
El pasado mes de junio se cumplió un año del estallido social contra la reforma fiscal y el presupuesto, con las que el Gobierno de William Ruto pretendía pagar la deuda externa al FMI. El hartazgo popular por las demandas no resueltas, la brutal represión, el asesinato del joven bloguero Albert Ojwan y la masacre durante el aniversario del “Día del Saba Saba” vuelven a encender la mecha en un país ahorcado por el FMI y el ajuste de los gobiernos. El gobierno reprime las protestas y asesinó a 31 personas dejando cientos de heridos y detenidos demostrando que, desde la independencia de Kenia, los capitalistas y sus gobiernos pro imperialistas ahogan al pueblo trabajador en la miseria y represión.