La conspiración y las campañas desestabilizadoras siguen siendo la nueva cara del Partido Demócrata, las políticas de EEUU auspiciadas por la Doctrina Barack Obama, quien ha homologado y superando a su antecesor, el presidente republicano George W. Bush, con una intensa campaña contra el presidente Chávez y la revolución bolivariana. El discurso agresivo de los […]
La conspiración y las campañas desestabilizadoras siguen siendo la nueva cara del Partido Demócrata, las políticas de EEUU auspiciadas por la Doctrina Barack Obama, quien ha homologado y superando a su antecesor, el presidente republicano George W. Bush, con una intensa campaña contra el presidente Chávez y la revolución bolivariana. El discurso agresivo de los funcionarios del gobierno de Obama, deja entrever los intereses trasnacionales de su maquinaria militar. Las recientes amenazas del gobierno de Israel, de bombardear con bombas de bajo contenido de uranio a Irán, conforman la nueva estrategia de mercados y de palear la crisis estructural económica del capitalismo.
En ese sentido en un comunicado de la Cancillería venezolana, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, advierte los intentos del Departamento de Estado, en él se rechazan «… las insólitas declaraciones del subsecretario de Estado de los Estados Unidos para Narcóticos y Seguridad, William Brownfield, sobre la falta de cooperación en la lucha antidroga, éstas se constituyen como una nueva agresión del gobierno de Washington contra el pueblo venezolano, basada en la mentira y la difamación».
En otra parte de este documento se informa que «… la Venezuela Bolivariana ha desarrollado una política soberana y efectiva de lucha contra el flagelo mundial de las drogas, a partir del momento en que puso fin a la tutela que en la materia ejercía la agencia estadounidense DEA, verdadero cartel del narcotráfico internacional que ha convertido a los Estados Unidos en el país más drogadicto del mundo. Nuestro país está libre de cultivos, certificado por las Naciones Unidas, Venezuela desarrolla la más amplia política de cooperación internacional de lucha contra el narcotráfico con los gobiernos auténticamente interesados en derrotar este mal, y no en desestabilizar nuestro sistema político ni controlar nuestras políticas de seguridad».
EEUU apunta a las elecciones de presidenciales de octubre del 2012
No es descabellado pensar acciones desestabilizadoras en la campaña electoral, ¿alguien podría dudar de la participación de la Doctrina Obama en el golpe en Honduras al presidente Zelaya, o en el intento del golpe policial al presidente Correa, o en la campaña genocida contra Libia, con miles de civiles muertos? Estos hechos, en el léxico militar del pentágono son «daños colaterales» previsibles. Para ejemplo de estas tendencias intervencionistas, tenemos las recientes declaraciones ofrecidas por una congresista estadounidense, quien puso en tela de juicio el resultado electoral en Nicaragua, con el triunfo de Daniel Ortega, y por ende del Frente Sandinista de Liberación Nacional con el respaldo de 62% de los electores nicaragüenses.
Práctica ésta ya utilizada en el apoyo a la oposición en Venezuela, donde EE.UU. y la oposición venezolana aún no reconocen los resultados del referendo revocatorio presidencial del 15 de agosto de 2004. Sobre este tema el Comandante presidente manifestó a varios medios de prensa, que «… van a ver que el 7 de octubre cuando les ganemos dirán ‘Fraude’, aquí y en Washington; dirán que ‘el tirano’ Chávez hizo fraude. Les vamos a ganar con más de 60%, y dirán lo que hoy dicen del triunfo del Frente Sandinista de Liberación.
Los principales candidatos de la oposición venezolana hacen el ridículo
El candidato presidencial del partido Un Nuevo Tiempo Pablo Pérez, que ha recibido el apoyo de los partidos Acción Democrática (AD) y el Social Cristiano (COPEI), en un encuentro con funcionarios estadounidenses fuera de Venezuela, demostró en un acto público en la ciudad de Maracaibo, (estado Zulia, del cual es gobernador) un peligrosa tendencia de inmoralidad y violencia, en un video donde se observa en estado etílico y realizando juegos con los artistas del evento, grotescos y amanerados, para luego trasladarse a otro acto público de los simpatizantes del gobierno, con su seguridad y policías estadales, para agredir y golpear a los partidarios del presidente Chávez, en una demostración de violencia y carencia de valores éticos.
Ante el bochornoso espectáculo del candidato Pérez, otro ex candidato Antonio Ledesma, Alcalde Mayor de Caracas, demostró su lacha oportunista y fue al Comando de AD, para ofrecerse como candidato alterno, luego de atacar a su antiguo partido de excluyente y de falta de apoyo. Mientras la candidata Corina Machado trata de convertir su eslogan de campaña El «Capitalismo Popular», en un jingle (gancho publicitario) sugerido una empresa publicitaria, porque su formación de clase alta venezolana, si haber trabajado nunca, no le permite asimilar ni el capitalismo, y por supuesto menos aún el concepto popular, porque la burguesía nunca apoyó a estos sectores en casi 50 años de su democracia representativa y clasista.