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Perú

Cada loco con su tema

Fuentes: Rebelión

Cada quien tiene derecho a tomarse 24 horas para maldecir a sus jueces, suele decirse aludiendo a quienes reaccionan agresivamente después de haber sufrido una merecida derrota política. Por lo general, transcurrido ese lapso, su conducta no es más inteligente. Luce errática, y hasta perversa; porque en ella se mezcla la desesperación con la impotencia, […]

Cada quien tiene derecho a tomarse 24 horas para maldecir a sus jueces, suele decirse aludiendo a quienes reaccionan agresivamente después de haber sufrido una merecida derrota política.

Por lo general, transcurrido ese lapso, su conducta no es más inteligente. Luce errática, y hasta perversa; porque en ella se mezcla la desesperación con la impotencia, y la falta de valor con la ausencia de escrúpulos, y la absoluta carencia de principios.

Esto viene el caso, comentando -muy a la ligera- lo que ocurre ahora en el escenario nacional. La Mafia -desnuda y en derrota- no sabe qué hacer, dónde ponerse, cómo actuar. Corre, grita, se agita, denuncia y recurre a las acciones más burdas en procura de torcer el rumbo de las cosas.

Así, el Congreso aprueba una ley que disminuye las penas por «Lavado de activos», y otra que facilita las cosas a los condenados «en edad de jubilación». Ambas disposiciones -con nombre propio- alientan la impunidad, y buscan poner en buen recaudo a pájaros de alto vuelo.

Al unísono, sus «voceros» maldicen a los jueces. Llenan de improperios a Richard Concepción y a Domingo Pérez, comparan los juicios de hoy, con los «procesos de Moscú» de los años 30 del siglo pasado; y sostienen que estamos al borde del bolchevismo y que Vizcarra y Maduro, «son lo mismo»

Alan Garcia, por su parte, busca el circo no sólo como una manera de llamar la atención; sino también como un modo de ocultar aquello que le brota por los poros irremediablemente: la cobardía. Y lo hace, rodeado de matones, guardaespaldas y «ayayeros»; para que nadie crea que «está solo».

El miedo, es explicable. El ser humano siempre -en una u otra circunstancia- tendrá miedo. Es esa una reacción animal, natural, instintiva, ante el peligro.

Cuando tiene objetivos de vida y principios, el hombre, asume un comportamiento superior, se impone sobre su propio miedo, y lo derrota. Su conducta, se torna heroica. La historia, dio muchos ejemplos.

Así obró Tupac Amarui en 1781; Grau, en Angamos; o Bolognesi, en Arica; o Leoncio Prado. Así, obran los valientes en una u otra circunstancia. Los cobardes, huyen en todas, se esconden, buscan refugio o gritan desaforadamente denunciando que «los persiguen», cuando la única que les pide realmente cuentas, es su propia conciencia.

Hoy -aniversario del Ayacucho que confirmó la Independencia- se celebrará el Referéndum. Lo previsible, es que se imponga la verdad, y que la ciudadanía opte por las alternativas más sensatas.

Pero no hay que cantar victoria. No es ésta la batalla final; ni está exenta de derrotas. Nuestro pueblo tiene un largo camino por delante. Y los andará con responsabilidad y clase.

Por eso, hay que darle ora vez un Voto de Confianza al pueblo. En cuanto a sus enemigos, hay que evocar el dicho: cada loco, con su tema.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.