONU, en Nueva York. Colombia, Uruguay y Guatemala han expresado su rechazo a las políticas vigentes, y promovido varias discusiones en foros internacionales con perspectivas alternativas a la represiva. Justamente los altos niveles de violencia vinculados a los procesos de producción, procesamiento y venta de estupefacientes, en México, países centroamericanos y del Caribe y de la región andina han sido el principal motivo para adelantar esta cumbre prevista originalmente para 2019. Solo en México, la «guerra contra las drogas» ha generado más de 70 mil asesinatos y las denuncias por graves violaciones a los derechos humanos contra las fuerzas armadas se han incrementado notablemente desde que el presidente Felipe Calderón, en 2006, ordenara una ofensiva militar contra los cárteles de droga: en la Comisión Nacional de Derechos Humanos se recibieron más de 5000 denuncias de torturas y malos tratos, se han contabilizado más de 22 mil desaparecidos, y más de 280 mil desplazados. Países europeos como Portugal, Suiza, Países Bajos, República Checa y Noruega han empezado a implementar otras recetas para enfrentar los problemas vinculados a las drogas como la reglamentación de la tenencia, la discriminalización del consumo y la autorización del uso medicinal del cannabis.
Las leyes de mano dura han tenido un impacto particular sobre las mujeres pobres, con baja educación, que se vinculan al mercado de drogas en su eslabón más bajo -como correos humanos o en la venta al menudeo-: su encarcelamiento creció exponencialmente en varios países de la región en los últimos años, como Argentina, Brasil, Costa Rica y Perú, donde representan más del 60 por ciento del total de la población carcelaria femenina. En su mayoría, son madres solteras. En Argentina, la cantidad de mujeres presas por delitos de drogas aumentó 271 por ciento entre 1989 y 2008, como consecuencia de la aplicación de penas desproporcionadas.
Otra consecuencia del endurecimiento de las leyes ha sido la persecución penal a consumidores, con sobrepoblación de cárceles y un marcado sesgo racista en las detenciones. Por ejemplo, en Estados Unidos, entre 1990 y 2010 los encarcelamientos vinculados a infracciones a la ley de drogas aumentaron un 53 por ciento y aquellos relacionados con la marihuana crecieron 188 por ciento. Entre 2001 y 2010 hubo más de 8 millones de arrestos por marihuana, de los cuales el 88 por ciento fueron por posesión. Pero fueron muy superiores las detenciones entre las personas de ascendencia africana, donde hubo 716 arrestos cada 100 mil habitantes, mientras que entre los blancos la cifra fue de 192 cada 100.000, aunque las tasas de consumo de esa droga son similares entre ambas poblaciones. En otros países, entre ellos Tailandia, Brasil, e Irán, entre el 25 y el 50 por ciento de todos los presos han sido condenados por delitos de drogas.
En la persecución a consumidores se dilapidan los presupuestos policiales. En 2011, en los Estados Unidos una persona fue arrestada por poseer marihuana cada 42 segundos. Nueva York gastó 75 millones de dólares en 2010 para detener y encarcelar a gente con pequeñas cantidades de esa droga», concluye el análisis de Pagina 12 (1).
El presidente Evo Morales demostrará en ONU «el fracaso» de política antidroga de EEUU
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció el día 16 Abril 2016en Roma que en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre drogas (UNGASS) demostrará «el fracaso de la política de Estados Unidos» en esa materia.
«Sin bases militares, sin la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos), inclusive, sin la responsabilidad compartida de algunos países consumistas, hemos demostrado que es posible, con la participación del pueblo, enfrentar al narcotráfico», afirmó el gobernante en una rueda de prensa ofrecida en Roma y transmitida en directo por la radio estatal boliviana Patria Nueva.
La UNGASS es una instancia de la Organización de Naciones Unidas que en 1998 realizó la primera evaluación de la política global de lucha contra el narcotráfico. Entre el 19 y 21 de abril la asamblea volverá a sesionar en Nueva York. Morales insistió en que participará de esa reunión.
«La lucha contra el narcotráfico con militarización de carácter policiaco y con la doctrina norteamericana ha sido un rotundo fracaso (…). En Naciones Unidas habrá un debate profundo para que de verdad la lucha contra el narcotráfico sea efectiva», insistió Morales.
El Jefe del Estado boliviano anticipó que su propuesta ante la UNGASS incluirá un pedido para «levantar el secreto bancario a nivel internacional».
El gobernante participa en el Vaticano del Tercer Encuentro de Movimientos Populares a instancias de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. En ese marco, se reunió con el papa Francisco y con Bernie Sanders, precandidato a la presidencia de Estados Unidos por el partido Demócrata.
«Estamos convencidos que desde el punto de vista del imperio norteamericano la lucha contra el narcotráfico tiene un fin, el control geopolítico en los países, especialmente en América Latina y el Caribe», remarcó Evo Morales en la rueda de prensa ofrecida el pasado 15 de abril.
La lucha frontal contra el narcotráfico con énfasis en el consumo y la demanda, será la propuesta que el Estado Plurinacional de Bolivia planteará ante la sesión especial de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (Ungass) 2016, a realizarse en Nueva York, adelantó el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres.
En declaraciones a Cambio explicó que las políticas para hacer frente a las organizaciones criminales que se dedican a ese ilícito, no solamente se deben concentrar en la materia prima y sus insumos (producción), sino en el consumo y la demanda, «porque donde hay pedido hay oferta».
En ese contexto, señaló que el planteamiento integral incide también en que la lucha sea compartida, complementaria, sin condicionamientos, y sobre todo, con respeto a la soberanía de los pueblos en el marco del Convenio de Viena de 1961.
«Debe haber una mayor cooperación en el marco de la responsabilidad compartida, transparente y efectiva. Se debe aunar esfuerzos entre todos los gobiernos del mundo, aunar esfuerzos regionales y que no se condicione, que no se chantajee y se respete la soberanía e independencia de los pueblos», manifestó.
Cáceres recordó que Bolivia es un país digno y soberano desde que se expulsó a la DEA y al embajador de Estados Unidos, porque en vez de coadyuvar en la lucha contra el narcotráfico en el marco de la corresponsabilidad compartida estaban conspirando contra el presidente Evo Morales Ayma.
Explicó que antes de la actual administración, los gobiernos neoliberales encaraban ese desafío atacando a los productores de hoja de coca y a los dirigentes sindicales bajo el argumento de que «los cocaleros eran narcotraficantes y los que acullicaban drogadictos».
«Eso ha terminado en el país con la nacionalización de la lucha contra las drogas. Bolivia con sus propios recursos diseña su estrategia contra ese mal con la participación de las Fuerzas Armadas y de la Policía Boliviana», aseguró al diario boliviano Cambio (3).
Dionicio Núñez Tangara: ‘Embajador’ de la coca
Debe ser uno de los dirigentes cocaleros de los Yungas de La Paz con mayor trayectoria. Dionicio Núñez Tangara asegura que conoció al presidente Evo Morales cuando contaba con apenas 22 años, siendo secretario de Organización de la Federación de Campesinos Choquetec de su natal municipio de La Asunta.
Núñez fue concejal por Izquierda Unida; secretario ejecutivo del Consejo de Federaciones Campesinas de los Yungas (Cofecay); en 2002 fue diputado uninominal, llegando a ejercer la vicepresidencia de la Cámara de Diputados en 2003-2004. También fue asesor de la comisión de Coca de la Asamblea Constituyente, en Sucre. En dos ocasiones viajó a Viena (Austria) en la delegación boliviana ante la Comisión de Estupefacientes.
El último cargo que ocupó fue de Viceministro de Coca y Desarrollo Integral. Luego de ser destituido por la ministra de Desarrollo Rural y Tierras de entonces, Nemesia Achacollo, a raíz de un supuesto desvío de fondos, el fiscal del caso terminó rechazando la denuncia contra Núñez.
Hoy día, Núñez, sin dejar la actividad sindical y cultivar coca, está más dedicado, como él dice, a ejercer de una suerte de «embajador itinerante de la coca, ad honorem», pues está en constantes viajes al exterior para participar o dar conferencias sobre la problemática de la coca, comenta a La Razón en su edición del dia 07 de marzo de 2016.
A mediados de enero 2016, por ejemplo, estuvo en Holanda, participando del Foro Mundial de Productores de Cultivos declarados Ilícitos, entre los que está la coca; también visitó, cuenta, Colombia y Perú. «A mediados de marzo viajé a Marruecos para hablar sobre cómo, cuando hay una voluntad de Estado, con los productores se puede sentar bases de autocontrol para que los cultivos no es expandan, o para que esa coca no vaya al mercado ilícito», narra.
Cocalero por tradición familiar, como la mayoría en los Yungas paceños, Núñez, pese a ser partidario del actual Gobierno, no deja de ser crítico con la actual política de la coca.
Siendo la Ley 1008 una de las normas que en el pasado ‘neoliberal’ sirvió para reprimir al movimiento cocalero, que incluso de algún modo dio lugar al actual proceso de cambio, es contradictorio -expresa- que con diez años del gobierno del MAS no se haya modificado dicha ley. «No hemos tenido la capacidad de hacer una ley sustituta, pese a que la coca hasta se ha constitucionalizado y se ha despenalizado el acullicu en Bolivia; además, tampoco hemos avanzado en la industrialización de la coca; tenemos que ser autocríticos».
Núñez tampoco deja de señalar que así como hay similitudes y solidaridad entre los cocaleros de los Yungas de La Paz y los del Chapare cochabambino, también existen inocultables diferencias: mayoría aymara en La Paz y quechua en Cochabamba; diferente forma de cultivo y de rendimiento (un cato en el Chapare produce dos o tres veces más que la misma extensión de tierra en los Yungas); mientras la coca yungueña tradicionalmente es para el mercado de consumo tradicional, la coca chapareña no siempre, destaca.
Son precisamente estas diferencias, así como las cosas en común, las que deberían estar expresadas en la nueva ley de la coca, insiste Núñez. Activo en la vida sindical, no descarta el retorno a la vida política activa; más aún, señala, luego del referéndum del 21 de febrero 2016, que significó un freno para el actual proceso de cambio (4).
UNGASS 2016: ¿hito histórico u oportunidad perdida?
Para profundizar los desafíos de UNGASS 2016 vale la pena destacar el análisis de Martin Jelsma, coordinador del Transnational Institute TNI de Amsterdam: «Como escribió en la revista Nexos Lisa Sánchez, de México Unido contra la Delincuencia (MUCD) e integrante de la delegación mexicana en las negociaciones en Viena, «a falta de un milagro, la triste conclusión de la UNGASS 2016 seguramente será que el sistema internacional de control de drogas permanecerá unos años más como ese caso paradigmático de inmovilismo multilateral» y los resultados «demostrarán la falta de capacidad de la ONU para adaptarse al contexto actual y dotarse a sí misma de coherencia».
Durante todos estos meses de negociaciones, el tema tabú que todo el mundo ha eludido mencionar ha sido el de la regulación del cannabis y el temor de que esta podría hacer saltar por los aires las propias bases del sistema de control global de drogas. «Como punto de partida, es fundamental que los Estados miembros utilicen la UNGASS para reafirmar su apoyo a los tres tratados de fiscalización de drogas de la ONU», fue el primer punto que pusieron sobre la mesa los Estados Unidos en su informe oficioso para la UNGASS (junio de 2015) y todo debate acerca de los tratados se vio bloqueado desde el principio del proceso. Es probable que las tensiones sobre la regulación del cannabis y el incumplimiento de los tratados se extiendan rápidamente cuando otros estados norteamericanos, entre los cuales California, sigan los mismos pasos en noviembre de este año. En el plano nacional, después de Uruguay, el Gobierno canadiense también ha prometido regular el cannabis; y también en otros países se están estudiando, con diferentes niveles de apoyo político, propuestas legislativas para regular el cannabis, como Guatemala, México, Italia y Marruecos.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, aún podría demostrar su liderazgo para «mantener un debate plural y abierto que tenga en cuenta todas las opciones» anunciando en la UNGASS la creación de un grupo de expertos independientes para asesorar sobre la coherencia de todo el sistema, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los derechos humanos y las tensiones de los tratados en el período previo a 2019, tal como han propuesto Colombia, Uruguay, Ecuador, Jamaica y Panamá, y muchas organizaciones de la sociedad civil, entre las que cabe destacar el reciente apoyo en The Lancet y por parte de International Crisis Group y Amnistía Internacional.
Según Alex Wodak, presidente de la Fundación por la Reforma de las Leyes de Drogas en Australia (ADLRF), «ahora está claro que el consenso internacional está irremediablemente roto y que las fracturas son múltiples, profundas, graves e irreparables. No podemos volver atrás y fingir que existe algún tipo de acuerdo internacional». Y sin duda, el intenso proceso de la UNGASS, con sus cientos de eventos y aportaciones, está demostrando y documentando más que nunca las crecientes dudas y divergencias. Puede que el documento final en sí mismo resulte muy decepcionante, pero el conjunto del proceso de la UNGASS ha generado las condiciones necesarias para la llegada de cambios fundamentales en los próximos años», concluye TNI (5).
La voz de las víctimas de la guerra en contra de las drogas
Decenas de familias víctimas del combate al narcotráfico en Centroamérica, México y Estados Unidos se concentraron este lunes 18 de abril frente a varios edificios federales en Nueva York y pidieron el fin de la guerra contra las drogas y los encarcelamientos masivos.
Los familiares forman parte de la «Caravana por la Paz, la Vida y la Justicia», que viajó de Honduras hasta Nueva York con el objetivo de presionar en la sesión especial sobre drogas que celebra Naciones Unidas esta semana, del 19 al 21 de abril.
La caravana pasó, entre otros lugares, por El Salvador, Guatemala, Texas, Washington y terminó en Nueva York. «Denunciamos los múltiples daños que causa la guerra contra las drogas», señaló el coordinador de la caravana, Ted Lewis, que indicó que «las organizaciones criminales están corrompiendo a oficiales y gobiernos tras 50 años de prohibiciones».
Según Lewis, la acumulación de daños y las muertes violentas son «el hecho más visible de que existe un grave problema» en los países de América Central y del Norte, «donde resuelven el problema a través de encarcelaciones masivas». «Estados Unidos tiene un nivel de presos históricamente alto, y estas detenciones están sesgadas hacia los negros y los latinos», denunció. Así lo apoyaba Rafael Carreras, uno de los familiares que iban ataviados con camisetas negras con frases recordando a sus seres queridos fallecidos, secuestrados o desaparecidos. «Todos tenemos derecho a vivir y a solucionar los problemas que aterran a nuestros compatriotas», explicó Carreras, de 70 años y procedente de Guatemala, que indicó que los jefes de Gobierno son los «primeros que deberían dar ejemplo». Durante la concentración, algunos de los presentes aprovecharon para explicar a los demás sus historias personales y cómo esta situación de «guerra» les había causado la pérdida de sus seres queridos.
«Ya no busco solo a mi hijo sino a miles de jóvenes», dijo la mexicana Maricela Orozco, que ha perdido a dos de sus hijos, uno secuestrado en 2014 en el estado de Veracruz y otro asesinado el mismo día, cuando trataba de localizar a su hermano. Orozco, que cree que los desaparecidos están «secuestrados trabajando para la droga», considera «un buen paso» la reunión de la Asamblea General de la ONU de esta semana y apoya medidas como la legalización de la marihuana. La convocatoria de los familiares y activistas continuó, sin incidentes, frente a la sede de Naciones Unidas. En sus protestas, los activistas se acompañaron de un auto que recreaba una famosa protesta contra la Ley Seca en EE.UU., pero esta vez con lemas contra el narcotráfico y la prohibición de las drogas.
La portavoz Laura Carlsen, experta en asuntos sociales en Latinoamérica, contó a Efe que los actos de esta caravana por la paz pretenden «ser un altavoz de lo que ocurre en la sociedad de los países de Centroamérica». «No creemos que con esto cambie el resultado de la reunión en la ONU», reconoció Carlsen, que aseguró que el objetivo de la manifestación es, «sobre todo», hacer presente «el dolor de la población civil» (6).
Tras semanas de constantes coordinaciones con la embajada de Estados Unidos, finalmente ayer Amapola Durad, secretaria de las 17 cuencas cocaleras del país, confirmó que si viajará al país americano para representar a los países cocaleros de Sudamérica ante la asamblea UNGASS 2016 organizado por la ONU, donde se debatirá el tema de la despenalización de la hoja de coca.
Así lo informó Hugo Porroa, sub secretario de la Gloriosa Federación de Campesinos La Convención, Yanatile y Lares – Fepcacyl – quien señaló que la asamblea extraordinaria se realizará del 19 al 21 de abril próximo en la ciudad de Nueva York.
Amapola Durand no sólo representará al Perú, sino también a los cocaleros de Bolivia y Colombia. Ella expondrá por 10 minutos las razones de los hermanos cocaleros para la producción y comercialización libre de la hoja de coca con fines industriales (7).
Conclusiones
El Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS sigue documentando la relación entre la guerra a las drogas, la criminalización de los movimientos sociales cocaleros de la Región Andina y la violación de los derechos humanos, en colaboración con el Transnational Institute TNI de Amsterdam (8), con publicaciones como «Hablan los diablos- Amazonía, coca y narcotráfico en el Perú. Escritos urgentes».
Hugo Cabieses, Baldomero Cáceres, Róger Rumrrill, Ricardo Soberón Autores. Editores: TNI/ABLA YALA/MLAL, Julio 2005 (9), con artículos publicados por el bloque GUE-NGL en el Parlamento Europeo (10) y la publicación de investigaciones auspiciadas por el Parlamento Europeo, como por ejemplo en el caso del Golpe en Paraguay donde en abril de 2013 se ha denunciado «Acusaciones sobre narcotráfico en el proceso electoral preocupan a europarlamentarios y organizaciones internacionales» (11).
La puesta en discusión del modelo de guerra a las drogas es fundamental para la democracia. Hay que llamar la atención acerca de cómo el fracaso de este programa durante cinco décadas no ha implicado un cambio profundo en el discurso estigmatizador, discriminador, punitivista y criminalizador que acompaña al paradigma fracasado.
Este paradigma ha sido una construcción cultural exitosa, con justificaciones morales profundamente hipócritas, pero que penetran con mucha profundidad consiguiendo, incluso, que se olvide algo que todo el mundo conoce y que tuvo consecuencias muy parecidas, que es la prohibición del consumo de alcohol hace poco menos de un siglo en Estados Unidos.
Esta política que parte de una demonización de la sustancia, desde su formulación por parte del entonces presidente estadounidense Richard Nixon en 1965, hasta su absoluta vigencia actual en países de oriente y occidente, pasando por el uso que de ella la hicieron las dictaduras latinoamericanas durante los años ’70 y ’80 para justificar otro tipo de políticas, como la ‘lucha antisubversiva’.
Tal como ocurre con algunas políticas económicas del neoliberalismo, cuando se percibe el escaso resultado no se pone en revisión el paradigma que la justifica, sino que se atribuye a insuficiencia de rigor, de perseverancia o de fuerza en su aplicación; y así se lo fortalece.
Hoy UNGASS 2016 debe reformar el paradigma represivo y abrir nuevos caminos de autodeterminación de los pueblos, como propone el Presidente de Bolivia, Evo Morales.
NOTAS
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http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-297140-2016-04-17.html
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https://www.tni.org/es/art%C3%ADculo/ungass-2016-hito-historico-u-oportunidad-perdida
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MEP’S concerned about allegations of drug trafficking in Paraguay’s electoral process, report by Cristiano Morsolin. In exclusive to the E’a daily, Jurgen Klute, German MEP for the GUE-NGL block, member of the Delegation for Relations with Mercosur countries, affirmed:
«Paraguayan democracy was structurally affected by the parliamentary coup and we have strong concerns regarding these elections. On the one hand, it is those who plotted the coup who are now organizing the elections and whose party has a good chance of winning. On the other hand, the Colorado Party candidate leading the polls has serious criminal accusations of drug trafficking, smuggling and money laundering. The judiciary must clarify these allegations as soon as possible. For the EU it would be very difficult to negotiate a trade agreement with a government possibly linked to drug trafficking. This would seriously compromise the European Parliament’s legislative efforts in its fight against illicit money flows and tax havens.»
Cristiano Morsolin, trabajador social e investigador italiano radicado en Latinoamérica desde 2001 con experiencias en Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Brasil. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS de Milán (Italia), autor de varios libros.
Blog del autor: https://diversidadenmovimiento.wordpress.com/
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