Un congresista latinoamericano me expuso una interesante hipótesis que comparto con los lectores acerca del hecho evidente de que Estados Unidos está jugando con todas sus cartas para recuperar su otrora dominio de la Patria Grande, frente a los cambios geopolíticos adversos a su hasta hace poco hegemonismo internacional. El legislador, a quien no mencionaré […]
Un congresista latinoamericano me expuso una interesante hipótesis que comparto con los lectores acerca del hecho evidente de que Estados Unidos está jugando con todas sus cartas para recuperar su otrora dominio de la Patria Grande, frente a los cambios geopolíticos adversos a su hasta hace poco hegemonismo internacional.
El legislador, a quien no mencionaré porque las fuentes en «tiempos de cólera» se protegen, suscribe que Washington está consciente de que el mundo en el cual vivimos hoy es multipolar, y está prácticamente repartido, aunque el Pentágono rabie por ello y quiera revertir ese escenario con una eventual peligrosa tercera guerra planetaria, lo cual tendrían que pensar mucho.
A juicio del diputado, en el Medio Oriente, África y Asia las potencias con mayor influencia son y serán en lo adelante Rusia y China, y la Casa Blanca sabe que en esas áreas geográficas se le reducen cada vez más sus posibilidades de supremacía.
El analista señaló que Europa, por su parte, mantendrá como es su costumbre una conducta ambivalente, en correspondencia con acontecimientos coyunturales, porque no solo depende en la actualidad de Estados Unidos, sino mucho del sosegado pero poderoso Gigante asiático, y teme a la vigorosa y bien armada Rusia.
Es bueno recordar que Washington se empeñó en que la Unión Europea (UE) sancionara económicamente al gobierno del presidente Vladimir Putin, acción que debilita más al Viejo Continente que al castigado, y obliga a los primeros a acercarse a Estados Unidos, para impedir que Moscú y Beijing ganen más terrero en esa región.
Europa está bien dispersa y agobiada por la crisis económica que padece, con una Alemania que da bandazos de un lado a otro, dependiendo de los beneficios económicos y políticos que pueda obtener para al menos continuar liderando la UE, y una Ucrania, que junto a Turquía, son utilizadas para hacerles escaramuzas a Rusia.
En medio de ese panorama nada favorable a Washington, el águila carroñera imperial ha decidido intensificar sus vuelos rasantes sobre América Latina, donde puede garantizar petróleo, minerales estratégicos y materias primas baratas de todo tipo, acorde con el Congresista.
El legislador agregó que la cercanía geográfica favorece las pretensiones de Estados Unidos de por lo menos controlar una región que durante mucho tiempo fue su traspatio, y donde infortunadamente no pocos siguen sirviendo a ese Norte que ha saqueado sus países, y al mismo tiempo los desprecia.
Latinoamérica vuelve a estar en peligro, tras las derrotas pírricas de la izquierda en Argentina y Venezuela, en elecciones presidenciales y parlamentarias, respectivamente, y por las continuas agresiones de una derecha envalentonada que por orden del Pentágono intensifica sus ataques ahora en Bolivia, Ecuador, Brasil, y en otras naciones progresistas.
Criterios favorables o discordantes de la hipótesis del diputado latinoamericano apartes, de lo que si no hay dudas es que los movimientos progresistas de la Patria Grande o detienen al conservadurismo regional y a sus amos, o de los contrario, parafraseando al Héroe Nacional cubano José Martí, Estados Unidos volverá a caer con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América.
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