Gilbert Achcar | 

Ni siquiera el 1 % del material militar de la OTAN se utilizará para ayudar a Ucrania, pero la invasión rusa ha proporcionado un pretexto para incrementar masivamente el gasto militar; una gran noticia para las ganancias de los fabricantes de armas.

Miguel A. Jiménez | 

Existen libros que son como brújulas que nos ayudan a orientarnos en la espesura de la desinformación, textos que nos cobijan como refugios cuando la artillería del poder arroja de manera incesante propaganda camuflada de información veraz.

Las consecuencias de la contraofensiva que Rusia debió iniciar contra la OTAN en territorio ucraniano, de manera directa o indirecta han producido efectos negativos en prácticamente todo el mundo y quizás cuanto más extremas sean las condiciones de los países, tarde o temprano, más severas serán esas consecuencias, ya que los Estados Unidos, se abroquelan en su ínsula, rodeada de ignorancia e intereses, dejando fuera a sus socios europeos, cada vez más empequeñecidos por las mismas políticas que Washington les ha obligado a seguir ya no solo respecto a Rusia, sino en todas las guerras diseñadas por el Departamento de Estado prácticamente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

La crisis alimentaria. Carta abierta el Gobierno

El autor de este artículo reclama al Gobierno que adopte nuevas estrategias para abordar la crisis alimentaria

El trigo escasea, por eso la UE pospone las medidas de protección de la biodiversidad. Pero este es un gran error.

La situación de guerra entre Rusia y Ucrania, unida a las numerosas extorsiones que Estados Unidos y sus aliados han impuesto contra Moscú, no solo golpean económicamente a esta nación sino también a los países latinoamericanos.

El gas no es sólo energía, es estrategia, política y diplomacia. Y también, en el futuro inmediato, pura supervivencia de nuestra economía.

La guerra es siempre la peor de las opciones, y el conflicto actual entre rusos y ucranianos es una verdadera guerra civil: son pueblos hermanos por su historia y los años soviéticos.

Juan Ibarrondo | 

Las guerras son parte de una normalidad capitalista que se enfrenta a sus límites estructurales prefigurando un futuro de control elitista de la escasez.

Traducido por Silvia Arana para Rebelión