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Puerto Rico

Agroecología, soberanía alimentaria y las elecciones de 2012

Fuentes: Alainet

El mes pasado estudiantes y profesores de la Universidad de Puerto Rico organizaron un foro con los seis candidatos a gobernador en las elecciones del próximo seis de noviembre, en el cual estos presentaron y debatieron sus propuestas para la agricultura nacional. La actividad, que tomó lugar en la Escuela de Derecho de la UPR, […]

El mes pasado estudiantes y profesores de la Universidad de Puerto Rico organizaron un foro con los seis candidatos a gobernador en las elecciones del próximo seis de noviembre, en el cual estos presentaron y debatieron sus propuestas para la agricultura nacional. La actividad, que tomó lugar en la Escuela de Derecho de la UPR, fue organizada por la Asociación Nacional de Derecho Ambiental y la Asociación de Estudiantes Agricultores. Ambos grupos son reconocidos defensores de la agricultura orgánica y la soberanía alimentaria.

Sólo tres de los candidatos confirmaron su participación, lo que dice mucho de la baja prioridad que tiene el agro en el debate político del país. Los tres que confirmaron fueron Rogelio Figueroa de Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR), el profesor Rafael Bernabe del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), y Arturo Hernández del Movimiento Unión Soberanista (MUS). El Partido Independentista (PIP) fue representado por Dennis Márquez, candidato a la Cámara de Representantes, mientras que el Partido Popular Democrático (PPD), actualmente el principal partido de oposición, fue representado por el legislador Luis Vega Ramos, miembro de la Cámara de Representantes. El incumbente gobernador Luis Fortuño, del derechista Partido Nuevo Progresista (PNP), candidato a reelección, no solamente no se presentó sino que ni siquiera envió en su lugar al Secretario de Agricultura, que hubiera sido la opción obvia para sustituirlo. En su lugar, enviaron al subsecretario del departamento, el agrónomo Carlos Flores. Hernández no pudo venir debido a problemas médicos, así que al último minuto lo sustituyó el agrónomo Lucas Avilés.

Seis partidos políticos puede parecer mucho, especialmente para quienes creen que mientras más partidos más democracia hay. Pero no hay razón para uno hacerse de ilusiones en torno a las elecciones de 2012. Desde 1948 Puerto Rico ha sido gobernado por el PPD o el PNP. Esos son los únicos dos partidos con algún poder real o alguna posibilidad de ganar la gobernación o alguna representación legislativa significativa. Las propuestas de los otros cuatro partidos, por interesantes que puedan parecer, son de poca o ninguna consecuencia.

De los seis debatidores, Flores del PNP estuvo en la posición más vulnerable y se llevó la peor parte. Teniendo la tarea poco envidiable de defender al incumbente, no estaba en ninguna posición para proponer nada. El PNP, cuya meta es convertir a Puerto Rico en estado de Estados Unidos, siempre fue hostil a la agricultura nacional. Sus políticos recurren al miedo para conseguir votos: «¡Sin los americanos nos vamos a morir de hambre!». Por lo tanto, el partido ve cualquier producción local de alimentos o asomo de seguridad o soberanía alimentaria como obstáculos a la integración a EEUU.

Las declaraciones de Flores eran tan escasas en sustancia que me fue difícil, mientras tomaba notas, discernir algún planteamiento o propuesta específica. Dijo que había muchas opciones tecnológicas para nuestra agricultura, pero que el mercado es el que debe decidir cuales adoptar. Esta declaración fue una escurridiza evasión de responsabilidad, muy a tono con la ideología neoliberal. El hecho de que en la siguiente oración habló maravillas de las fincas semilleras transnacionales en nuestro territorio hizo claro que su partido endosa sin reservas la agenda de corporaciones de biotecnología transgénica como Monsanto.

El portavoz del PPD, Vega Ramos, no estaba mucho mejor posicionado que el PNP para argumentar y debatir sobre agricultura. Su partido, arquitecto y defensor del actual estatus colonial, el Estado Libre Asociado, torpedeó nuestra producción agrícola durante su reinado de 20 años (1948-1968) en su empeño por hacer de Puerto Rico una economía de manufactura industrial dominada por inversionistas extranjeros.

Su única propuesta merecedora de mención fue su apoyo inequívoco a la anulación de la controversial permuta de terrenos de la Estación Experimental Agrícola de Gurabo. En 2011 el alcalde de Gurabo se apropió de 50 acres de la Estación Experimental local para dedicarlas al desarrollo urbano, provocando una furiosa oposición de agricultores, académicos, ambientalistas y estudiosos de la seguridad alimentaria*.

El MUS salió un tanto mejor en el debate. Fundado en 2010, propone la soberanía para Puerto Rico pero sin independencia, y ha atraído un número de independentistas frustrados al igual que de votantes del PPD cansados de las posturas colonialistas de su partido. Las propuestas anti-corrupción y buen gobierno del MUS no causan preocupación alguna a las clases dominantes. De hecho, su plataforma económica parece haber sido escrita en la Milla de Oro (1), y probablemente lo fue.

El agrónomo Avilés, portavoz del MUS, declaró que «la agricultura ecológica es la agricultura del futuro». Tales palabras son el endoso más contundente a la agricultura orgánica por parte de un partido politico en la historia del país. Luego detalló propuestas específicas, como la producción local de insumos agrícolas, lo más cerca de la finca posible. Desafortunadamente, tambien endosó propuestas tecnocráticas cuestionables, como la agricultura vertical (2).

Las propuestas más inteligentes y sustanciales en el foro fueron las del candidato del PPT. Fundado en 2010, este partido fue formado por renegados del Frente Socialista (FS) que se separaron para formar el Movimiento al Socialismo (MAS). Al igual que el FS, el MAS es socialista e independentista pero hay diferencias profundas entre ambas agrupaciones en varios temas, particularmente el de la participación electoral. Pero el PPT no es independentista y ni siquiera tiene posición en cuanto al estatus de Puerto Rico. Tampoco es socialista, o izquierdista, o revolucionario, o anticapitalista; no tiene ideología. De hecho, su plataforma no es más radical que las posturas de la federación sindical AFL-CIO o del ala liberal de Partido Demócrata de Estados Unidos.

El candidato Bernabe dijo que está ocurriendo a nivel mundial una revolución agrícola que está transformando la manera en que se producen los alimentos, y mencionó a Slow Food, la Vía Campesina y el MST brasileño. También señaló a los agrotóxicos, los monocultivos, la economía de libre mercado y el estatus sagrado de la propiedad privada como problemas y obstáculos a la agricultura y la seguridad alimentaria. Demostró ser de todos los candidatos el más conocedor de los problemas de la agricultura moderna y enfoques alternativos.

Las propuestas del PIP fueron mucho menos interesantes que las del MUS o el PPT. El candidato Márquez habló de agricultura sustentable, control no-tóxico de las plagas y metodologías alternas, pero aparte de eso, no presentó ningún reto particularmente contundente al paradigma de la agricultura industrial convencional.

Figueroa, candidato del PPR, entretuvo la audiencia con fantasías de energía abundante de fuentes alternas, el uso de composta como fertilizante natural para la agricultura y la utilización de biomasa para producir energía. A este candidato no se le ha ocurrido que quizás Puerto Rico no tiene suficientes «desperdicios agrícolas» para proveer composta para la agricultura y a la vez producir energía de biomasa. Escuchando su discurso risueño y despreocupado, uno creería que los recursos naturales, como viento, agua, luz solar y suelos, son infinitos.

Rogelio Figueroa es un eco-capitalista ilustrado, un ingeniero de la industria farmacéutica y empresario exitoso que propone soluciones en las que «todo el mundo gana», que se amparan en la innovación tecnológica y la promesa de la energía renovable. Al igual que el PPT, su partido no tiene posición sobre el estatus de Puerto Rico. Además, el PPR no tiene ideología ni proyecto. Tampoco tiene democracia interna, ya que Figueroa es su autonombrado líder vitalicio. El partido trata de sobreponerse a estas contradicciones y limitaciones centrando su campaña publicitaria alrededor de la figura carismática de Figueroa.

A Figueroa le tocó contestar una pregunta directa acerca de los cultivos transgénicos que se siembran en Puerto Rico. Contestó que estos deben ser plantados con transparencia, fiscalización y siguiendo lineamientos éticos. ¿Fue una evasiva torpe o genial? Ustedes decidan.

En conclusión, los votantes puertorriqueños que abogan por la soberanía alimentaria y la producción agroecológica de alimentos no tienen mucho que buscar en las elecciones de noviembre 6. Ninguno de los seis partidos son realmente críticos de la agricultura convencional y ninguno de ellos presenta algún modo fundamentalmente nuevo de ver la agricultura y su conexión con la sustantabilidad ecológica. Al colmar de elogios a la agricultura ecológica y las alternativas sustentables sin rechazar el modelo agrícola dominante, tóxico y dominado por empresas transnacionales, que exacerba la erosión de la biodiversidad y el calentamiento global y perpetúa el hambre, venden la fantasía de que ambos modelos son compatibles y que pueden coexistir sin ningún conflicto mayor o controversia.

Ruiz Marrero es autor, periodista investigativo y educador ambiental. Dirige el Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico (http://bioseguridad.blogspot.com/ ) y es investigador asociado del Instituto de Ecología Social.

Notas:

1- Nombre dado a la parte del sector Hato Rey de San Juan donde hay una gran cantidad de instituciones bancarias, una especie de Wall Street puertorriqueño.

2- «Vertical farming doesn’t stack up» Stan Cox y David Van Tassel. Revista Synthesis/Regeneration, ejemplar #52, 2010. http://www.greens.org/s-r/52/52-03.html

Fuente: http://alainet.org/active/59283