Desde principios de este año tanto Israel como Irán esperan que su adversario lance un ataque en su contra. Sin embargo, Irán no ha preparado ninguna clase de medida disuasiva, mientras que Israel lanzó el 13 de enero una serie de ataques aéreos sobre la región de Deir ez-Zor en Siria, además de realizar varios ataques en las fronteras de Siria e Irak. A consecuencia de estos ataques murieron más de cien personas, entre ellas muchos militares iraquíes y sirios. El 21 de enero la Fuerza Aérea de Israel volvió a atacar el territorio de Siria y justificó estos ataques como «medidas preventivas» contra la expansión iraní.