
Rectos británicos blancos se lanzan a incendiar casas y hoteles, a saquear tiendas, a robar lo que no les pertenece, a herir a quien ningún daño les ha hecho, llevando a sus hijos a aprender el arte de masacrar al diferente mientras hunden sus rodillas en el fango en loa a sus manipuladores. Y la plaga se extiende