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Perú, un “independiente” para superar el derrumbe del régimen político

Salvador Del Solar, premier «antifujimorista» y de la Concertación

Fuentes: Rebelión

Del Solar es un connotado actor que se hizo famoso con la película Pantaleón y las visitadoras (basada en la obra que dio el premio Latinoamericano de Literatura a Mario Vargas Llosa en 1975). Luego, participó en novelas y películas colombianas conquistando el escenario internacional. También estudió derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú […]

Del Solar es un connotado actor que se hizo famoso con la película Pantaleón y las visitadoras (basada en la obra que dio el premio Latinoamericano de Literatura a Mario Vargas Llosa en 1975). Luego, participó en novelas y películas colombianas conquistando el escenario internacional. También estudió derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde fue catedrático de comunicación, realizó un máster en Relaciones Internacionales en la Syracuse University – Maxwell School y a la vez realizó un programa de Análisis y Resolución de Conflictos en la misma casa de estudios, como si en ese entonces ya hubiera decidido incursionar en política.

Políticamente, Salvador, fue Ministro de Cultura del primer gabinete derechista de PPK (renunciante por lobista, el indulto a Fujimori y con una orden de impedimento de salida del país por el caso Odebrecht). Justamente, el indulto al dictador Fujimori produjo la renuncia de Salvador, que está más vinculado a la izquierda liberal (denominada caviar).

El ascenso al poder político de Salvador del Solar se da en un contexto de derrumbe del régimen político capitalista por el affaire Odebrecht (y Lavajuez), que ahora se encuentra en una segunda fase donde el semibonapartista Vizcarra, fue sindicado por un colaborador eficaz de recibir $100 000 (en la Casa del exmandatario para financiar la campaña electoral del mismo, cuándo el actual presidente era jefe de campaña), embarrándolo en el escándalo brasileño, cuestión que han utilizado sus enemigos aprofujimoristas para «golpear».

De esta forma, las contradicciones que auparon al poder a Vizcarra están volviendo a salir a la superficie. Esta cuestión explicaría la dilatación de las declaraciones del funcionario brasileño Barata, que algunos especulan apresuró la salida de su ex premier Villanueva ya que éste también habría hecho negocios con Odebrecht cuando era gobernador de la región San Martin y después como candidato al Congreso por el partido centroderechista Alianza Por el Progreso (APP).

Pero la salida de Villanueva también se explica por la política de conciliación con la paralización de 40 mil camioneros por el lapso de una semana demandando que se baje el aumento de los precios del combustible, los impuestos y los peajes en las carreteras, (La República, 21/02/19). «No existe la infraestructura necesaria en Perú para satisfacer la demanda de las empresas de camiones y no se ha hecho nada al respecto», declaró el economista de ComexPerú, Rafael Zacnich.

En verdad la estrategia de conciliar con protestas como la de los transportistas, es una marca registrada del vizcarrismo. Por tanto, la salida de Villanueva, se da también por el desgaste de la popularidad de la Administración Vizcarra, que según la encuestadora Datum bajó de 66% en enero a 56% en marzo. «si el presidente no hace algo importante, esta tendencia se va a mantener», señaló la analista Urpi Torrado.

Y en efecto, la estrategia política de tener un gabinete de segunda línea, debido al carácter semibonapartista de Vizcarra al concentrar todo el poder (referéndum, confrontación contra el Congreso, una fiscal de la Nación, Zoraida Avalos, alineada, etc.), le comienza a pasar factura (el viaje a España en medio del fenómeno del Niño Modoki fue una estupidez política).

En este contexto hay que analizar la irrupción del premier Del Solar en la escena política nacional, que hábilmente, ha planteado el refrito de una Ley para evitar la elusión tributaria, confundiendo a tirios y troyanos en el campo popular, cuando si bien es verdad, su gestión como Ministro de Cultura se caracterizó por posiciones «democráticas» también lo hizo por posiciones políticas en contra de la consulta previa que permite a las comunidades originarias decidir sobre la explotación de recursos energéticos y minerales en sus territorios.

Una designación contradictoria en la medida que si bien es verdad Del Solar lava la cara al Gobierno (que puede repercutir en el aumento de popularidad) y establece un puente férreo con el impopular Congreso (tres ministros son congresistas de las tiendas «PPK», APP y otros como Paola Bustamante que viene del nacionalismo), y la «izquierda ligth«, pues, a la vez, mantiene la «ética antiaprofujimorista», condición sinequanon para poder imponer su contrareforma laboral «neoliberal» y evitar la unidad de la clase media-popular con la clase obrera que está en pie de lucha con convocatorias de protesta nacional para el 03 de abril y una huelga nacional para mayo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.