En este artículo el autor defiende el derecho que tienen los pueblos de Nuestramérica a la defensa de su soberanía y sostiene que de esa defensa, que describe como se debe de articular siguiendo los principios del ecomunitarismo, depende si Nuestramérica continuará siendo o será el ‘patio trasero’ yanqui o se enrumbará hacia una integración solidaria y soberana ecomunitarista en el contexto geopolítico mundial.