Eduardo Paz Rada

Artículos

La apuesta boliviana

El proceso antiimperialista en Bolivia ha dado pasos inmensos de transformación económica, política y social en los catorce años de la presidencia de Evo Morales y ahora se plantea la necesidad de profundizar esta perspectiva de manera integral tomando en cuenta la Agenda Patriótica 2025 y el proyecto de industrialización que consolide los avances conseguidos y trace una perspectiva orientada hacia la mayor independencia económica, la igualdad y dignidad sociales y la soberanía política con democracia participativa y deliberativa.

Una serie de acontecimientos de los últimos meses de 2021 en Nuestra América Latina y Caribeña, desde el México cerquita al Imperio hasta las Malvinas Argentinas, permiten advertir que las tensiones entre los avances y retrocesos de los procesos de independencia e integración frente a las agresiones y presiones imperialistas estarán vigentes en los próximos años, los que tendrán el signo del dilema del Porvenir de América Latina: dominados o integrados los pueblos y países de la región.

Introducción al libro “Vida, pasión, GOLPE y resurrección”

A un año de haber recuperado el proceso democrático en Bolivia, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), bajo la conducción del presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, ha conseguido superar la profunda crisis económica y enfrentar planificadamente la pandemia del COVID 19, continúa sufriendo la conspiración desestabilizadora de la oposición cívica, política y mediática conservadora y tiene desafíos importantes para profundizar el proceso revolucionario con la industrialización, la redistribución social de recursos y la aceleración de la democracia participativa de autodeterminación nacional-popular.

Las imágenes de las últimas reuniones del frente o bloque opositor en Bolivia, organizado para enfrentar al gobierno democrático ganador de las elecciones de 2020 con 54% de apoyo de Luis Arce Catacora y David Choquehuanca, han mostrado con toda claridad el papel articulador, dirigente y conductor de Rómulo Calvo como mando principal bajo el cual se ubican Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC), Fernando Camacho de CREEMOS, Jorge Quiroga, las denominadas “Plataformas” y los grupos de choque encabezados por la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) y la Resistencia Juvenil Cochala (RJC).

En este artículo el autor analiza el momento histórico que atraviesa Brasil; en medio del descrédito internacional, tiene la oportunidad histórica de volver a liderar la integración latinoamericana y a ser un actor de peso en la geopolítica mundial en cuanto termine el gobierno Bolsonaro.

El gobierno boliviano se ha convertido en el principal impulsor de la recuperación de los procesos de integración soberana y emancipadora de América Latina y el Caribe así como del fortalecimiento de las políticas comunes entre los países de la región bajo los postulados de la unidad de la Patria Grande que, en los primeros quince años de este siglo, dieron saltos importantes para colocar la región en condiciones de adquirir un peso importante en la política mundial y sufrieron un retroceso en el último lustro con varios gobiernos neoliberales y conservadores.

Con la imagen de un Evo Morales solitario, abandonado por sus bases, con un Movimiento Al Socialismo (MAS) dividido y contradictorio y con la consigna de que el expresidente indígena debe ser sometido a juicio, el periódico Página Siete de Raúl Garafulic Lehm desarrolla una campaña sistemática contra el proceso nacional-popular iniciado en Bolivia en 2006.

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