Categoría: España
En estos años de crisis socioeconómica, y sin que la mayoría social hubiera salido de ella, se han visto incrementadas sus graves consecuencias por la actual crisis sanitaria y económica. Particularmente, se ha ampliado la conciencia cívica de su injusticia.

Pancartas y carteles con las consignas “No passaran”, “Feixistes fora del barri” o “Fora nazis”; gritos de “Que visca la lluita de la classe obrera”, “València será la tomba del feixisme” y “Guillem Agulló la lluita continua”.

En 2018, las asociaciones de víctimas del terrorismo de ETA lamentaban la traición de Mariano Rajoy. Desde que el PP había llegado al Gobierno en 2011, nada de lo que les habían prometido cuando hacían una feroz oposición a Zapatero se había cumplido. Entonces, los conservadores acusaban al presidente de «traicionar a los muertos» y se manifestaban en las calles por que el Gobierno socialista intentase (como el de Aznar) acabar con la banda terrorista mediante el diálogo, previo paso por el Congreso para informar a los ciudadanos/as. Era la época de entregar Navarra, de romper España por Euskadi, de bailar sobre las tumbas de los/as asesinados y de comer hijos de guardias civiles al anochecer en Moncloa para contentar a ETA, que se disolvió finalmente en octubre de 2011 sin apocalipsis alguno.
Los dictadores del siglo XX no se resistieron a asociar su imagen a una urna. Pero la democracia requiere además otros elementos, como el respeto a las leyes, la utilización no partidista de las instituciones o la libertad de expresión

El alcalde Alberto Ruiz Gallardón se negó a eliminar el monumento a la Legión Cóndor, que permaneció en Madrid casi cuarenta años hasta que la embajada de Alemania exigió su eliminación en abril de 2017.
No les importa la verdad ni los hechos. Se mueven en la posverdad, una manera elegante de calificar la mentira y los bulos que les salen gratis. Tiran de brocha gorda, hiperbolizan y exageran: «Gobierno criminal», «Golpe de Estado», piden la dimisión de Pedro Sánchez, de Pablo iglesias y de cualquier ministro.
La república es futuro. Esta opción es ampliamente mayoritaria entre las personas menores de 40 años, aquéllas que ni vivieron la transición ni pudieron votar la Constitución.