“Lo que asusta a los capitalistas es la historia de los obreros, no la política de las izquierdas. A la primera la enviaron con los demonios del infierno, a la segunda la recibieron en los palacios de gobierno. Y a los capitalistas hay que darles miedo”
Desde hace años nos hemos acostumbrado en Galiza a dar determinados debates en un marco trampa, donde la posición hegemónica amparada por el poder y los grandes intereses económicos se predefine previamente en un mantra “en defensa del progreso, cueste lo que cueste y caiga quien caiga”.
La infiltración en Distrito 104 y el Movimiento Antirrepresivo se produjo entre noviembre de 2020 y otoño de 2023, momento en el que la agente alegó motivos laborales para abandonar la militancia.
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.
Tras ganar en los tribunales la batalla contra un plan que instalaría decenas de aerogeneradores, los vecinos se han organizado para no renunciar a las energías limpias: han creado una comunidad para instalar fotovoltaica sobre los tejados de los edificios públicos.
Aunque la norma establece que sus salarios deben tener como referencia el SMI, mientras este ha subido un 47% desde 2018, los módulos en las prisiones estatales lo han hecho un 14%. En muchos casos cobran poco más de 3 euros la hora.
La tasa de desempleo juvenil ha aumentado trece puntos hasta alcanzar un 44,91% de paro. Más de 20.000 jóvenes han migrado en los últimos años.
El partido de Santiago Abascal y organizaciones como el pseudosindicato de Miguel Bernad llevan años presentando baterías de acciones judiciales contra rivales políticos de izquierda con la misma estrategia: difundiendo su presentación y ocultando los constantes archivos.
