Recomiendo:
0

Gana Uribe, perdemos todos

Fuentes: Rebelión

Aciertan los que quieren ver una victoria en la participación de Álvaro Uribe Vélez en la reciente reunión de UNASUR realizada en Bariloche. Sin embargo, en algo cambiarían sus argumentos, si lograran agregar a sus valoraciones la consideración de que Uribe no es una persona disputando un confite con otros, tan o más infantiles que […]

Aciertan los que quieren ver una victoria en la participación de Álvaro Uribe Vélez en la reciente reunión de UNASUR realizada en Bariloche. Sin embargo, en algo cambiarían sus argumentos, si lograran agregar a sus valoraciones la consideración de que Uribe no es una persona disputando un confite con otros, tan o más infantiles que él, sino un jefe de Estado participando en un proyecto de integración continental; proyecto siempre deseado por los latinoamericanos, y siempre obstaculizado por los personalismos, y por los intereses externos que los estimulan.

Gana Uribe porque, astutamente, no socializó previamente el documento del acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos, manteniendo así el control de la reunión y orientándola a generalidades, suposiciones y acusaciones personales. Uribe no quería discutir el acuerdo, sino entorpecer la visibilidad de los factores de fondo en juego, a través de un espectáculo mediático de sensiblería y pugilato, sus elementos comunicativos mas preciados.

Y no se entiende como los Presidentes del continente aceptan una reunión con tan previsible falta de rigor. Quizá porque el caramelo de la televisión a todos los seduce y/o les atemoriza; menos el sobrio Lula, que sí olfateo la celada.

Gana Uribe porque se discutía sobre un hecho cumplido y sin reversa, al que acaso se le podría adicionar una visita de verificación a las bases militares. Y gana porque, aun en ese caso, Uribe siempre podría enredar la visita exigiendo la compañía de los Estados Unidos a través de la OEA , y quien sabe a través de cuantas entidades más, con el mismo pretexto de ‘democratizar’ las discusiones con el cual se enredan aquí en el país las investigaciones de parapolítica, falsos positivos o chuzadas.

Gana Uribe porque logró que en la declaración final todos compartieran, incluso el reticente Chávez, la denominación de ‘terroristas’ para las FARC. Pasando de puntillas por la participación de los paramilitares, en alianza con las mismas fuerzas del orden, en agresiones contra la población civil igual o más horrendas que las cometidas por las FARC.

Pierde Colombia porque en el negocio de intercambiar la ‘colaboración’ norteamericana por el TLC, perdemos en democracia y dignidad, mientras un grupo de empresarios se enriquece. El proyecto de generar primero confianza inversionista y después democracia, falsea la democracia, al subordinarla a la simple ambición por los dólares y el fortalecimiento empresarial.

Pierde Colombia porque la gestión pública se sigue orientando a la guerra, al exterminio enemigo, sin establecer la relación del origen y vigencia de la guerra, con el origen, vigencia y aumento de la pobreza.

Pierde Latinoamérica porque, mientras el mundo global se enruta hacia la autodeterminación y la consolidación de sociedades supranacionales de intereses culturales comunes, bajo el eufemismo de ‘colaboración’ aquí estamos cediendo autonomía, fortaleciendo la dependencia y desconociendo a nuestros pares continentales.

Y sin embargo, es bueno que este listado de ganancias y perdidas se pueda establecer hoy desde un escenario asociativo de alcance latinoamericano, que deberá ir afinando su identidad y sus mecanismos. Nos quedamos, entonces, con esa visión de futuro, donde esperamos que primen los altos criterios comunitarios enarbolados por Alan García y ‘Lula’ Da Silva, y no la mezquindad de las ganancias coyunturales, astutas y solitarias.

 mauronarval.blogspot.com