Julio Martínez | 

Hace más de siete años –el 25 de mayo de 2014– el subcomandante Marcos, una de las caras más visibles del movimiento neozapatista, anunciaba la desaparición del personaje que había encarnado durante tres décadas.

El prócer cubano José Martí es presencia ineludible en la obra de Roberto Fernández Retamar, a él dedicó una serie de ensayos que con el tiempo serían compilados bajo el título de «Introducción a Martí» (2018), aunque en realidad, la obra de Retamar es en su totalidad heredera y continuadora del pensamiento martiano.

Pese al severo impacto de la pandemia en el mundo occidental varios países han celebrado este año elecciones. Se celebran como demostración esencial de que vivimos en democracia, aunque hace ya décadas que las elecciones son, en la mayor parte de los países de Europa y América, simplemente un ejercicio propagandístico de las oligarquías y élites locales, usado para hacernos creer y sentir, a ciudadanos y ciudadanas, que votando nos volvemos participantes políticos.

Argentina atraviesa por uno de los momentos más críticos de su historia. No se refiere a riesgos nucleares o climáticos, tampoco a los de una guerra convencional.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno progresista de coalición, representa y coordina en el Ejecutivo a Unidas Podemos y sus confluencias (Catalunya en Comú Podem y Galicia en común, de la cual es diputada). Ha sido propuesta por esas formaciones para encabezar la candidatura compartida para las próximas elecciones generales, a través de un frente amplio.

Algunas informaciones de medios internacionales espantan cuando refieren que África se puede convertir en la incubadora de nuevas cepas de la Covid-19, cuando en realidad este continente ha sido el menos afectado por la pandemia, pese a que no recibe las suficientes vacunas de los países ricos.

Entrevista a la Delegación del ministerio de cultura de Rojava en Euskal Herria

Un juez imputó cargos a 2 oficiales y un patrullero por la muerte de 5 jóvenes durante el Paro Nacional

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Los que pusieron el pecho —decían los ‘primera línea’— lo hicieron porque no tenían nada que perder. Si no los mataba el Estado, aseguran, en las comunas los mataba el hambre o el conflicto interno entre las pandillas; de ahí salió el estallido social, un grito comunitario que dijo “no aguantamos más”.

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