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En una reciente columna de Naiz, medio digital vasco, Pablo Iglesias, ex Vicepresidente del Gobierno español, analiza la utilidad de la actual Constitución española para la defensa de los intereses de las clases populares frente a los oligopolios. Para ello hace referencia a sus artículos 33 , 38 y 128.

El intento de perpetuar el decadente régimen juancarlista, mediante un renovado régimen felipista, está condenado al fracaso. La incoherente pretensión de vincular jurídicamente los inevitables cambios de un Estado plurinacional al fraudulento proceso de la llamada Transición, que siguió a la reforma de la dictadura, “de la ley a la ley”, no parece que sea factible.
Según el diccionario de la Academia española, extorsión es la presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas para obligarlo a actuar de determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio.
Dice Felipe VI que la monarquía española es puente, lo que no es cierto, pues es obvio que no es tal, sino freno, obstáculo, amenaza e imposición militar.
La Revolución cubana no es el paraíso en la Tierra, ya lo sabemos, pese a la belleza de la isla y la enorme cordialidad de su gente. Tampoco es una modélica democracia cómo la del Reino de España, en donde su Rey emérito, Juan Carlos I, está huido desde hace un año en una de las dictaduras teocráticas del Golfo Pérsico por presuntos delitos de blanqueo de capitales y tráfico de armas, aún por aclarar.
En un articulo anterior, afirmaba que la imposición de la ideología franquista en el seno de las Fuerzas Armadas no concluyó con el final de la dictadura, manteniéndose a lo largo de estas últimas cuatro décadas una lucha soterrada contra los valores democráticos, que trasciende los muros de los cuarteles, contaminando la vida política y social de nuestro país.

Franquistas de toda la vida se pavonean impunemente haciéndose pasar por demócratas. Algunos, como el Sr. Mayor Oreja, ex ministro del interior, llegó a describir la dictadura como una situación de «extraordinaria placidez».
La Academia Española define el vocablo impostor del siguiente modo: 1. Que atribuye falsamente a alguien algo. 2. Que finge o engaña con apariencia de verdad. 3. Suplantador, persona que se hace pasar por quien no es.
La imposición de la ideología franquista en el seno de las Fuerzas Armadas no concluyó con el final de la dictadura, manteniéndose a lo largo de estas últimas cuatro décadas una lucha soterrada contra los valores democráticos, que trasciende los muros de los cuarteles, contaminando la vida política y social de nuestro país.
La creciente disyuntiva, democracia o barbarie, tiene su origen en una constitución que confirmó en el trono al último jefe de la dictadura, Don Juan Carlos I de Borbón, y a su línea sucesoria, dotándolos de una impunidad y de unas prerrogativas ajenas a cualquier atisbo del más elemental sentido de justicia.