En conmemoración al «Día Mundial de al-Quds», instituido por Ruhollah Jomeini en 1979 tras el triunfo de la Revolución Islámica en Irán, en el último viernes del mes bendito de Ramadán (mes del ayuno islámico) para tomar conciencia de su importancia.
Categoría: Palestina y Oriente Próximo

Para los habitantes del sur de Líbano, el alto el fuego desde el 27 de noviembre es un espejismo. Es el caso de Kfar Kila, un pueblo libanés adosado al muro de separación y reducido a escombros por el Ejército israelí. El recrudecimiento de ataques, que alcanzó ayer Beirut, no invita al optimismo.

La deshumanización contra la población palestina ha calado hondo en espacios de poder europeos, donde no hay grandes denuncias y sí indiferencia y complicidad en la justificación de las masacres contra civiles.


Este es el último capítulo del genocidio. Es el último y sangriento empujón para expulsar a los palestinos de Gaza. Sin comida, sin medicinas, sin refugio, sin agua limpia, sin electricidad. Israel está transformando a toda velocidad Gaza en un dantesco crisol de miseria humana, en donde los palestinos son asesinados por cientos y, pronto, de nuevo, por millares y decenas de miles, o serán obligados a partir para nunca volver.


“Hay días que no puedo permitirme comer”, comenta Muhammad, residente en la ciudad de Gaza, donde regresó con su mujer y su hijo después de la tregua del 19 de enero, tras más de un año desplazados.