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El tradicional Consejo Europeo de marzo ha demostrado, una vez más, que sirve para muy poco. Los líderes de la UE se han limitado a comprar tiempo, han escenificado una cumbre tranquila y se han ido a casa con los mismos problemas con los que viajaron a Bruselas. Por no haber, ni tan siquiera ha habido debate.
Merkel y Sarkozy forzaron la máquina en la madrugada del jueves al viernes en el Consejo Europeo. Por primera vez, un acuerdo francoalemán ha sido más importante que la unidad de la Unión Europea. Merkel lo dijo muy claro: si no es posible a 27, será a 17. Y cumplió. Resultado, un acuerdo intergubernamental, no comunitario y frágil, tras el veto de Cameron. ¿A qué precio? Gran Bretaña, más aislada que nunca; y, la UE, pendiente de una profunda e incierta reforma.
La tercera fase de la Unión Monetaria trajo la moneda única y unas condiciones de convergencia basadas en dos objetivos: que la tasa de endeudamiento no superara el 60% del PIB y que el déficit fuera inferior al 3% del PIB. La tercera fase llegó, pero los objetivos se fueron al garete. Por eso necesita el euro entrar en la cuarta fase, la que garantice su futuro. Alemania tiene un plan, pero llega sin los deberes hechos a la cumbre. Se anuncia otra noche toledana en Bruselas pero, sobre todo, se anuncia una negociación durísima para los próximos meses y años, si finalmente, como parece, la reforma de los tratados se hace en dos fases.
Los últimos acontecimientos en torno a la crisis europea (económica, financiera, política e institucional) están ofreciendo una imagen de deriva, de desasosiego y absoluto desconcierto, pero también la de una Unión que parece estar cambiando de fisonomía.
La jugada le está saliendo perfecta a Berlusconi y a la Liga Norte. El permiso de residencia temporal concedido a centenares de inmigrantes tunecinos para incitarles a salir de Italia y provocar la reacción francesa ha terminado por abrir una crisis en toda regla en la Unión Europea, amplificada por la increíble debilidad de la Comisión y la hipocresía general de los Veintisiete. La deriva derechista se agrava en la UE.
Continúa preso en la cárcel de Logroño, pero sigue siendo el mayor referente de la izquierda abertzale y no pierde detalle de la evolución de unos acontecimientos que él y otros compañeros encarcelados empezaron a desencadenar con su iniciativa política. La entrevista ha sido realizada por GARA unos días antes de la declaración de ETA, […]
La decisión de dar luz verde al plan propuesto por Catherine Ashton tras las modificaciones exigidas por los Estados y el Parlamento Europeo sirve para destapar completamente la encarnizada lucha ya abierta por los nuevos altos cargos resultantes de la creación del Servicio Europeo de Acción Exterior. París es quien más empeño está poniendo para […]
La presidencia rotatoria belga al frente del Consejo de Ministros de la Unión Europea, que arrancará el 1 de julio, ha presentado un documento resumido de una página en el que identifica 5 grandes objetivos (componentes, lo han llamado) con sus correspondientes estrategias. En el componente socioeconómico el objetivo declarado es restablecer el crecimiento sostenible […]
Tras el visto bueno político que los estados dieron al plan de Catherine Ashton para crear el futuro Servicio Europeo de Acción Exterior, llega la hora del Parlamento Europeo, que debe aprobar el presupuesto del cuerpo diplomático europeo. Esas negociaciones comenzarán enseguida; entonces se sabrá para qué servirá ese cuerpo diplomático que anuncian. Hoy, todo son dudas y preguntas.
Hoy entra en vigor, con un año de retraso sobre el calendario previsto, el Tratado de Lisboa. Con ello la Unión Europea pretende dar carpetazo a la grave crisis abierta con el rechazo al Tratado Constitucional. Pero lo cierto es que apenas nos cuentan un cuarto de la verdad: muchas de las disposiciones fundamentales de esta reforma no entrarán en vigor al menos hasta dentro de uno, cinco o siete años.