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Paraguay

La narcopolítica y los hijos de Lugo

Fuentes: Rebelión

Si hay algo común en los medios de prensa paraguayos es ignorar de plano las denuncias sobre el dudoso origen de la fortuna de Horacio Cartes, y su incisividad sobre el hijo no reconocido de Fernando Lugo. Cartes no tendrá tantos hijos como Lugo, pero tiene toneladas de acusaciones en su contra. Los medios nos muestran […]

Si hay algo común en los medios de prensa paraguayos es ignorar de plano las denuncias sobre el dudoso origen de la fortuna de Horacio Cartes, y su incisividad sobre el hijo no reconocido de Fernando Lugo. Cartes no tendrá tantos hijos como Lugo, pero tiene toneladas de acusaciones en su contra.
 
Los medios nos muestran a un empresario exitoso y flamante candidato a presidente de la república, pero con sólo pasar la frontera, la realidad cambia. Los medios extranjeros hablan de otro Cartes, un Cartes desconocido para los medios paraguayos. Para la prensa internacional, Cartes es un sospechoso, para la prensa paraguaya es el mesías salvador, tal como ya señaló Aldo Zucolillo, dueño de ABC color.

De Lugo se sospecha que tiene un hijo no reconocido, y de Cartes se sospecha que es el mayor traficante del Paraguay. Las sospechas sobre el candidato colorado probablemente merecen igual o más atención de la prensa que las sospechas de paternidad del ex presidente Lugo.

Es grave no reconocer un hijo, como es grave traficar con drogas. Lugo puede optar por reconocer a sus hijos y todo terminó. Pero, ¿Cartes puede hacer lo mismo? ¿Puede reconocer sus «errores» y todo se acabó? Parece que no.

Según estudios, hay una relación directa entre el consumo de drogas y el aumento de la delincuencia juvenil. Para la sociedad es más grave el consumo de drogas que la no utilización de profilácticos, pero para la prensa paraguaya es más importante saber cuántos condones usó Lugo en su última relación, que cuánto subió el índice de delincuencia en el país. Episodio este que nos hace recordar el affaire Clinton-Lewinsky. Los yanquis se escandalizaban porque a su presidente le hicieron sexo oral, mientras en sus poltronas veían apaciblemente por CNN, cómo la aviación norteamericana inmisericordemente bombardeaba Bagdad con toneladas de misiles.

Si Lugo era menos despatarrado en sus momentos de diversión, la prensa hubiera tenido muy poco de que hablar… a pesar de que un sospechoso de narcotraficante está a punto de convertirse en presidente del Paraguay.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.