El Festival Internacional de Cine del Sáhara Occidental reúne a millares de personas durante una semana reclamando la unión de los pueblos oprimidos y su resistencia como victoria.
Categoría: África
El 15 de abril se cumplió un año de la lucha armada entre los dos bandos militares que se disputan Sudán y sus riquezas, en primer lugar el oro. Ambos bandos pelean entre ellos, pero están reprimiendo salvajemente a la mayoría del pueblo trabajador de Sudán.
En medio del desierto más inhóspito no hay más oasis que el que crean cada noche, durante una semana, los cientos de habitantes de Ausserd, el campamento de refugiados de Tinduf, gracias al Festival Internacional de Cine del Sáhara
Desde el comienzo de la guerra civil, que acaba de cumplir un año, millones de sudaneses han debido abandonarlo todo en procura de escapar de las potentes batallas y las operaciones de exterminio que ejecutan tanto las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) como la organización paramilitar, conocida como Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Con la participación de películas, artistas y activistas de Derechos Humanos del Sáhara Occidental, Palestina, Timor Leste, Colombia y Puerto Rico
Treinta años después del genocidio, el papel de la mujer en el país africano ha cambiado por completo, debido al protagonismo que asumieron las ruandesas cuando muchos hombres murieron, fueron encarcelados o se exiliaron en 1994. Ahora pueden heredar tierras, estudiar y están presentes en los órganos de gobierno.
Tras las dilaciones impuestas por el Consejo Militar de Transición, encabezado por el general Mahamat Idriss Deby que se hizo con el poder el abril del 2021, tras la muerte en combate del presidente y padre de Mahamat Idriss Déby (Ver. Chad, la tormenta perfecta.), el próximo 6 de mayo se realizarán las tantas veces demoradas elecciones presidenciales en Chad.
Las luchas de liberación africanas no solo conquistaron la independencia en sus propios países; también derrotaron al colonialismo del Estado Novo, que impulsó la Revolución de los Claveles hace 50 años.
Las movilizaciones regulares del pueblo nigerino al lado del CNSP demuestran que las esperanzas puestas en la recuperación de la verdadera soberanía de Níger se están cumpliendo con creces.