De la única parte de donde no se vuelve, es del ridículo. La delegación que la candidata ultraderechista peruana Keiko Fujimori envió a Washington para reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigirle una auditoría internacional de las elecciones que perdió ante el maestro rural Pedro Castillo, fue un fracaso, un papelón internacional.

Cuando el 1 de enero de 1912 se proclamó la República de China, dejando atrás las guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860) contra el Reino Unido y la guerra chino-japonesa de 1894-1895, la vieja civilización china, que según la leyenda habían fundado los tres augustos y los cinco emperadores hace casi 5.000 años, parecía demasiado debilitada como para sobrevivir cien años más.

1. En la historia de México, ni la primera, ni la segunda, ni la tercera transformación, tuvieron como objetivo acabar con la miseria, la desigualdad o las injusticias, solamente atemperar la situación.

Ustedes, convencionales, son nuestra última esperanza de tránsito pacífico a una nación con igualdad de derechos y deberes.

Llevar la derechización de Castillo a fondo.

Carlos Echazú Cortéz | 

El debate sobre el golpe de Estado se ha desviado, porque ha orientado su atención a los momentos conclusivos del hecho.

Entrevista a Christian Castillo, dirigente del PTS y el FITU

El líder político habla sobre la necesidad de la unidad electoral de la izquierda en Argentina.

Según un antiguo refrán, por la boca muere el pez; otro, postula que en boca cerrada no entran moscas. A su turno, Frei Montalva dijo alguna vez, que hay tiempo de hablar, y tiempo de callar.

Nos encontramos con la actual fase de perplejidad y búsqueda de alternativas de recomposición y refuerzo.

«No se ría de la bruja Avería», cantaban los Electroduendes en el programa infantil ‘La Bola de Cristal ‘(TVE) en los años 80. Este siniestro personaje encarnaba el poder absoluto en la ‘República electrovoltaica de Tetrodia’, fulminaba a los disidentes con un rayo y no tenía que justificarse. En España, esa pesadilla se hizo en parte realidad con las llamadas ‘leyes Mordaza’, concebidas para reprimir sin garantías judiciales protestas, expresiones ofensivas y opiniones «peligrosas» para el sistema.