La puesta en marcha del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), a través de las dos primeras transacciones efectuadas, constituye el primer paso hacia la unión monetaria de la región. Así lo sostuvo el director del Banco Central de Venezuela (BCV) Armando León, quien destacó que el Sucre posee una fortaleza mayor a la del […]
La puesta en marcha del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), a través de las dos primeras transacciones efectuadas, constituye el primer paso hacia la unión monetaria de la región.
Así lo sostuvo el director del Banco Central de Venezuela (BCV) Armando León, quien destacó que el Sucre posee una fortaleza mayor a la del dólar, moneda que poco a poco ha perdido su fortaleza.
«Esa es la primera fase de lo que sucedió en otras regiones con uniones monetarias y del perfeccionamiento de los acuerdos comerciales y económicos, que van más allá de las transacciones exclusivamente», señaló León.
En tal sentido, resaltó que aun cuando se trata de un sistema que está naciendo y que requiere de un proceso lento para su consolidación definitiva, lo está haciendo con buen pie.
«En la medida en que se fortalezca y se vaya conformando, va a permitir que otros países se incorporen. Hay que garantizar que se sumen las instituciones financieras públicas y privadas, así como las empresas mixtas, pues eso le dará mayor fortaleza al sistema», dijo.
El objetivo es que el Sucre se convierta en una moneda común en los países del bloque de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (Alba), más allá de ser un medio de pago para las operaciones de comercio exterior.
Una nueva arquitectura financiera
El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, destacó recientemente que con el Sucre se busca conformar nuevas estructuras, adecuadas a las necesidades de nuestros pueblos y destinadas a contribuir con su desarrollo integral.
«O inventamos o erramos. Este -el Sucre- es un ejemplo de eficiencia y voluntad política. Estamos rompiendo barreras y construyendo caminos para derrotar la hegemonía del dólar», manifestó el mandatario nacional.
Al respecto, el director del BCV indicó que el Sucre constituye un mecanismo fundamental para integrar a América Latina en la construcción de una nueva arquitectura financiera mundial.
«Hay toda una discusión sobre la nueva arquitectura financiera internacional que no solamente se está dando aquí, en Venezuela, sino también en otros países», dijo.
Explicó que el Sucre es un mecanismo mediante el cual se transa con una moneda diferente al dólar y permite las negociaciones económicas entre los países miembros, sin necesidad del desembolso de divisas.
Agregó que en la medida en que las transacciones se realicen de manera continua entre los diferentes países, el Sucre obtendrá mayor valoración.
«La importancia de las transacciones que se han realizado hasta el momento con el sistema es que las mismas le dan al Sucre mayor fortaleza que al dólar. La equivalencia del Sucre en esta primera parte no es tan importante como el hecho de que el sistema permite que se realicen las transacciones de manera virtual y rápida», destacó León.
Añadió que el Sucre contempla más que procesos comerciales, pues tiene como propósito impulsar actividades productivas complementarias entre los países integrantes.
«El Sucre incluye acuerdos de complementariedad, de asistencia técnica y de transacción financiera», dijo.
Del acuerdo a la primera transacción
El 16 de abril de 2009, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba y Ecuador, como países integrantes del Alba, suscribieron el acuerdo marco para la creación del Sucre.
Posteriormente, el 16 de octubre de ese mismo año, durante la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Alba, los países del bloque suscribieron el tratado constitutivo del Sucre.
Durante la cita presidencial, los ministros del área económica del Alba debatieron los fundamentos del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), que constituye un acuerdo cuyo contenido comercial, político y social se contrapone al Tratado de Libre Comercio (TLC), ampliamente criticado por perpetuar la desigualdad que existe entre países ricos y pobres.
El 3 de febrero de 2010, Cuba y Venezuela efectuaron la primera transacción a través del novedoso sistema, por un monto de 108 mil sucres, con los cuales se cancelaron las primeras 360 toneladas métricas de arroz, de un total de 8 mil que colocó Venezuela en el mercado antillano.
El 6 de julio, Venezuela y Ecuador efectuaron la segunda transacción a través del Sucre, que consistió en la exportación de 5 mil 430 toneladas métricas de arroz ecuatoriano hacia Venezuela, por un monto de 1 millón 894 mil 015 sucres.
Emancipación monetaria
El Sucre es una iniciativa más que surge en el seno del Alba para lograr la integración de América Latina y la emancipación de sus pueblos, que históricamente han padecido el yugo colonizador y la explotación desmedida de sus recursos.
Esta moneda, por los momentos virtual, lleva el nombre del prócer venezolano Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, quien comandó la última batalla de la Independencia suramericana contra la corona española.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, explicó durante la firma del tratado constitutivo del Sucre que, en los intercambios comerciales entre países, «el que emite el medio de cambio se apropia de parte de la riqueza».
Señaló que Estados Unidos, por ser el país emisor de dólares, se apodera de parte del dinero. «Estados Unidos está captando parte de la producción nuestra. Quien emite la moneda se lleva parte de la producción y, encima, dependemos de una moneda extrarregional», manifestó jefe de Estado ecuatoriano.
Agregó que con el Sucre se prevé «una independencia absoluta del dólar», lo que significa «un paso histórico para la verdadera soberanía de los pueblos».
Según refiere el periodista cubano Hedelberto López Blanch en su artículo titulado Sucre, otra estocada al dólar, difundido en la publicación electrónica Rebelión, la integración monetaria impulsada desde el Alba permitirá la protección contra las crisis económicas de los nueve estados integrantes.
Igualmente, alejará a estos países de la hegemonía del dólar, transformándolos en territorios sin dependencias de las agresivas políticas de organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Atrás quedó la hegemonía del billete verde
López Blanch precisó que, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en potencia global y, con los acuerdos firmados en Bretton Wood, en 1944, logró que el dólar se estableciera como moneda de reserva universal, la cual garantizaba su valor en las grandes acumulaciones de oro que mantenía el país norteamericano.
Igualmente, refiere que en la década de 1970 Washington alcanzó un acuerdo con la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (Opep) para que las actividades comerciales del oro negro se efectuaran con el billete verde.
«Por esos mismos años, Estados Unidos separó el dólar de sus reservas de oro. De esa forma, comenzó a imprimir su moneda e inundó el mundo con papeles, sin que tengan un valor real que se corresponda con las riquezas del país emisor», advirtió el articulista.
En tal sentido, citó una reflexión del líder de la Revolución cubana Fidel Castro: «Al suspender la conversión, el dólar pasó a ser una divisa que podía imprimirse a voluntad del Gobierno estadounidense, sin el respaldo de un valor constante».
Por tal motivo, acreedores de todo el mundo buscan alternativas a la deuda estadounidense que han comprado y en la cual tienen sus reservas, en una carrera por separarse del dólar que no pocos países han comenzado a transitar.
Desde 2003 los Emiratos Árabes, Suecia y Rusia han procurado que la mayor parte de sus reservas estén en euros. Por su parte, Irán abrió en el 2005 una bolsa para la venta de petróleo en euros en la isla de Kish, en el Golfo Pérsico; mientras que China y Brasil han suscrito acuerdos para utilizar el real y el yuan en sus transacciones.
China y Argentina hicieron lo mismo (con pesos bonaerenses y yuanes), mientras que Beijing ha firmado convenios similares con Corea del Sur, Malasia, Bielorrusia e Indonesia.
En su informe Económico Social Mundial 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce que el dólar no ha logrado preservar su valor, razón por la que plantea la necesidad de dejar de operar con esta divisa como moneda de reserva global.
«El dólar ha demostrado que no conserva su valor estable, lo que es un requisito para una moneda de reserva», destaca el estudio de la ONU, el cual plantea la creación de un nuevo sistema global de reservas que no dependa del dólar estadounidense como única divisa.
Fuente: http://avn.info.ve/node/4840