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La vida política y social en Estados Unidos parece entrar a una de sus épocas más oscuras. La resistencia está en lo más profundo de la nación, en el arte y en la belleza. En una histórica huelga textilera brotó un lema surgido de una canción: “pan para todos y rosas también”, el cual podría hoy mantener la esperanza.
Las noticias esta semana de que el gobierno de Joe Biden y su vicepresidenta Harris habían recibido casi 500 informes oficiales indicando que Israel usó armas estadounidenses causando daño innecesario a civiles en Gaza, podría complicar aún más el apoyo para la demócrata.
En Estados Unidos, donde los políticos tienen pésimos índices de aprobación, los candidatos tienen que recurrir a figuras con mayor credibilidad que ellos. La candidata demócrata, Kamala Harris, ha invitado a grandes estrellas a sus actos de campaña. El pasado sábado estuvo Bruce Springsteen en Georgia (en la imagen).
Los programas dedicados a burlarse del poder en Estados Unidos se han convertido en una de las mejores defensas contra los abusos y los engaños de las cúpulas políticas y económicas; este elenco se destaca por su manejo de la sátira combinado con periodismo de investigación. Uno de sus grandes exponentes es Jon Stewart (en la imagen), presentador del noticiero ficticio The Daily Show.
EE.UU. es una potencia militar, pero está muy por debajo de otros países avanzados en casi todos los rubros de bienestar social. Y fue el reverendo Martin Luther King (en imagen de archivo) quien declaró en 1967 en su famoso discurso contra la guerra en Vietnam que ya no podría abordar el tema de la violencia de los pobres en EE.UU. sin primero hablar claramente del proveedor más grande de violencia en el mundo: «mi propio gobierno»