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Entrevista con el experto cubano Francisco Brown Infante sobre el trabajo de las fundaciones alemanes en América Latina, el contexto político y posibles reacciones de los gobiernos del sur

El papel injerencista de las fundaciones alemanas

Fuentes: Rebelión

¿Por qué tiene sentido investigar el trabajo de las fundaciones alemanas? Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento alemán aprobó una ley de cooperación internacional que estableció que todo partido político con representación parlamentaria tendría una fundación que promovería la democracia a nivel mundial, la que sería financiada por el Estado alemán, de […]

¿Por qué tiene sentido investigar el trabajo de las fundaciones alemanas?

Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento alemán aprobó una ley de cooperación internacional que estableció que todo partido político con representación parlamentaria tendría una fundación que promovería la democracia a nivel mundial, la que sería financiada por el Estado alemán, de acuerdo al tamaño de la bancada del partido y dando nacimiento a las llamadas fundaciones políticas alemanas.

En la actualidad, las fundaciones experimentan un auge en Alemania, país en el cual hay actualmente más fundaciones que nunca. En 2008 estaban registradas 16,406 fundaciones de derecho civil con personería jurídica, según datos de la Asociación Federal de Fundaciones alemanas: un aumento del seis por ciento con respecto al año anterior. Semejante auge hizo declarar a un funcionario público que «Alemania se está transformando en un país de fundaciones» [1] .

En el caso de las fundaciones políticas, son organizaciones independientes, pero que se hallan vinculadas a la filosofía política de los grandes partidos de ese país. Así por ejemplo, la Friedrich Ebert, vinculada con el Partido Socialdemócrata (SPD); la Konrad Adenauer, relacionada con el Partido Demócrata Cristiano (CDU); la Friedrich Naumann, con el Partido Liberal (FDP); la Hans Seidel, de la Democracia Cristiana bávara (CSU), la Heinrich Boell con el Partido Verde y la Rosa Luxemburg, ligada política e ideológicamente a la nueva fuerza de izquierda que constituye Die Linke (La Izquierda).

Estas fundaciones tienen un profundo contenido ideológico, de manera que resulta esencial el que promuevan la ideología del partido al que pertenece cada una de ellas, con la particularidad de que ello se realiza preferentemente en otros países, fundamentalmente en el Sur del Planeta, África y América Latina en particular.

Con frecuencia, las fundaciones alemanas, además de promover la ideología del partido al que se vinculan, debido a lo cual su principal actividad es la educación política, y en esto cooperan con grupos e instituciones socio-políticos en los países del Sur, como sindicatos, partidos políticos, organismos patronales, cooperativas y organizaciones de jóvenes, etc., también apoyan a aquellas fuerzas que forman parte de la oposición, participando de este modo en los procesos políticos internos de cada país, una realidad perfectamente visible en America Latina, sobre todo en los últimos tiempos.

¿Qué papel juegan estas fundaciones en el contexto europeo, o sea, en comparación con instituciones españoles o francesas?

Los procesos revolucionarios que actualmente discurren en América Latina son percibidos por el actual gobierno alemán como una amenaza a sus intereses, lo que explica su determinación en el sentido de que «en todas nuestras relaciones dedicaremos una atención mayor a América Latina», según palabras de Angela Merkel, Canciller Federal, por lo que se puede esperar un mayor accionar de Alemania en los países de la región, con la particularidad que la nueva línea del gobierno de Berlín frente a América Latina no ha sido ni será ejecutada solamente por los partidos en el gobierno, sino también y sobre todo por las fundaciones que ellos financian.

Además de la fundación Konrad Adenauer, próxima al CDU, participa también de manera activa en el cumplimiento de los objetivos del gobierno germano la fundación Friedrich Naumann, del Partido Liberal Demócrata de Alemania (FDP), en tanto el Partido Unión Cristiano-Social está representado en Latinoamérica y el Caribe por el accionar de la fundación Hanns-Seidel. Las diferencias existentes respecto a las instituciones españolas o francesas se refieren ante todo a la mayor escala y profundidad de la intromisión de las fundaciones alemanas en la política interna de los países latinoamericanos.

¿Usted ve diferencias entre las fundaciones cercanas a los partidos políticos alemanes?

Si hay diferencias. La identificación de cada fundación con la ideología del partido con el que se relaciona es un factor esencial para caracterizar el papel que estas instituciones desempeñan en los países de América Latina. De este modo, las fuerzas sociales opuestas a los cambios sociales en el continente son sistemáticamente apoyadas tanto por los partidos políticos como por las fundaciones de ideología conservadora. El ejemplo mas elocuente de ello es la fundación Konrad Adenauer, la que con el declarado propósito de «ofrecer formación política, elaborar bases científicas para la acción política, otorgar becas a personas altamente dotadas e investigar la historia de la democracia cristiana», se ha dedicado en realidad a fabricar planes desestabilizadores, estimular a la subversión en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, así como a crear una plataforma ideológica desinformativa sobre estos países a nivel internacional, en tanto la fundación Friedrich Naumann, del Partido Liberal Demócrata de Alemania (FDP) se le atribuye un rol importante en el golpe de Estado realizado por las fuerzas de derecha en Honduras.

¿Se puede hablar de una división de trabajo entre los EE.UU. y Alemania?

El financiamiento a las actividades de intercambio académico y cultural, que no pocas veces encubren el carácter subversivo, mezclado en la mayoría de los casos con el más descarado injerencismo, así como la promoción de la contrarrevolución, marcan hoy por hoy – y en perspectiva- la actividad política de los partidos de derecha alemanes y de sus fundaciones en Latinoamérica, convirtiéndoles en un poderoso y dañino factor de desestabilización, lo que permite señalar que más allá de una división de trabajo entre los EE.UU. y Alemania, seria más exacto decir que son un aliado incondicional de la política hegemónica norteamericana en el área.

Lo anterior se deriva del análisis del Acuerdo de Coalición del nuevo gobierno alemán, en el cual es posible leer conceptos tan agresivos como «Fuerza de penetración de la ayuda al desarrollo», y «exactitud de objetivos de los medios utilizados», así como el papel que se le atribuye a las fundaciones, las que deberán ser «instrumentos de la política alemana sobre los Derechos Humanos» [2]

Nos puede dar dos o tres ejemplos del trabajo de las fundaciones en Latinoamérica?

Como ya he explicado, las fundaciones alemanas desarrollan una intensa actividad de intromisión en la política interna de los países latinoamericanos fundamentalmente en aquellos en tienen lugar procesos que se consideran atentan contra los intereses germanos en la región, a los cuales se les define como «populistas» y «totalitarios».

A modo de ilustrar lo anterior, se pueden señalar algunos ejemplos. En mayo del 2009, la Fundación Konrad Adenauer convocó a una conferencia internacional sobre Cuba en la ciudad de Praga. ¿»Quo vadis, Cuba?», se preguntaba en el título de este evento. En la actividad se reunieron representantes de la derecha conservadora de la Unión Europea con funcionarios estadounidenses de alto rango. Juntos debatieron cómo se puede forzar un cambio de sistema en el Estado caribeño.

El entonces encargado de la fundación Konrad Adenauer para América Latina, Hans-Hartwig Blomeier, en aquella oportunidad discutió, entre otros, con funcionarios del Partido Popular de España, con el antiguo gerente de Coca-Cola y ex-presidente de México, Vicente Fox y con un gran número de organizaciones derechistas cubanas del exilio sobre «las perspectivas para Cuba después de Fidel Castro». De ultramar llegaron además los presidentes de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) y desde Washington participó el entonces «coordinador de la transición en Cuba», Caleb McCarry. Como parte de su labor injerencista y desestabilizadora, esta fundación conservadora asumió un rol de liderazgo en la creación de redes entre la oposición al gobierno de Chávez en Venezuela, apoyando a los partidos de derecha Primero Justicia y COPEI a través de sus centros de formación en la región y en Europa y promoviendo la nominación de «candidatos de unidad del sector opositor» con miras a las ultimas elecciones municipales y legislativas en Venezuela.

La fundación Hanns Seidel, por otra parte, tuvo una importante participación en los intentos por evitar el triunfo del candidato presidencial Mauricio Funes, del partido de izquierda entonces en la oposición Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Con tal finalidad, esta fundación encargó al consejero político venezolano Alfredo Keller elaborar un estudio de estrategia para la ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), la cual gobernaba en el país centroamericano, a la cual el señor Keller «aconsejó» la divulgación de calumnias sobre el candidato del FMLN como única posibilidad de éxito en la contienda electoral por la Presidencia.

¿Qué posibilidades tienen los gobiernos latinoamericanos?

Un desafío crucial para los países latinoamericanos es el de enfrentar la actividad de diversionismo ideológico que realizan determinadas «inocentes e independientes» ONGs europeas y estadounidenses, las que actúan como instrumentos del intervencionismo norteamericano y europeo en el conglomerado de fuerzas políticas opositoras bajo el pretexto del «empoderamiento de la sociedad civil», la «educación ciudadana» y otras argucias por el estilo.

Ante la permanente acción conspirativa del imperialismo yanqui y sus aliados nativos (bloqueo y constante hostigamiento a Cuba; golpismo, campañas mediáticas y boicot estimulado desde la Casa Blanca contra la Venezuela Bolivariana; injerencismo y presiones contra los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, etcétera), los países del ALBA necesitan ampliar y profundizar el carácter popular de los procesos económico- sociales, políticos y culturales que desarrollan.

Notas:

[1] (Sefrin, Oliver: Ideas e impulsos). En: http://www.magazine-deutschland.de/es/artikel-es/articulo/article/gutes-tun-fuer-die-gesellschaft.html

[2] Gehrcke, Wolfgang/ Schäfer, Paul: Deutsche Schlagkraft (Fuerza de penetración alemana, en alemán título original) http://www.jungewelt.de/2009/11-05/001.php , 05.11.2009

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