Artículos
El debate sobre el trabajo productivo tiene larga tradición en la investigación económica. También en el ámbito del marxismo. Esto se ha deslizado hacia la política bajo distintos planteamientos: unas veces sobre quién es el sujeto portador de la transformación social (fracción fabril de la clase obrera vs. cuellos blancos) y otras, por ejemplo, en cuanto al modelo económico a impulsar (más o menos basado en la industria).
Exploramos diversas ideas: el papel del sindicalismo judicial en la politización de los jueces; el fenómeno del enfrentamiento ejecutivo vs judicial a nivel internacional y las peculiaridades del caso español; y la determinación más general, el papel del poder judicial en la relación de capital.
Anteriormente nos detuvimos en la huelga de jueces en cuanto medida laboral de presión como expresión inmediata de una lucha económica de clases. Ahora, veremos a la clase de los jueces en su relación con el conflicto político. Lo cual nos descubrirá enfrentamientos incluso dentro del estado. En fin, se va desplegando ante nuestros ojos una diversidad de formas de la lucha de clases, cuyo contenido será objeto en la próxima entrega.
En las siguientes líneas nos enfrentamos a la reciente huelga judicial en España preguntándonos por su necesidad.
El ruido mediático en torno a los casos García, Cerdán o Ábalos no nos deja escuchar el mensaje que el capitalismo español nos hace llegar.
La oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell, más allá de abrir una discusión sobre el sector bancario español y europeo, es una expresión de la centralización del capital que tiene a la lucha de clases y la acción del estado como formas concretas de realizarse. Visto así, con las herramientas de que dota la Crítica de la Economía Política, entonces nos podemos plantear si este movimiento empresarial nos acerca o nos aleja del socialismo.

Cada Primero de Mayo, Día Internacional de la Clase Obrera, éste se convoca para recordar aquella protesta laboral (por la jornada de 8 horas), pero también nos sitúa frente a la represión de que fueron objeto los mártires de Chicago (5 penas de muerte y 3 largas condenas), mostrando así el carácter irreconciliable de la lucha de clases, cuyo horizonte es la superación del capitalismo.
La interrelación entre la psique y la enfermedad es compleja, pero no debemos confundir la enfermedad mental (depresión, ansiedad, esquizofrenia o trastorno bipolar, entre otras) con la discapacidad psíquica (discapacidad intelectual, down o autismo) o la enfermedad neurodegenerativa (alzhéimer, parkinson o esclerosis múltiple, por señalar algunas).
No hay que ser una persona especialmente sensibilizada con el pueblo palestino, ni identificarse con su raza, religión, idioma, o cualquier otra peculiaridad, para sentir cierta indignación ante el genocidio del que está siendo objeto la población de Gaza.