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El debate sobre el cambio climático, en apariencia técnico, termina incorporado a la batalla cultural. Y no solo me refiero, a las refriegas entre gobiernos, entre partidos o entre representantes políticos, digamos, por los incendios del verano o las danas otoñales. La discusión es más profunda: poner bajo la lupa al modo de producción capitalista.
(A la memoria de mi querido tío Diego Ruiz Galacho, la persona que me introdujo en la lectura de El capital)
El fuego azota a España, y a buena parte de la Unión Europea especialmente en el área mediterránea, también al mundo (el fuego de California). Parece un fenómeno natural ante cuya arbitrariedad la racionalidad humana poco puede hacer. Sin embargo, un mínimo detenimiento nos muestra sus aspectos sociales abriéndose un abanico de intervenciones. Nuestra mirada pretende ir más allá
En otra entrada enunciamos tanto la necesidad de la crítica a la teoría, en cuanto forma actual del conocimiento científico, como la de su método (la lógica) frente al que planteamos la dialéctica materialista.
Dedicado a Javier Angulo, joven amigo inquieto por la geopolítica
El debate sobre el trabajo productivo tiene larga tradición en la investigación económica. También en el ámbito del marxismo. Esto se ha deslizado hacia la política bajo distintos planteamientos: unas veces sobre quién es el sujeto portador de la transformación social (fracción fabril de la clase obrera vs. cuellos blancos) y otras, por ejemplo, en cuanto al modelo económico a impulsar (más o menos basado en la industria).
Exploramos diversas ideas: el papel del sindicalismo judicial en la politización de los jueces; el fenómeno del enfrentamiento ejecutivo vs judicial a nivel internacional y las peculiaridades del caso español; y la determinación más general, el papel del poder judicial en la relación de capital.
Anteriormente nos detuvimos en la huelga de jueces en cuanto medida laboral de presión como expresión inmediata de una lucha económica de clases. Ahora, veremos a la clase de los jueces en su relación con el conflicto político. Lo cual nos descubrirá enfrentamientos incluso dentro del estado. En fin, se va desplegando ante nuestros ojos una diversidad de formas de la lucha de clases, cuyo contenido será objeto en la próxima entrega.
En las siguientes líneas nos enfrentamos a la reciente huelga judicial en España preguntándonos por su necesidad.